El historial crediticio es un documento que sirve como referencia para que las instituciones financieras conozcan el comportamiento de pago de una persona y los adeudos que tiene. En el historial aparecen las tarjetas de crédito o departamentales que hayas tramitado, los préstamos solicitados y algunos servicios contratados, por ejemplo, los planes de pago del teléfono o TV de paga.
Debes saber que si solicitaste una tarjeta departamental o una tarjeta de crédito, has comenzado a crear un historial crediticio. De la misma forma, si tienes un crédito personal, uno hipotecario u otro tipo de crédito, también has creado un historial crediticio.
Si bien es cierto que todos los adeudos se registran en el Buró o Círculo de Crédito, existen deudas que no se archivan en el historial crediticio, como:
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Deudas que sí afectan tu historial crediticio
- Servicios con empresas de telefonía celular
- Televisión de paga
- Tiendas departamentales
- Adeudos fiscales con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Consultar tu historial crediticio, al menos una vez al año, es un derecho y obligación que toda persona tiene con la finalidad de conocer su situación financiera, además ¡es gratis! aunque recuerda que a partir de segundas consultas ya genera un costo extra.
Cuidado con los charlatanes
En páginas de internet, en redes sociales, en avisos oportunos y hasta en anuncios en plena vía pública hay charlatanes que buscan víctimas a quienes robarles su dinero y datos personales. En algunos Estados de la República hasta locales comerciales anunciando servicios milagro que nadie tiene forma de poder ofrecer, de acuerdo con el Buró de Crédito.
Explicó que, para atraer a sus víctimas, los defraudadores hacen sus anuncios atractivos con leyendas como “te borramos del Buró de Crédito”, “te sacamos del Buró de Crédito”, “te saneamos tu Buró”, “te modificamos tu Reporte de Crédito”, “te subimos tu Mi Score”, “te eliminamos deudas”, “te ayudamos a obtener crédito aunque estés mal en Buró”, “te amparamos ante Buró de forma legal”, y un largo etcétera.
Sin embargo, quienes caen en la trampa van a perder cientos o incluso miles de pesos pues los defraudadores cobran caro. En sus sitios o anuncios, los estafadores dan números de una cuenta supuestamente a nombre de Buró de Crédito o de una empresa o de un despacho jurídico, cuando en realidad, a la hora de ver el ticket del depósito, la cuenta sale a nombre de una persona física que quien sabe si exista.