ACAPULCO.- Más de 100 mil pesos costará a pequeños lancheros reparar sus embarcaciones para volver a trabajar, luego de que el huracán Otis arrasara con lanchas y barcos en Acapulco, Guerrero. Tras la tormenta vino el tiempo de trabajar para los pequeños trabajadores y cooperativistas de Acapulco, quienes han comenzado a rescatar lo que quedó tras el huracán.
Un domingo, que sería de descanso para la mayoría de los trabajadores, es otro día de trabajo para lancheros de servicios turísticos en Acapulco.
Don Roberto y sus compañeros aprovecharon el domingo y sacaron tres lanchas del mar que fueron golpeadas por Otis y permanecían en Playa Manzanillo.
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Las tres embarcaciones son usadas para ofrecer deportes acuáticos en Acapulco y las condiciones permiten repararlas.
"Esta todavía está bien buena, bien entera", dice un lanchero luego de subir a un remolque la lancha 'Pura Vida', la cual estaba flotando a orillas de la Playa Manzanillo.
Pero a pesar de que algo se puede rescatar a más de un mes de Otis, las cosas no serán sencillas ni baratas para los lancheros de Acapulco. El costo para reparar cada lancha sería de por lo menos 100 mil pesos, aseguran.
"Fácil nos vamos a llevar como 100 mil pesos, ahí vamos a buscar donde conseguimos porque ¿qué más nos queda? ¿A quién le pido si todos andamos igual? Estamos bien tronados", dice el lanchero.
Don Roberto y sus compañeros rescatan y reparan lanchas en Playa Manzanillo, ubicada muy cerca de La Quebrada, porque la fuerza de Otis lanzó sus lanchas a ese lugar, pero su zona de trabajo está a kilómetros de distancia, a las afueras del Hotel Elcano.
"Las lanchas que yo tengo y las otras dos las tenemos en frente del Hotel Elcano y Copacabana, acá las aventó el huracán", dice el microempresario de Acapulco.
Fibra de vidrio y madera son las materias primas básicas para reparar. Sin embargo, el motor es la parte más costosa para poder poner a trabajar una embarcación.
"Hay que lijar, hay que parchar, el casco que está roto hay que repararlo para seguir, se hundieron, se sacaron los motores porque ya no sirven, porque está ‘salitreado’, es pérdida total", explica el lanchero con casi medio siglo de experiencia.
La estimación de los acapulqueños para volver a estar a bordo de sus embarcaciones y trabajando en el mar, es de 20 días. Unos trabajadores lijarán, otros trabajarán la fibra de vidrio y los otros el motor. La meta es estar listos para la temporada vacacional de fin de año.
"La temporada buena es a finales de diciembre, del 25 en adelante, y pues aquí estamos echando manos a la obra".
Un grupo de 10 hombres ayudados de una camioneta y un remolque sacaron tres lanchas en aproximadamente 5 horas, un mes después de Otis, pues la prioridad había sido la familia y el hogar, pero ya es tiempo de volver, aseguran.
En medio de otros barcos ya inservibles, los trabajadores de la costa han puesto manos a la obra para hacer lo que les toca en el levantamiento de Acapulco.
"Cuando ya no se pueda pues ya ni modo, pero mientras el cuerpo aguante aquí seguimos".