La tarjeta de crédito es el producto financiero más usado entre los mexicanos, y significa alrededor del 60% de los contratos de financiamiento dirigidos al consumo, según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
¿Por qué pagamos a meses sin intereses? Las tres razones principales son: por lo práctico de sacar el plástico y no cargar efectivo, por seguridad o porque no se tiene liquidez inmediata.
Como regla general, recuerda que si pagas a cuotas la compra “ideal” es aquella que mantenga su vigencia incluso después de que hayas terminado de pagar la deuda, por ejemplo: computadoras, autos y algunos electrodomésticos.
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De acuerdo con Bancompara, la “peor” compra que puedes hacer a meses es la de productos o servicios perecederos o efímeros, pues no te conviene endeudarte por aquello que terminará costando mucho más de lo que duró, como por ejemplo: juguetes, ropa de temporada, entre otros.
Cual sea tu motivo para elegir los pagos a cuotas, aquí hay algunas recomendaciones y riesgos de pagar a meses sin intereses.
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3 riesgos ocultos de los meses sin intereses
1. Cúmulo de pagos a meses sin intereses
Es muy fácil salirse de control planeando la compra de un solo producto y terminar comprando varios a meses sin intereses. Esto representa un desbalance en tus finanzas y un gran riesgo para tu solvencia.
Antes de hacer varias compras a meses sin intereses lo recomendable es que lleves un control de los pagos que ya haces en mensualidades. Si notas que la cantidad resultante de la suma de todos los gastos a meses tiene un porcentaje mayor al 30% de tus gastos, estas en un gran riesgo de endeudamiento.
2. Los intereses
Cuando tú haces una compra a meses sin intereses, todo puede estar bajo control. Sin embargo, cuando ya tienes muchas compras para pagar en meses a un grado tal que tu compromiso de pago, de acuerdo con tu estado de cuenta, es demasiado alto para ser solventado sin comprometer el pago de tus egresos fijos, entonces has caído en uno de los riesgos de esta “facilidad” de adquisición. Cuando el pago de tu tarjeta de crédito llega a un límite máximo, lo más probable es que no puedas pagar la cantidad total comprometida, lo que te orillará a pagar una cantidad menor o, incluso, la cantidad mínima especificada en tu estado de cuenta.
3. Las compras a meses sin intereses, terminan siendo gastos hormiga
Los gastos hormiga pueden ser desde las compras en la tienda de la esquina, el café de la mañana, hasta las propinas en restaurantes, estacionamientos y supermercados. Ahora bien, existen ocasiones en las que los pagos a meses sin intereses son catalogados como gastos hormiga, ya que, al comprar con esta modalidad, sientes que la cantidad es tan pequeña que no amerita considerarla dentro de tu balance mensual.