Pese al paro del 30% de los trenes de la empresa Ferromex a mediados de septiembre para obligar al Gobierno a intervenir ante el incremento de la afluencia de migrantes, centenas de ellos han arribado a la frontera entre México y Estados Unidos. Ciudad Juárez es un punto crítico y que refleja el drama que se vive a lo largo de toda la frontera.
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Durante los últimos días, más de mil migrantes, en su mayoría venezolanos, llegaron a esta ciudad de Chihuahua montados arriba de La Bestia pese que muchos de ellos son invitados y en algunos casos obligados a descender del ferrocarril.
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“Migración no nos deja movernos, siempre nos bajan y siempre perdemos dinero”, comentó Jeffri Gómez, venezolana de 24 años que viaja junto a su esposo y un bebé de un año a la Agencia AFP.
Los migrantes se siguen arriesgando a sufrir caídas mortales o que terminan costándoles una extremidad al viajar en el tren, aunque prácticamente es la única posibilidad que tienen de alcanzar su sueño de llegar a Estados Unidos.
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Los operativos cada vez más frecuentes del Instituto Nacional de Migración (INM) en colaboración con Ferromex y la Gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, quienes decidieron bajar a los migrantes que viajan montados en los trenes y regresarlos al sur de México en aviones o autobuses, no los frenan de aventurarse a viajar más de 370 kilómetros en 17 horas montados en “La Bestia”.
“Migración intentó bajarnos muchas veces (…) y nos quedamos varados en medio de un desierto, pero nada, estamos acá y nos sentimos superficies porque estamos a solo un paso de lograr nuestro sueño. Fue duro, pero no imposible”, dijo Daiverson Muñoz, un venezolano de 20 años a la agencia AFP.
Mucho menos los desanima el muro de púas que se encuentran al llegar a la frontera con Estados Unidos, justo frente a la llamada Puerta 36, lugar donde esperar entregar su solicitud de asilo. Allí en un terreno fangoso, algunos deciden acampar a espera ser atendidos por las autoridades migratorias de ese país para intentar cruzar regularmente la frontera. Mientras tanto, algunos otros cruzan la frontera a pie para entregarse a la Patrulla Fronteriza.
El hacinamiento migrante que se está viviendo en Ciudad Juárez, también está repercutiendo económicamente a la entidad, cuya economía se basa principalmente en el intercambio comercial con Estados Unidos a través de los cruces fronterizos, por lo que su cierre derivará en la pérdida de empleos.
Por esta razón, el Congreso de Chihuahua ha solicitado a la Federación que se declare Estado de Emergencia en Ciudad Juárez, pues afirman que la crisis migrante está asfixiando a la ciudad, por lo que esperan obligar al Gobierno a solucionar la situación de manera inmediata.
VGB