Chilpancingo.- La violencia en Guerrero no cede. Ahora, el sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio, director del Centro de Derechos de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello, fue atacado a balazos tras salir la madrugada de este miércoles de la Normal de Ayotzinapa, en el municipio de Tixtla, Guerrero.
“Primero me dispararon en la parte de atrás (del vehículo) de la llanta, lo que me obligó a detenerme. De ahí se dirigieron a la parte del frente, y apuntándome por el parabrisas, yo me agaché cuando me apuntó la persona; venían en una moto, y pues escuché el disparo, no me dio gracias a Dios, se fue hacia el asiento del copiloto, y pues yo ya no pude ver qué había pasado. Así que ya no escuché nada, me asomé y ya no había nadie, salí corriendo y corrí como 15 minutos hacia la Normal (Ayotzinapa)”, narró el religioso a La Jornada.
El ataque contra el padre José Filiberto Velázquez Florencio se llevó a cabo alrededor de las 01:00 horas de este miércoles, cuando el padre salió de la Normal Rural Isidro Burgos, donde asistió a una reunión. El punto exacto de los hechos se ubica a medio kilómetro del Balneario Moctezuma a poco más de dos kilómetros de la Normal de Ayotzinapa.
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El sacerdote José Filiberto y el Centro Minerva Bello se han solidarizado en diversos momentos con víctimas de la delincuencia y ha denunciado a grupos criminales, lo que ha provocado reacciones violentas de organizaciones delictivas.
Por ejemplo, ha denunciado en múltiples ocasiones los atentados con drones cargados de explosivos a cargo de La Familia Michoacana y Los Tlacos en Tierra Caliente.
El padre Filiberto Velásquez también se ha destacado principalmente por visitar las zonas de ataques con drones en la comunidad de El Caracol, municipio de Heliodoro Castillo, y dar refugio a los familiares de enfermos del hospital general Raymundo Abarca Alarcón de Chilpancingo.
Este ataque contra el sacerdote se da un día después de que Bruno Plácido Valerio, fundador y coordinador estatal de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), fuera asesinado en las oficinas centrales de Secretaría de Salud Estatal en Chilpancingo.
Y el domingo, Juan Carlos González Olívar, ex líder de la UPOEG, fue asesinado a balazos en el municipio de San Marcos, ubicado en la Costa Chica de Guerrero.
En enero pasado, González Olívar fue puesto en libertad luego de haber estado encarcelado por el delito de homicidio, delito que nunca pudo comprobarse.