A menos de dos años al frente de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), Arturo Peimbert Calvo presentó este viernes su renuncia ante el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Luis Alfonso Silva Romo.
Quien fuera consejero jurídico de la presidencia de la república, aseguró que esta decisión no obedece a presión de ninguna índole, sin embargo, admitió ante sus cercanos que le pondrían obstáculos a su labor y, por tanto, no resistiría.
“Estoy convencido de las autonomías y el respeto de los poderes públicos, pero también estoy convencido que los momentos políticos que se viven a nivel social, tienen que contribuir a un mejor entendimiento entre los poderes del Estado y la procuración de justicia es una piedra angular que se necesita de un sentido alto de colaboración”, dijo a medios de comunicación.
El ahora exfiscal, confió que el Congreso del Estado y el Gobernador, Salomón Jara Cruz, puedan generar un mecanismo de elección de la nueva persona titular que permita dar certidumbre a las y los oaxaqueños de que existirá una procuración de justicia en óptimas condiciones jurídicas, políticas y sociales.
Peimbert Calvo, fue electo el pasado 18 de marzo del 2021. Le faltaban cinco años para cumplir el periodo para el cual fue designado.
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Anterior a este cargo fue titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) de 2012 a 2019.
Como fiscal deja varios casos pendientes entre ellos la captura de la cuarta persona implicada en el ataque con ácido contra María Elena Ríos, la localización de Zayra Morales Loyola, así como Claudia Uruchurtu, el caso María del Sol Cruz Jarquín, entre otros casos emblemáticos.