RESIDENCIAS MÉDICAS

“Me fui a las grandes ligas”: Grisel, aspirante a una residencia médica en Puebla

La Silla Rota habló con esta aspirante, quien por tercera ocasión reprueba el examen, mientras que Esmeralda se presentó por primera ocasión y lo aprobó en la especialidad de otorrinolaringología

La Silla Rota habló con esta aspirante, quien por tercera ocasión reprueba el examen, mientras que Esmeralda se presentó por primera ocasión y lo aprobó en la especialidad de otorrinolaringología
“Me fui a las grandes ligas”: Grisel, aspirante a una residencia médica en Puebla.La Silla Rota habló con esta aspirante, quien por tercera ocasión reprueba el examen, mientras que Esmeralda se presentó por primera ocasión y lo aprobó en la especialidad de otorrinolaringologíaCréditos: Israel Velázquez
Escrito en ESTADOS el

PUEBLA.- “Me fui a las grandes ligas, busqué medicina interna, cirugía y anestesiología”, dice Grisel Ríos, egresada de medicina en el Complejo Regional Nororiental de la BUAP, ubicado en Teziutlán, Puebla. Ella es una de las 18 mil personas que se prevé presentaron el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM) 2023 en Puebla para ocupar una de las 26 especialidades en el área de salud.

Sentada en una jardinera mientras espera que su mamá la recoja para regresar juntas a Teziutlán, Grisel afirma que “la primera vez que presenté, hace un año, sentí el examen con un poquito más de dificultad, pero obtuve mejor puntaje en comparación con este año que encontré muchas preguntas repetidas o mal redactadas”.

“Y aunque sentí que era un poco más fácil, no se vio reflejado en mi calificación”, que se obtiene con base en las respuestas que los aspirantes dan a 280 preguntas y se evalúan por su grado de dificultad.

Grisel terminó su servicio social en agosto de 2022 y la primera vez que sustentó el examen fue a los dos meses de haber egresado. En ese año, cuenta, se presentaba el examen y “elegías la especialidad teniendo como parámetro para lo que te alcanzaba con los resultados del examen y no partiendo de tu prioridad (…) lamentablemente eso provocó muchas renuncias e hizo que este año cambiara la convocatoria para que te dieran a elegir sólo tres prioridades. Así que, si tu puntaje te alcanza para alguna de ellas, quedas y si no, debes esperar un año para volver a presentar”.

Aunque se muestra decepcionada y piensa en las grandes expectativas que en ella había depositado su familia, por las veces que tuvo que robarle tiempo al sueño para preparar el examen mientras incursionaba en el mercado laboral en un hospital privado de Teziutlán, Grisel, de 26 años de edad, presentará una tercera vez el examen ahora en 2024, porque “creo que todos aspiramos a ser jefes, a no depender de alguien (…) pienso seguir trabajando y volver a intentar”.

La mano izquierda de Grisel presiona una pequeña erupción que tiene cerca de la muñeca derecha mientras cuenta que para “una mujer es un reto gigante entrar a una carrera tan compleja como medicina, porque implica hacer a un lado intereses personales. Yo, agrega, espero tener una especialidad para poder formar una familia, tener hijos… y no haberlo logrado este año implica aplazar esos otros planes”.

Su mente vuelve a su familia: “todos están súper orgullosos, por eso, porque creo que todas tenían unas expectativas grandes hacia mí, siento que los defraudé. Además, también era una meta personal, así que saber que todos están con las expectativas súper altas y no haber pasado es fallarme a mí misma y fallarle a ellos”.

La romería de los doctores

Por la explanada del Centro Expositor que parece una romería en la que no falta la venta de comida rápida, agua y refrescos, van y vienen cientos de médicos. Unos acompañados de sus padres, otros de sus parejas, familiares cercanos o amigos.

Van y vienen los laboratorios y fundaciones que intentan captar personal con volantes y folletos en los que se hace una tímida invitación a unirse a sus equipos, como la Fundación Best que pregunta “¿quieres ser parte de nosotros?” y luego suelta la invitación “¡Únete a este gran equipo!”.

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En una de las pocas zonas con sombra una pareja mantiene una esgrima verbal para evitar decirse si aprobaron o no. Y así se retiran loma abajo tironeando por un momento que bien puede marcar el resto de sus vidas.

“Güey, la neta no me siento tan mal porque yo esperaba un dos”, dice una joven a los dos interlocutores que la acompañan mientras pasan entre caras tristes, desesperadas, angustiadas y una que otra llena de felicidad, como la de Brigitte Esmeralda Gutiérrez Alejandro, originaria de Puebla capital, que presentó el examen por primera vez y lo pasó.

Esmeralda irradia felicidad mientras su mamá le toma decenas de fotos en las que posa con la constancia que acredita su calificación aprobatoria para otorrinolaringología, una especialidad quirúrgica y de las llamadas de Alta Especialidad que tiene mayor presencia en grandes ciudades, como Monterrey y Ciudad de México. “El año pasado se pedía un mínimo de 69 entonces para aprobar, yo lo tomé como parámetro y este año saqué un 80… o sea que me fue muy bien”.

Atrás quedó su segunda opción, que fue ortopedia. Cuenta que el siguiente paso para quienes aprueban el examen es ir a los hospitales que ofrecen la especialidad, entregar el currículum y hacer entrevistas, porque luego hay mucha gente que aprueba y no lo aceptan en ningún lado porque hay muy pocos lugares o bien en ocasiones hay que emigrar de estado.

Su cara cambia un poco cuando prevé que le viene otra dificultad: hay muy pocos lugares para otorrinolaringología y la mayoría de ellos están en la ciudad de México; sin embargo, no pierde el tiempo: a sus 24 años de edad este 2023 ya hizo su servicio y también sustentó y aprobó el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas.

“Para no perder un año entero, sino para entrar a trabajar cuanto antes, sin tener que esperar, con la especialidad bajo el brazo”.

Esmeralda, como Grisel, son el primer médico en la familia. Ella partió su tiempo para prepararse: en las mañanas iba al servicio y lo terminaba a las 16 horas, lo que seguía era comer e inmediatamente después estudiar toda la tarde y robar tiempo también a los fines de semana familiares.

“Ha valido la pena”, asegura con una gran sonrisa.

El ENARM, de acuerdo con la Secretaría de Salud, explora las competencias cognitivas contextualizados en casos clínicos enfocados en salud pública, urgencias y medicina familiar de las cuatro especialidades troncales que son medicina interna, pediatría, ginecología-obstetricia y cirugía general e, incluye, preguntas estructuradas en reactivos con formato de casos clínicos: cada caso contiene de dos a tres preguntas.

Durante tres días, del 26 al 29 de septiembre, miles de médicos acudieron en dos turnos, el matutino a las 07:00 horas y el vespertino a las 14:00 horas, al Centro Expositor ubicado en Los Fuertes de Loreto, en la ciudad de Puebla, para sustentar el examen cuya aprobación no garantiza que se tendrá trabajo. Al término del examen a cada sustentante se le dio a conocer su puntaje impreso por duplicado.