DEVASTACIÓN DE ACAPULCO

“Después de Otis sobrevino un torbellino humano que volvió a arrasar a Acapulco”

Habitantes del puerto devastado por el huracán categoría 5 lamentan la ola de saqueos que sufrió Acapulco; expresan su alegría y esperanza tras la reapertura de tiendas comerciales vandalizadas

Habitantes del puerto devastado por el huracán categoría 5 lamentan la ola de saqueos que sufrió Acapulco; expresan su alegría y esperanza tras la reapertura de tiendas comerciales vandalizadas
Huracán Otis en Acapulco.Habitantes del puerto devastado por el huracán categoría 5 lamentan la ola de saqueos que sufrió Acapulco; expresan su alegría y esperanza tras la reapertura de tiendas comerciales vandalizadasCréditos: CUARTOSCURO
Por
Escrito en ESTADOS el

Acapulco.- Alma Rosa está contrariada al atestiguar lo que considera uno de los primeros pasos hacia la lenta, lentísima reconstrucción. A 12 días de la devastación que dejó el huracán Otis, se siente avergonzada por el desmedido saqueo en centros comerciales y otros negocios, y, al mismo tiempo, afortunada porque ahora vuelve a comprar en uno de estos lugares arrasados por el vandalismo.

Lleva en fila casi una hora para ingresar a la tienda Chedrahui de la Costera Miguel Alemán, cuya cadena comercial ha sido la primera en reabrir sus puertas en cuatro puntos de Acapulco, Guerrero, luego de la destrucción de Otis y de la gente que perpetró actos de pillaje, nunca vistos en este puerto.

El reinicio de las operaciones de cuatro de estas tiendas en el municipio simboliza la esperanza de que la reconstrucción es posible, dicen personas que hicieron compras de productos básicos.

Para Alma Rosa, de 35 años de edad, después del huracán, por desgracia, sobrevino un "torbellino humano" que dejó al descubierto la "parte oscura" del ser humano.

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP EN ESTA LIGA

Siente también tristeza. "Esa tristeza es por lo bajo que cayeron muchas personas arrastradas por provocadores y delincuentes, no todos los que saquearon son malas personas, pero esa es la imagen que dimos desde Acapulco, y Acapulco no es eso".

Cientos de personas han ingresado a este centro comercial sobre la Costera Miguel Alemán, que ha sido remozada para estar en condiciones de dar nuevamente servicio.

Afuera todavía yace destrozado el enorme letrero de metal y fibra de vidrio de Chedrahui, en medio de un olor que por momentos es insoportable, generado por desperdicios y vegetación que se pudre.

Foto Ignacio Alazaga

 

"Tengo sentimientos encontrados, porque todos vimos la rapiña que se cometió aquí, pensé que después de esto, de plano, definitivamente, los empresarios ya no iban a abrir las puertas, ni en éste ni en otros centros comerciales".

 

Foto Ignacio Alzaga

Dice que ella no es quién para juzgar a las personas que robaron de todo, y que no solamente dejaron anaqueles vacíos de víveres, sino que se llevaron teléfonos móviles, muebles, colchones, computadoras, tabletas, pantallas de televisión...

"Creo que cada quien tiene valores y una educación, yo puedo entender la desesperación de la gente, incluso robar comida y agua, porque Otis no dejó nada, pero para qué pantallas, muebles...".

Pese a ello, le da mucho gusto que al menos este centro comercial haya reabierto, pues necesita comprar productos básicos que definitivamente no hay en el lugar donde vive.

Foto Ignacio Alzaga

Acapulco saldrá adelante

La señora Clara, de 63 años, llegó al puerto hace unas horas para dar ánimos su hija que vive aquí. Vive en la colonia Lindavista de Ciudad de México y comenta que la reapertura de la cadena comercial es un ejemplo de que "Acapulco saldrá adelante".

Aunque hace una aclaración. "Saldrá adelante por la iniciativa privada, por los empresarios y por la gente trabajadora, no por el gobierno, de Palacio Nacional, ni estatal y menos municipal".

Amairani, una joven que vive en la parte alta de Acapulco, no comparte el mismo optimismo. Afirma que solamente le permitieron comprar un número muy imitado de productos.

“Yo les diría que sean más humanos, me costó mucho llegar, solamente me permitieron algo de huevo, papel de baño, agua y otras cosas. Pero ahora con poquitos productos a pagar más de 250 pesos de puro taxi”, lamentó la promotora de una compañía celular.