CHIAPAS

“Queremos que se agilicen las investigaciones”: A Javier se lo "tragó" la tierra; desapareció en Chiapas

Javier Santos Mandujano es descrito como un hombre tranquilo y trabajador pero desde el 30 de septiembre nadie sabe nada de él

Créditos: Christian González | LSR Corresponsal
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TUXTLA GUTIÉRREZ. - El 30 de septiembre, por la madrugada, Javier Santos Mandujano salió de la casa de su madre, ubicada en esta ciudad capital, y desde ese momento no se ha sabido nada de él. Guadalupe Granados, su esposa, manifiesta estar convencida de que el comerciante de 28 años de edad es un hombre tranquilo, que no se mete con nadie, y por eso le extraña su ausencia.

Acompañada de su suegra, explica que llegaron a Tuxtla provenientes del municipio de Cintalapa, en la región Valle-Zoque de Chiapas, para hacer unos mandados, pero nunca se imaginó que su cónyuge desaparecería.

De acuerdo con ella, la búsqueda ha sido incisiva, pues recorren las calles no sólo de esta capital sino de otros municipios cercanos, en donde reparten volantes con los datos y fotografía de Javier.

Lo más extraño, es que salió de la casa, ubicada en la colonia Jardines del Pedregal, como a las 2:30 o 3:00 de la mañana, pero no avisó a dónde iba, ni con quién, por ello la incertidumbre es cada vez mayor. A esto se le suma que como familiares no han recibido llamadas telefónicas ni mensajes para darles información o extorsionarlos.

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Familiares reparten volantes en espera de que alguien sepa algún dato | Christian González (Corresponsal LSR) 

Según sus parientes, el padre de una niña de seis años, aparte de dedicarse al comercio, era un hombre que siempre se preocupaba por lo que les pasaba a sus seres queridos, como el caso de su madre, a quien constantemente acompañaba a sus citas médicas.

Guadalupe advierte que, fue hasta la mañana de ese día, que se dio cuenta de que su marido ya no estaba. “Le hemos preguntado a sus amigos, a los que más frecuenta, pero aún no hay nada, no saben de él”.

Entre sus pertenecías, Javier, quien en ningún momento externó algún problema con alguien o que se sintiera “acosado”, llevaba su teléfono celular y su cartera, además estaba vestido con playera azul, pantalón de mezclilla y tenis blancos, datos que obtuvo de gente que lo vio.

“Él es un hombre trabajador, no le hace mal a nadie; y aunque ya pusimos la denuncia ante la Fiscalía, estamos desesperadas, queremos que se agilicen las investigaciones y ellos tienen la autoridad de intervenir para buscarlo, que revisen las cámaras de seguridad, porque ya pasaron muchos días”.

Por su parte, Aminta Mandujano, madre de Javier pidió el apoyo del presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, y al gobernador de Chiapas, para que se agilicen las pesquisas, “que se pongan en mi lugar, como madre; él me cuidaba, por favor, ¡ayúdenme!”

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), es preocupante que en México haga falta una política nacional contra las desapariciones pese a su persistencia.

Prueba de ello, detalla basado en el último informe del Comité contra la Desaparición Forzada, es que desde 1962 se tiene el registro de más de 110 personas desaparecidas, además de 53 mil cuerpos o restos humanos sin identificar, de los cuales el 89% no fue identificado durante el año pasado.

Entre otros datos, especifica que la Fiscalía Especializada de los Delitos de Desaparición Forzada atiende, al mes, cerca de 400 casos de desaparición en todo el país.

Guadalupe y Aminta, esposa y madre de Javier Santos | Christian González (Corresponsal LSR)