OAXACA.- Jassiel Vladimir Florian Pablo tenía 27 años de edad y un hijo de seis años cuando fue desaparecido el 22 de mayo de 2019 en la localidad de Tlapa de Comofort, Guerrero. Forma parte de las más de 100 mil personas desaparecidas en México. El próximo 24 de diciembre sumarán cuatro navidades de ausencia.
Aunque el dolor cada día es más pesado, Martha Pablo, su madre, respira y se hace fuerte para continuar la búsqueda. Para ella como para las cientos de familias víctimas indirectas de este tipo de violencia, la navidad nunca más volverá a ser un día de celebración. “No podemos sentarnos a la mesa cuando vemos una silla vacía. Es un dolor que nos atraviesa el corazón”.
Jassiel, al ser el hijo más pequeño de Martha era el más apegado y con quien convivía durante las fechas decembrinas. “Yo pasaba la cena con él, ya fuera en casa de su suegra o con algún familiar nuestro, pero siempre convivíamos. Ahora prácticamente son cuatro navidades que él no está conmigo. Son cuatro diciembres que no está conmigo”, recuerda la también fundadora del colectivo Buscando a los Nuestros.
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Por su trabajo en una constructora Jassiel viajaba casi todo el tiempo. Desde el primer momento de la ausencia de su hijo, Martha supo que no sería un camino fácil de transitar, que habría que lidiar con el dolor y aun así levantarse y salir, sabía que la desesperanza rondaría todo el tiempo para hacerla desistir, pero también que la voluntad nadie se la iba a arrebatar. Su promesa de encontrar y llevar a casa a su hijo sigue intacta.
“Yo no he podido ir a Guerrero porque es un estado muy complicado, no se nos garantiza nuestra seguridad. Todo lo había tenido que hacer desde Oaxaca, pero no había avances. Ahora ya hay avances, hay pistas, datos, nada concreto, pero veo que hay más movimiento en esa carpeta”.
Sus palabras salen con fuerza y determinación sostenida por la esperanza y sin miedo porque no tiene otra alternativa. Martha Pablo Cruz de 58 años de edad es madre de tres hijos y abuela de siete nietos. La búsqueda de su hijo el menor la llevó a conformar el colectivo “Oaxaqueños Buscando a los Nuestros”, actualmente integrado por 15 madres de familia.
Para Martha el buscar ha sido desgastante. “A mí sólo me motiva el amor hacia mi hijo. No voy a descansar hasta encontrar a mi hijo. Vivo o muerto, pero lo quiero de regreso acá donde él nació”.
ESFERAS NAVIDEÑAS CON ROSTROS DE DESAPARECIDOS
A manera de esferas, el pasado 12 de diciembre integrantes de distintos colectivos de madres y padres buscadores colgaron los rostros de las personas desaparecidas en Oaxaca en los árboles ubicados frente a la Catedral.
Bajo un framboyán ubicado frente al templo de Santo Domingo, colocaron listones y fotografías con los rostros de cada una de las personas ausentes a manera de involucrar a la ciudadanía en la localización y recordar a las autoridades que tienen trabajo pendiente. Ésta es la segunda ocasión que intervienen en el “árbol de la esperanza”.
De acuerdo con el conteo realizado por las organizaciones buscadoras, en Oaxaca son al menos cinco mil personas desaparecidas algunas de manera reciente y otras desde hace años, incluso décadas.
Uno de los casos emblemáticos es el de Zayra Morales Loyola, quien fue desaparecida el 23 de octubre de 2020 en Santa María Xochixtlalpilco, Huajuapan de León. La joven madre de dos niños salió de casa para cancelar una cena. Hasta el momento no ha sido localizada.
Otro más es el de Claudia Uruchurtu Cruz quien fue desaparecida el 26 de marzo de 2021 tras participar en una manifestación frente al edificio del ayuntamiento de Nochixtlán. Por su desaparición hay cuatro personas detenidas, entre ellas la expresidenta de aquel municipio, Lizbeth Victoria Huerta.
Martha Pablo Cruz, coordinadora general de Sabuesas Guerreras en Oaxaca indicó que hay cientos de personas de todas las edades que fueron desaparecidas en la entidad, algunas llevan más de cinco años sin ser ubicadas.
En lo que respecta a la agrupación que coordina en la entidad, son 10 personas a las que han buscado a través de labores de rastreo y acciones públicas que buscan atraer el reflector hacia esta problemática que ha fracturado a miles de familias en el país.
En Oaxaca, ya sea por desconocimiento o por temor, muchas de las víctimas no se atreven a presentar sus denuncias.
En aquellos casos en donde lo han hecho se enfrentan a la revictimización y desatención del funcionariado público quienes con sus preguntas buscan orientar la responsabilizar a la víctima de su desaparición.
Martha Pablo, quien es fundadora en Oaxaca de la colectiva y es madre de Jassiel Vladimir Florian Pablo, indicó que, desde su conformación hasta el momento, 10 familias que buscan a un hijo, hermano, esposo, madre o hija, se aglutinaron en Guerreras Oaxaca y desafortunadamente cada día son más.
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