En poco más de un año, tres pasantes de medicina han sido asesinados, víctimas de la violencia en el país, sin embargo, ha prevalecido la impunidad, pues las carpetas de investigaciones correspondientes siguen abiertas y en algunos casos las investigaciones no han avanzado, según denuncian familiares de los médicos asesinados.
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El último de los pasantes asesinados es Erick Andrade, cuando el pasado 15 julio un sujeto disparó al médico dentro del Hospital Integral de El Salto, en Pueblo Nuevo, Durango. La Investigación continúa en proceso.
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Ante este y los otros casos, cientos de médicos pasantes han tomado las calles en distintos puntos de la república para exigir justicia por sus compañeros ultimados, así como mejores condiciones de trabajo y mayor seguridad en las zonas a los que son desplazados para realizar sus prácticas.
“Se llegan a resoluciones inmediatas para calmar las exigencias, pero no existe un espacio para analizar la raíz del problema”, dijo la doctora Cynthia Flores, presidenta de la Asociación Mexicana de Médicos en Formación, en entrevista para la mesa de análisis La Silla Rota – El Heraldo de México.
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Para la doctora Eva Pizzolato, representante Nacional de la Asamblea Mexicana de Médicos Pasantes en Servicio Social, la violencia contra los médicos “tiene mucho que ver con el hecho de que en este país reina el crimen”, a lo que se suma una falta de apreciación hacia la profesión médica por parte de las autoridades, expuso.
El doctor Dennys Michel Onofre, representante de Pasantes de Servicio Social en la Ciudad de México, por su parte, señaló que existen muchos tipos de violencias a las que son sometidos los pasantes, las cuales no todas las víctimas están dispuestas a denunciar, tales como amenazas, acoso sexual, hostigamiento, acoso laboral.
“QUÉ MIEDO SER DOCTOR”
El viernes 15 de julio Erick fue asesinado mientras atendía a dos pacientes. Las primeras investigaciones señalan que al hospital llegaron aproximadamente tres vehículos con nueve personas a bordo y dos de ellos se encontraban intoxicados por el consumo excesivo de alcohol y drogas.
“Los llevaban para atenderlos, primero por personal de enfermería y posterior por el propio doctor Eric quien, al momento de hacer las labores de canalización y atención médica, las personas en su estado de intoxicación empiezan a discutir entre ellas mismas; de manera posterior, uno saca un arma de fuego” y dispara, matando al médico de 24 años, explicó el fiscal estatal, Daniel Rocha Romo.
Pese a que el fiscal de Durango, Daniel Rocha, indicó tres días después del asesinato que, gracias a testimonios detallados, se detuvo al presunto responsable del crimen, José Florentino, de 21 años y quien fue puesto a disposición del Ministerio, no obtante, el padre de la víctima ha señalado que las autoridades no le han dado acceso a la carpeta de investigación a la familia.
En entrevista con Ciro Goméz Leyva, el señor José Mauricio Andrade, padre del médico pasante comentó que todo lo que saben del caso ha sido a través de fuentes extraoficiales, por lo que esperan poder tener acceso a la carpeta de investigación.
Familiares y amigos despidieron a Erick con una misa de cuerpo presente. En tanto, con pancartas como “#JusticiaParaEric” y “Qué miedo ser médico en Durango”, ese gremio marchó en protesta por el homicidio del joven.
“DESDE QUE MATARON A MI HERMANO NO SE HA SOLUCIONADO NADA”
El pasado 30 de junio se cumplió un año del asesinato del pasante de medicina, Luis Montes de Oca Armas, en Valparaiso, Zacatecas, caso cuya carpeta de investigación continúa abierta.
“Desde la muerte de mi hermano no se ha solucionado nada, tienen el caso abierto, tienen todos los expedientes necesarios, pero no han hecho nada, ni de parte del Gobierno (estatal) hemos tenido respuesta”, dijo Mariana Nataly, hermana de la víctima en entrevista para 24 Horas.
Aquel día, Luis fue hallado muerto junto con otro médico, dentro de una ambulancia en Valparaíso, la cuál regresaba de Fresnillo, Zacatecas.
El joven fue enviado, junto con un paramédico, al Hospital General de Fresnillo, para llevar a una mujer embarazada con complicaciones; a su regreso, a la altura de Valparaíso, le informó a su papá que una camioneta los seguía, pero ya no se supo de él hasta que se confirmó su muerte.
La hermana de Luis Fernando denuncia que la directora del hospital donde trabajaba el joven fue omisa en una orden de suspender los traslados de pacientes del Hospital General de Huejiquilla, a algún otro municipio -luego de la masacre de 15 personas en Zacatecas dos semanas atrás-, además de que fue enviado fuera de su horario de trabajo.
La vida de los Montes de Oca Armas ha cambiado drásticamente tras la ausencia del pasante, asegura Nataly, quien agrega que ha aumentado la violencia. “Está pésimo, lo único que manda ahí es el cártel”, indicó.
SE DESVANECE LA JUSTICIA PARA LA DOCTORA MARIANA
Mariana de Lourdes Sánchez Dávalos llegó ilusionada al Centro de Salud de Nueva Palestina, municipio de Ocosingo, donde haría su servicio social; sin embargo, el 28 de enero del año pasado fue hallada muerta en el cuarto que le proporcionaban en esa comunidad indígena.
Primero, las autoridades se precipitaron al advertir que la joven se había suicidado, pues fue hallada hincada sobre un cojín, y con una cuerda que surcaba parte de su cuello; incluso, y de forma arbitraria, una agente del MP de la Fiscalía General del Estado ordenó cremar el cuerpo, solo con la supuesta anuencia de una tía.
Pero todo apunta a un personaje clave: Fernando Cuauhtémoc “P”, el médico que la acosaba, quien sería el principal sospechoso del feminicidio.
Según la necropsia de ley, la pasante de Medicina Humana pereció por asfixia mecánica secundaria por estrangulamiento; además, la misma FGE aseguró en un comunicado que en este procedimiento no se hallaron rastros de violencia sexual.
No obstante, la lucha por la verdad comenzó con la llegada de María de Lourdes Dávalos, pero ésta, agotada por la tristeza por el deceso de su hija y por el tratamiento médico al que se sometía de forma constante porque padecía cáncer de seno, falleció en agosto de 2021. Se fue con sed de justicia, en adición, el señalado podría quedar libre en poco tiempo.
Durante el proceso de investigación, “cayeron varias cabezas”, como ocurrió el pasado 14 de febrero: la FGE informó sobre la detención y vinculación a proceso de Analí “N”, directora del Centro de Salud de Nueva Palestina, por abuso de autoridad agravada, debido a que estaba enterada de lo que le ocurría a la doctora, pero nunca avisó a la instancia competente para darle seguimiento al caso.
Con información de Christian González