TUXTLA GUTIÉRREZ. - A pesar de que sus aguas cristalinas y los cientos de pinos invitan a cualquier persona a deleitarse, la Laguna Verde, mejor conocida como Laguna Encantada, "oculta" grandes misterios.
De acuerdo con los relatos de pobladores de Coapilla, municipio zoque en donde se ubica ese sitio natural, es común que, aquel o aquella que se atreva a nadar en sus aguas, lo más probable es que no la libre, pues, según ellos, ha ocurrido en muchas ocasiones tanto con turistas como con los mismos habitantes.
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De hecho, son pocos los que han salido con bien de la laguna, como le ocurrió, en 1952, al doctor y después gobernador Samuel León Brindis, pues la avioneta en la que viajaba se desplomó tras una falla mecánica. Según los testigos, sólo el piloto y él sobrevivieron, pero no los otros tres tripulantes.
Los más ancianos de Coapilla contaron que, en agradecimiento por haberlo ayudado a salir del cuerpo de agua, León Brindis los recompensó: dotó de agua al pueblo y, además, les construyó una carretera.
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MISTERIO A FLOR DE PIEL
Pero los misterios envuelven a la Laguna Verde, situada como a 80 kilómetros de la capital de esta entidad. Una de las leyendas advierte que una niña, llamada Elpidia, era maltratada por su madrastra, quien la mandaba a la laguna para sacar agua con el apoyo de un cántaro.
En tres ocasiones, a esa pequeña se le rompió el recipiente. Como forma de castigo, su madrastra le ordenó sacar agua de ahí mismo, pero ahora con una canasta.
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Triste, pero a la vez, llena de impotencia, la muchachita comenzó a llorar a raudales, lo que provocó que, con sus lágrimas, el nivel de la laguna aumentara.
De pronto, advierten los coapillenses, se le apareció una mujer, quien la invitó a seguirla para acabar con su sufrimiento, y fue así que la llevó a lo más profundo del lago.
EL POZO
Otra versión de los lugareños advierte que la niña era enviada por su madre a obtener el agua, pero de un pozo, y que, tras fallidos intentos al rompérseles los cántaros, se vio obligada a sacarla con una canasta, a la que le comenzó a poner lodo para sellarle los huecos.
Como sus intentos por retener el líquido en el canasto se frustraron, la niña Elpidia lloró amargamente. Entonces, un hombre muy alto se le presentó y le prometió una mejor vida.
Al cerrar los ojos, la pequeña se imaginó estar en una finca, llena de animales, pero en realidad ella fue hallada muerta, por ahogamiento, en ese pozo, cuyo nivel de agua también comenzó a crecer y, a partir de ahí, se formó la bella y enigmática laguna.
Aunque no se tiene una cifra exacta de las personas que se han ahogado, las familias locales consideran que es mejor no desafiar a la "Señora de la Laguna", cuyas aguas, aseveran, son surcadas por serpientes mitológicas brillantes y, desde luego, las encargadas de cuidar ese sitio.
Salvador Pérez, uno de los habitantes más longevos de Coapilla, rechaza que la laguna esté "maldita", como se ha mencionado. Más bien, externa, este lugar tiene muchos misterios, como el de un pez dorado que, según la gente, se deja ver en ocasiones.
Por ello, los que visitan la Laguna Verde o Encantada sólo lo hacen para deleitarse con su belleza, pero pocos son los que se suben a un cayac y la recorren, así como lo hacen los seres extraños que en ella habitan.