Uno de los principales atractivos turísticos de Acapulco, La Quebrada, se encuentra totalmente inactiva, sin ingresos y quebrada. Tras un mes y dos días del impacto del huracán Otis en la costa guerrerense, los 77 trabajadores de La Quebrada y sus familias han sobrevivido con apoyos y sus ahorros, sostienen.
"Ha pegado muy fuerte, gracias a Dios hemos tenido mucha retribución del público y de autoridades con despensas, como acaban de suceder, Club de Yates no regaló 50 cajas de atún, es ayuda en estos momentos que no tenemos ingreso económico pero por lo menos comida en casa va haber", explica Gustavo Gatica, presidente de Clavadistas de La Quebrada.
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Desde aquella madrugada de octubre en qué Otis impactó, la única función que los clavadistas han ofrecido fue un espectáculo en agradecimiento a una organización que ha ofrecido comidas a los damnificados de Acapulco.
Si bien, los clavadistas de La Quebrada podrían retomar actividades, no lo han hecho porque no hay turismo que sostenga su trabajo.
"Es muy complicado para las autoridades reactivar esto, como para clavadistas, pero no porque no podamos reactivarnos, nosotros podemos brindar clavados, pero no tenemos el público que venga a vernos, la gente que viene a visitarnos son gente que viene a apoyar a Acapulco: son trabajadores de telefonía, de Comisión Federal de Electricidad", dice el clavadista con 40 años de experiencia.
La plaza de La Quebrada, aquella donde se ofrecían espectáculos en cuatro horarios distintos al día, actualmente luce vacía, sólo unos uniformados de la Guardia Nacional y personal de limpieza caminan por la zona.
Foto: Fabián Evaristo
Efraín, el propietario de la tienda 'Super Flash' ha retomado las actividades de su negocio ubicado en lo alto del Mirador de La Quebrada, pero las ventas son mínimas.
"Apenas resurtí de refresco, todos los super mercados los saquearon, vendían una cerveza en 150 pesos, ahorita ya cuesta 35 pero no hay gente", explica el vendedor.
Por su parte, los clavadistas planean hacer un espectáculo el 11 de diciembre, como cada año en homenaje a la Virgen de Guadalupe, y sobre ese evento analizarán el retomar actividades.
"Es muy doloroso ver que no puedes ofrecerle a tu familia lo que siempre les habías dado, si no es por las despensas no tenemos nada, lo que necesitamos es que haya actividad económica ¡trabajo!", dice el presidente de clavadistas de La Quebrada.
Los clavadistas dicen estar dispuestos a hacer otras actividades distintas a lo que hacen en La Quebrada para obtener un ingreso.
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Entre sus planes, están el de ofrecer sus servicios en otras entidades y lugares turísticos del país para ganar algo de dinero.
"Queremos ver si podemos ir a Mérida y trabajar en los cenotes o cuando se inauguré el Tren Maya nos den trabajo por allá", sostiene Gatica.
Foto: Fabián Evaristo
De los 77 trabajadores de La Quebrada, son 30 los que están en activo y generan los ingresos para las familias que viven del trabajo en el famoso peñasco de Acapulco.