LEÓN, Gto.- El doctor Héctor quiere ser psiquiatra, pero el sistema de Salud se lo impide. Ha presentado cuatro veces el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas y no ha sido aceptado, aunque saca un buen puntaje en la prueba. Este año, unos 47,000 doctores buscan un lugar para estudiar una especilidad médica.
“No hay plazas”, dice.
Tener un puntaje alto no garantiza un residencia médica. A través de un examen de 450 preguntas, el sistema decide quién sí y quién no, como si se tratara de un casting o una visoría futbolística.
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Cada año, en México se realiza el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas, también conocido como ENARM. Este es uno de los eventos más importantes para un médico, aquí pelean por una residencia médica para poder cursar su especialidad, si no es así deberán seguir trabajando como médicos generales hasta obtenerla, o no.
Este año, el ENARM se realiza en cinco sedes distribuidas en los estados de Puebla, Guanajuato y Sonora. Desde todas partes de México, miles de médicos llegaron a la sede ubicada en el Poliforum, en la ciudad de León, para buscar por primera, segunda, tercera, o hasta cuarta vez, obtener su residencia médica.
Llegan seguros de sí mismos, porque confían en que el haber estudiado por un año entero hasta 3 horas diarias les garantizará obtener un puntaje alto. Invirtieron tiempo, pero también dinero, algunos médicos compran cursos de hasta 30,000 pesos; aun así, ni las largas horas de estudio, ni el dinero invertido, les garantiza una plaza para cursar su residencia.
Este 2023, más de 47,000 médicos se registraron al ENARM para pelear por una de las alrededor de 17,000 plazas para cursar su especialidad y obtener su residencia médica en México. Muchos se quedarán afuera, no hay suficientes plazas para todos estos jóvenes que aspiran a superarse, pero también muchos perseverarán hasta lograrlo, como el médico Héctor.
“Son las ganas de salir adelante”: Héctor ha hecho el examen 4 veces, quiere ser psiquiatra
Allá en los Altos de Jalisco, en los municipios pequeños, no existen las mismas oportunidades para crecer en comparación con las que existen en las grandes ciudades. Todos los años, al cumplir la mayoría de edad, mujeres y hombres se despiden de sus familias buscando trazar su camino y cumplir su sueño. Héctor, originario de Yahualica de González Gallo, es uno de ellos. Él sueña con ser psiquiatra y ha trabajado 4 años por alcanzar ese sueño, por las ganas de salir adelante, dice él.
“Si no hubiera salido de mi municipio no habría podido comenzar mi camino”, comentó.
Todo empezó a sus 18 años cuando salió de su casa en los Altos de Jalisco buscando alcanzar ese objetivo. Estudió por meses y logró entrar a la carrera de medicina en la Universidad de Guadalajara. Después de 6 años de estudio se graduó y se convirtió en médico general y enseguida retomó el aprendizaje para prepararse para el ENARM.
Recién egresado a sus 23 años, en 2020, Héctor Alejandro Martínez se apuntó para cursar el ENARM priorizando la especialidad de psiquiatría entre sus 3 opciones, pero a pesar del esfuerzo, la falta de plazas lo privó de esta oportunidad. Se regresó a su casa en Yahualica y, mientras trabajaba en una clínica privada, siguió preparándose para una segunda oportunidad el año siguiente.
“Me sentí frustrado, pensé que no lo había logrado. Inevitablemente me comparé. Te sientes atrasado”, comentó Héctor.
Dentro y fuera de su comunidad, los médicos generales han sido menospreciados e infravalorados por la sociedad, misma que ha minimizado su esfuerzo y años de estudio por no haber cursado una especialidad médica, ya sea por decisión propia o por no haberla obtenido a través el ENARM, pero solo los egresados saben lo que ocurre de verdad: no hay suficientes plazas.
"La sociedad no ve al médico general como un profesionista, te tratan como un interno, pero te tratan como si fueras un estudiante, no lo ven como una carrera como tal. El problema viene desde el principio que te hacen creer que es obligatorio pasar el examen. Lamentablemente solo el 10 o 15 por ciento lo pasa", expresó el doctor Héctor.
Al registrarse para hacer el ENARM, los médicos escriben 3 opciones de especialidades que les gustaría cursar para que, en caso de que la plaza para su primera opción se llene, puedan estudiar su segunda opción o tercera. Así, obligados por la falta de residencias disponibles se ven obligados a hacer carrera en algo que no era su sueño, pero algunas personas, como Héctor, prefieren no darse por vencidos hasta lograr su objetivo.
De 6 a 4 horas, Héctor estudió diariamente para el examen de 2021, pero no logró obtener la residencia en psiquiatría.
“Te sientes triste, pero le tienes que echar ganas, no te puedes lamentar toda tu vida”, dijo optimista.
Necesitan el ENARM para salir adelante
El doctor Héctor explicó además que la necesidad económica también es un factor que agrega presión. Pues el trabajo como médico general no es bien remunerado comparado con los especialistas. Un médico general puede ganar alrededor de 10,000 pesos al mes, mientras un especialista entre 700 y 800 pesos la consulta. Al día pueden dar hasta 8 consultas.
"Para las horas de trabajo que es, es un trabajo mal pagado como tal. Abarca muchas horas y no es bien remunerado". comentó.
La terapia, el pilar emocional de los médicos
Medicina es una de las carreras donde más presión social y psicológica existe. La falta de sueño, los bajos sueldos y la expectativa de excelencia y perfección termina por afectar a nivel psicológico a muchos de los estudiantes y egresados.
El no obtener una residencia médica también tiene un rol importante en este problema. Muchos terminan por darse por vencidos, pero otros descubren herramientas para salir adelante.
En su tercer intento, en 2022, el doctor Héctor descubrió en la terapia un pilar e impulso para no darse por vencido. Cada vez más médicos como él acuden a un especialista en temas de salud mental para enfrentarse a estas barreras que el mismo sistema ha impuesto frente a ellos.
“Saco las fuerzas de mis ganas de salir adelante”, platica Héctor de 27 años.
Actualmente vive en Guadalajara, trabaja en una clínica privada que le pagó un curso de 10,000 pesos para prepararse para el ENARM; ellos, sus papás, sus amigos, compañeros y -aun más importante- él mismo confían en él.
Se siente seguro. En el ENARM 2023 obtendrá su residencia y se convertirá en psiquiatra.
La lucha por una plaza continúa para los más de 47,000 aspirantes.