ACAPULCO. - Se autodenominan "miembros del ejército que amontona chatarra". Por 350 pesos diarios, soportan un calor abrasador y trabajan 8 horas para recolectar "fierros" esparcidos por la fuerza del huracán Otis sobre la Costera Miguel Alemán. Son "héroes involuntarios" que limpian Acapulco como parte de un lucrativo y millonario negocio que se lleva a cabo con la bandera del cuidado del medio ambiente: es el reciclaje de metales.
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Con hacha en mano rompen letreros, estantes, todo tipo de mobiliario, enseres domésticos, mesas, sillas, herramienta, lavadoras, estufas, refrigeradores, maquinaria, anuncios "espectaculares" de gasolineras, tiendas, negocios, hoteles...hasta piezas de barcos y vehículos, cualquier cosa de metal que se ha acumulado en la costera de Acapulco.
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En realidad, no es basura, porque todo será reutilizado para generar ganancias económicas a la empresa "Recicladora NeodIMAN" que envió a sus trabajadores desde el Estado de México para realizar esta labor.
Bajo condiciones de clima extremo, dos empleados rompen y desmantelan estos objetos de varios kilos de peso que a duras penas cargan sobre sus espaldas. Después los colocan en una camioneta con capacidad de una tonelada de carga para trasladarlos a un centro de acopio instalado aquí en el puerto.
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Se trata de un negocio que ha sido aprovechado por la compañía de reciclaje "NeodIMAN" a partir del desastre que provocó el huracán Otis. Guillermo Hernández García y su compañero hacen un esfuerzo físico extraordinario para ganar un salario de 350 pesos al día, más almuerzo y cena, con un horario de 9 de la mañana a 6 de la tarde, en el que tienen una hora para alimentarse.
El empleado de la compañía está consciente de que es demasiado trabajo muy pesado por poco dinero.
"No alcanza, pero qué le hace uno ahorita si no hay jale, hay que darle a lo que caiga".
Refiere que el municipio de Acapulco, a cargo de la alcaldesa, Abelina López, no intervine en este negocio de recuperación de lo que muchos consideran desperdicios, el cual ha permitido también despejar y limpiar la principal zona turística de Acapulco.
"El municipio no nos da nada, esto es particular, todos los objetos de metal los van a reciclar, cada que juntamos una tonelada, la llevamos en esta camioneta a un depósito en 'Los Órganos', como se le conoce a una colonia a la salida de Acapulco.
"Recolectamos todo lo que es chatarra, fierro, excepto láminas, no juntamos madera, plásticos ni nada que sea de otro material".
Indica que deben llenar varias veces al día la camioneta propiedad de la empresa con una tonelada de "fierro" que descargan en un terreno, donde se colocan en contenedores que son enviados a Tlachaloya, en el Estado de México.
Llevan laborando 15 días en Acapulco y estarán aquí 20 días más recorriendo y recolectando en la Costera Miguel Alemán y otras zonas.
"Lo que la gente cree que es basura, ni saben, es un negociazo, nuestro jefe es de Toluca, a nosotros nos dan 350 pesos diarios, así le 'macheteamos', hemos recorrido la costera desde la entrada y todo lo que juntamos lo llevamos a un depósito, de donde salen en vehículos a Tlacha".
Señala que "está bueno el calor", pero ya se van acostumbrando, también con una "Coca" (Cola) bien fría que no debe falta.
"NeodIMAN" es una empresa mexicana que opera hace 17 años en la industria del reciclaje de residuos de manejo especial y tiene registro de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) como centro de acopio.
La compañía se dedica al reciclaje de materiales sólidos no peligrosos, particularmente la compra venta de metales y "fierro viejo". Parte de los metales pueden fundirse y volver a procesarse para crear nuevos, señala la empresa.
"Metales como aluminio, plomo, hierro, acero y cobre son reciclados fácilmente cuando no están mezclados con otras sustancias, porque pueden ser fundidos y cambiar de forma o adoptar la misma anterior.
"Los metales no ferrosos que son aquellos que no proceden del hierro y tienen una gran variedad de aplicaciones, estos se pueden clasificar según su densidad, actualmente son considerados la materia prima de la industria de la transformación", destaca "NeodIMAN".
Empapado en sudor, con rostro enrojecido y manos callosas, Guillermo Hernández García y su ayudante recorren la Costera Miguel Alemán, ajenos a las utilidades del millonario negocio de sus "patrones".
"En 'Los Órganos’ tenemos un cuartito, ahí nos quedamos a dormir. Diga que acá no solamente hay militares, guardias y marinos, estamos nosotros que somos parte del ejército que amontona chatarra; mucha gente nos dice, neta, que somos héroes porque nos ven pasar todo el día y levantar fierros, pos si es así, será sin querer, porque acá todo es negocio, el dizque desperdicio es un negociazo del que nos tocan 350 pesos diarios a cada uno a cambio de esta santa chinga".