OAXACA.- Avanzadas las investigaciones en el feminicidio de Jazmín Zárate Aquino, se sabe que la joven cantante originaria de Oaxaca fue asesinada de 17 puñaladas, y que recibió siete más cuando ya estaba sin vida.
Las pruebas recabadas apuntan a Edmundo N, quien incluso, al enterarse de la búsqueda de Jazmín, acudió ante el ministerio público para levantar un acta en un intento de deslindarse de responsabilidades.
Sin embargo, material de videovigilancia, la geolocalización de un teléfono celular, así como una declaración hecha por Edmundo N, fueron fundamentales en su vinculación a proceso en el feminicidio. En este sentido, las víctimas indirectas pelearán por una penalidad no menor a 50 años de prisión.
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“La fiscalía aportó elementos suficientes que fueron valorados de manera conjunta e individual, se consideraron suficientes para la vinculación a proceso. Ahora tenemos cuatro meses para aportar información dentro del periodo de investigación complementaria. Posterior a ello vendrá la etapa que la ley señala como intermedia y en la medida que se vaya avanzando hasta llegar a etapa de juicio”, explicó el abogado de la familia de Jazmín, Justino García Hernández.
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Pruebas, “contundentes”: abogado
Al considerar que las pruebas contra Edmundo N son contundentes y en vista de que la defensa del presunto no aportó ni una sola para acreditar su inocencia, el proceso podría culminar máximo en un año, confió.
“En este momento no hay razón de que se entorpezca el caso, quizá entre ocho meses a un año se podría llevar el juicio. Si él se declara confeso podría pedir un procedimiento abreviado”, expuso.
Y es que durante las indagatorias se estableció que Edmundo N. quien era una persona de confianza de Jazmín por haber sostenido una relación de noviazgo, la llevó a San Lorenzo Cacaotepec el domingo 6, lugar en donde la joven cantaría en una fiesta. Más tarde Edmundo presuntamente regresó por ella.
El feminicidio de Jazmín
El 7 de noviembre, el cuerpo de Jazmín fue hallado sin vida en un paraje de aquella localidad, ésta presentaba varias heridas con arma punzocortante. De acuerdo con los peritajes 17 fueron hechas antes de la muerte y 7 más después de la muerte.
“Este tipo de hechos se cometen en la clandestinidad, en un lugar despoblado, que fue una de las agravantes de este caso además de la cantidad de lesiones que le provocó en diferentes partes del cuerpo, 17 fueron hechas antes de la muerte y 7 más después de la muerte lo que denota un sentimiento de odio hacia el cuerpo de esta persona, le dañó las piernas con tal de demostrar que ella no se podía ir y que tenía que estar sometida a la decisión que él estaba tomando”, expresó.
A los datos anteriores se sumó una declaración de Edmundo N, quien el día en que fue hallado el cuerpo de Jazmín acudió a levantar un acta ante agentes del ministerio público de Etla en la que declaró que personas desconocidas intentaron robarle su moto, sus pertenencias y que lograron arrebatarle a Jazmín.
“En esa declaración, él aportó la información con la que después en la investigación se pudo determinar qué estuvo haciendo. Su defensa no aportó ningún dato para decir que él no cometió el hecho que le están imputando, su defensa se basó en querer demeritar el trabajo de la policía”, apuntó.
No me atreví a reconocer el cuerpo, quise recordarla como era: madre de Jazmín
Sus labios pintados de rojo esbozan una sonrisa. Sus ojos reflejan los sueños que le arrebataron. Así, desde el arte, la imagen de Jazmín Zárate Aquino plasmada en un mural de su natal Cuilápam de Guerrero es el grito de justicia.
Feminicidios en Oaxaca
Jazmín Zárate Aquino fue la víctima 126 de la violencia feminicida en 2022 en Oaxaca, su cuerpo hallado en un paraje de San Lorenzo Cacaotepec mostraba signos evidentes de violencia extrema.
El próximo lunes se cumplen tres semanas desde su localización sin vida. Durante ese lapso a través de redes sociales, manifestaciones y ahora en un mural, familiares y amistades de la joven demandan que no haya impunidad.
Adriana Aquino madre de Jazmín, recibió la noticia poco antes de las 11 de la mañana del 7 de noviembre. El día se derrumbó. Poco antes de ser informada del hallazgo, había comprado un helado y un pastel para celebrar el cumpleaños 28 de Jazmín, madre de Luna una pequeña de 4 años de edad. Nunca se imaginó que aquel día de felicidad, sería un día de luto.
Adriana señala que en medio de un contexto de violencia contra las mujeres que vive el país y un estado como Oaxaca con una Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, el temor diario es no volver a ver a sus hijas.
“Fue mi hermana quien reconoció el cuerpo. Me dijo: tienes que ser fuerte porque tu hija va muy golpeada, muy lastimada y tienen que ser fuerte. No me digas, a mi entrégamela. Yo no quiero saber qué le hicieron”. La mente de Adriana voló, imaginando las cosas que pudo haber sufrido su hija. En ese momento se negó a saber cómo había fallecido.
Luego, tras la captura del presunto responsable Edmundo N, una cascada de preguntas aún sin respuesta: ¿Por qué lo hizo?, ¿Por qué con tanta saña? ¿Qué le hizo ella para que la matara de la forma que lo hizo?”. “Yo no quise ver el cuerpo, quise recordarla como era”.
VGB