Hermosillo.- El proyecto ferroviario que inició su construcción a inicios de este año en la sierra de Sonora dejaría una grave afectación a la fauna y flora del lugar, a especies protegidas, pero también de manera directa a pobladores de esta zona, denuncian ambientalistas.
Sergio Müller, director de Caminantes del Desierto A.C., una agrupación que se encarga de proteger y denunciar actos que afecten la vida silvestre, aseguró que dicha obra, que consiste en colocar vías del tren para el transporte de material y mercancía hacia Estados Unidos, no está velando por las especies que habitan en el lugar.
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Incluso, mencionó que podría afectarse a más de 500 especies, entre flora y fauna, especialmente a animales protegidos, como jaguares, ocelotes y osos negros, que tienen en la Sierra Alta de Sonora su hogar.
“El daño ecológico ya empezó, pero está por llegar a un momento crítico ya que está por llegar al río de la Cocóspera; y si llega a este río, se está dentro de un área natural protegida donde hay avistamientos de jaguar, osos negros, ocelotes, de águila real, águila calva; sigue habiendo mucho cruce de fauna hacia Estados Unidos por esa zona y el daño es muy real”, expuso en entrevista con La Silla Rota.
Además, detalló que parte de donde pasarán las vías del tren es una zona de alta distribución los jaguares en el continente americano, quienes desconocen fronteras, ya que cruzan regularmente hacia Estados Unidos, por Sahuarita, en Arizona, por lo que es un sitio delicado para esta especie.
Otro daño ecológico que causaría la construcción de este tren, sería al rancho El Aribabi, un lugar destinado a la conservación de especies y cuenta con una certificación que da el gobierno federal a sitios con un alto valor biológico, y que el gobierno federal debe dar la misma protección a un área natural protegida.
En el sitio conocido como rancho El Aribabi, es la única zona en Sonora donde se pueden encontrar luciérnagas, por lo que el ambientalista destacó la importancia de protegerlo.
“Es el único lugar en Sonora que está protegido y donde podemos ver avistamiento de luciérnagas, es un santuario de luciérnagas y podría resultar afectado con este proyecto”, expuso.
De igual manera, Sergio Müller mencionó que la construcción del tren podría impactar en el río Cocóspera, que surte de agua a comunidades como Ímuris, Magdalena, Santa Ana, Trincheras, Ptiquito y Caborca, además que provocaría la fragmentación de campos agrícolas y zonas ganaderas, ya que se dividiría en dos lados de las vías del tren, por lo que los daños no serían solo ecológicos, sino también sociales.
“El daño que pudiera haber en caso de un accidente del tren por un derrame, pudieran afectarse todas estas poblaciones, la fragmentación del ecosistema; les afecta sus estilos de vida, sus campos agrícolas, les da pendiente cómo afectará la disponibilidad de agua en el río”, advirtió.
¿En qué consiste el proyecto ferroviario?
Aunque el proyecto no se anunció de forma oficial ni se dio un arranque de obra con medios de comunicación, como se ha hecho con otras, las autoridades han informado a cuentagotas sobre este proyecto.
En entrevista, tras la publicación de Mongabay sobre esta construcción ferroviaria, el gobernador Alfonso Durazo detalló que se trata de una obra a cargo del gobierno federal, que ejecuta la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para el transporte de mercancía e insumos que se reciban en el puerto de Guaymas, para su cruce por Nogales, la frontera con Estados Unidos.
“La reubicación de las vías del ferrocarril de Nogales no es un proyecto aislado, es una decisión integrada a todo el objetivo que nos hemos propuesto del intercambio comercial México-Estados Unidos, a través de Sonora, particularmente a través de Nogales. Necesitamos mejorar toda la infraestructura que facilite el intercambio comercial", señaló.
El mandatario sonorense dijo que tendrá una inversión de 7 mil millones de pesos, con una construcción de 70 kilómetros de vías del tren.
El objetivo final, agregó, es mover las vías que ya se encuentran en la ciudad de Nogales, con el fin de aumentar el transporte de mercancía e insumos hacia Estados Unidos, ya que, de no hacerlo.
“Con dos barcos de contenedores que recibamos en Guaymas se incrementará a 32 cruces de ferrocarril en Nogales, esto significa que la ciudad quedaría partida en dos y paralizada, no habría forma de permitir el cruce de vehículos en los 35 cruces que tiene la vía del ferrocarril entre la entrada de Nogales y la línea fronteriza. Tenemos que reubicar las vías por una ruta donde no afecte a la población y donde la población tampoco limite el flujo sin restricción del ferrocarril", mencionó.
Por su parte, el secretario de Infraestructura y Desarrollo Urbano en Sonora, Omar Del Valle, expuso que la obra no se hace sin autorización, sino que ya están en trámite los permisos ante Profepa y otras instancias.
“La obra actualmente no se hace sin la autorización social y hay un proceso de negociación. Se inició el proceso de norte a sur, y es el avance que se tiene actualmente, nos toca coadyuvar con la Sedena para que todos los permisos estén bien”, dijo.
Esto, a pesar de que ya inició su construcción, desde marzo de este año, de acuerdo con pobladores del lugar, sin tener los permisos como tal ya emitidos.
Ambientalistas piden suspender obra y abrir mesas de diálogo
Caminantes del Desierto A.C. y pobladores de la región de Ímuris, exigen al gobierno federal suspender la obra de manera temporal, en lo que se establecen acuerdos y se otorgan los permisos de uso de suelo y de impacto ambiental.
“Pedimos la suspensión temporal de la obra, en lo que se hace un diálogo para encontrar las mejores soluciones; la obra sí es necesaria pero no en estas condiciones. Pedimos al gobierno del estado, abrir mesas de diálogo entre el gobierno federal y comunidades afectadas; y al gobierno federal poner atención a las afectaciones al medio ambiente”, dijo Sergio Müller.
El activista señaló que también se deben escuchar otras propuestas alternas para este proyecto, que aseguró, sí es necesario en Sonora ya que detonará la economía y el intercambio comercial con Estados Unidos.
Incluso, mencionó que los pobladores y especialistas han propuesto como vía alterna el cruce de las vías del tren por las montañas; y aunque su costo se elevaría, provocaría menos afectaciones ecológicas.
“La alternativa es que se hubiera sacado el tren por las montañas, haciendo túneles, sí es más caro, pero el impacto social y ecológico hubiera sido mucho menor. Por eso es importante, se tiene que detener la obra, no cuenta con ningún permiso, no cuenta con manifestación de impacto ambiental ni permisos de uso de suelo”, agregó.
Ambientalistas y pobladores no quitarán el dedo del renglón en este proyecto, con el fin de proteger las especies que habitan en la Sierra Alta de Sonora.