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Selección Mexicana 2026: Nueva 'piel' y esperanzas en un mal producto vendedor

El jersey mundialista del Tricolor evoca el modelo azteca empleado en Francia 98 en un grito al mercado de la nostalgia que se niega a morir

Camisa Selección Mexicana Mundial 2026.
Escrito en DEPORTES el

El uniforme deportivo, más que una segunda piel, representa la envoltura de una identidad única que resume simbólicamente a una organización y en ocasiones una nación entera o grupo de naciones. Es también el principal engranaje de una maquinaria inteligente de extracción económica.

La presentación oficial del jersey que lucirá la Selección Mexicana en el Mundial 2026 ocurrió el 5 de noviembre de 2025. 

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Adidas confirmó un diseño que ya circulaba en redes desde hace semanas: verde intenso, detalles blancos y rojos, y en el centro del pecho, grecas que recuerdan el distintivo calendario azteca en tonos más oscuros. 

Este lanzamiento comercial marca el inicio de una operación mercadológica que proyecta cifras récord.

A punto de transpirar

Esta columna Fan Pro número 16 en La Silla Rota se cierra el jueves 6 de noviembre de 2025, apenas unas horas después de darse a conocer el uniforme oficial del Tri en la Copa del Mundo Norteamérica 2026.

La nueva línea parece no tan accesible para todos los bolsillos. El jersey de local de México, en la versión fan, alcanzará los $1,999 pesos en moneda nacional. La versión de jugador rondará los $2,999 a $3,199 pesos según su fabricación. 

Para contexto: hace apenas cinco años, estas camisetas costaban entre $800 y $1,200 pesos. El incremento no responde únicamente a la inflación. Responde a un fenómeno que la industria deportiva ha denominado con precisión: la captura emocional del consumidor mediante símbolos nacionales.

Sí, se trata de un atuendo importante, pero además es la armadura elegida para el grupo de combatientes de pantalón corto que por enésima vez buscará revertir una historia de fracasos como sede de un Mundial.

Aquel uniforme tan querido y… rentable

Cuando el diseñador Ricardo Guzmán dibujó el uniforme de México para Francia 1998, no imaginaba que crearía un ícono comercial que vendería durante más de dos décadas. 

Ese jersey, fabricado por la marca de ropa deportiva ABA Sport, contenía el primer calendario azteca oficial estampado en una camiseta mundialista. 

Los datos revelan que esa prenda presumida sobre canchas galas continúa como la más vendida en la historia de la Selección Mexicana.

El diseño contiene la icónica figura de Tonatiuh  Dios solar para los mexicas y también se encuentra en el centro del Calendario o Piedra del Sol.

Hoy, ABA Sport –marca que desapareció años por los problemas legales de su fundador Jorge Lankenau hasta que su hijo del mismo nombre decidió reactivarla en 2022– sigue comercializando réplicas del jersey de 1998 a precios que han escalado de 199 pesos en su edición original a 899 pesos en 2020. 

Sin embargo, tiene solicitudes de compra llegan desde Europa, Argentina y Estados Unidos. La nostalgia, en términos económicos, es un activo que no se desprecia.

Las ‘zancadillas’ de la historia

Adidas comprende una lección histórica. La marca alemana no simplemente regresa al verde en 2026; regresa a la narrativa emocional de 1998. 

Existe un detalle crucial: para la Copa Confederaciones 1999, México quiso reutilizar un uniforme similar con el calendario azteca, pero simplemente no pudo aunque es muy parecida la que exhibió el Tri dirigido por Manolo Lapuente –fallecido apenas el 25 de octubre de 2025– y que ganó la Final del torneo por 4-3 ante Brasil, en el Estadio Azteca.

La Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales de México, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 8 de febrero de 1984, y en su reforma publicada el 1 de julio de 2025, establece multas de hasta 10,000 veces el salario mínimo actual por alteración o falta de respeto a símbolos nacionales. 

La marca mexicana Garcís tuvo que hacer cambios en su diseño final, porque para no parecerse a la de Aba Sport puso en principio el Escudo Nacional, lo cual estaba prohibido por el artículo 6 de la Ley mencionada.

Hoy el comunicado oficial de Adidas incluye una línea que pasó desapercibida para muchos: “Reproducción autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)”. 

Esta cláusula no es decorativa. Representa una lección aprendida tras décadas de conflictividad regulatoria alrededor de los símbolos patrios.

En 2016, la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) multó a Inglaterra y Escocia con $42,000 y $18,600 euros, respectivamente, por exhibir amapolas en sus uniformes durante recordatorios de la Primera Guerra Mundial. El organismo internacional cataloga toda insignia política, religiosa o comercial no autorizada como violación de reglamento.

Así que Adidas no comete ahora ese error. Al obtener autorización explícita del INAH, la marca alemana asegura no solo cumplimiento normativo mexicano, sino también protección ante posibles infracciones del Código Disciplinario de la FIFA

El mercado negro y la piratería

Según datos de la Cámara Americana de Comercio en México (AmCham), el mercado de la piratería en México alcanza un valor proyectado de $2,991 millones de dólares. En cuestión específica de camisetas deportivas, la piratería mueve cifras que compiten directamente con las ventas oficiales.

Para la Copa del Mundo Sudáfrica 2010, la camiseta negra ‘de visitante’ de México se convirtió en un fenómeno de ventas. Adidas estimó que venderían 3.5 millones de productos relacionados con la Selección para ese año. 

Sin embargo, la venta de prendas piratas comenzó a superar las oficiales incluso antes del inicio del torneo. La piel oscura en alusión a su uso en el continente negro fue todo un hit, tanto en versiones originales como en réplicas de dudosa Calidad.

En 2022, cuando México jugó contra El Salvador en el Estadio Azteca –hoy bajo el naming de Banorte desde el 14 de marzo de 2025, pero que durante el Mundial 2026 se llamará simplemente Estadio Ciudad de México por mandato de la FIFA– vendedores ambulantes ofrecían la nueva camiseta en versión pirata entre 200 y 500 pesos, a menos de 24 horas de filtrarse el diseño oficial. 

La organización criminal ‘La Unión Tepito’ fabrica playeras piratas en vecindades de la CDMX con códigos de barras falsificados, documenta la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), invirtiendo recursos mínimos para obtener márgenes de ganancia exponenciales.

Lealtad emocional vs. capacidad económica

La motivación extrínseca influye directamente en el interés hacia las comunidades de marca en equipos de futbol. Es decir, que el consumidor no compra la camiseta por lo bonita que es la tela de moda o por lo confortable de la tecnología climacool+. Lo que compra pertenencia.

En contexto mexicano, un estudio cualitativo de la Universidad de Palermo realizado en clubes de futbol profesional identificó que los aficionados experimentan una explosión de emociones al adquirir la prenda oficial y el diseño tiene mucho que ver.

Aquí surge la paradoja central: la Selección Mexicana es un mal producto que sistemáticamente vende bien. El fan acaba comprando camisetas, boletos y merchandising. ¿Por qué? Está adherido a una lovemark, una marca de la cual te enamoras. Y al amor se le perdona todo… o casi todo.

Aglutinación de identidad: Fábregas Puig

El comportamiento del fan mexicano desafía las lógicas del marketing deportivo convencional. 

Antropólogos que estudian el fenómeno han documentado que los uniformes actúan como "objetos totémicos" en la articulación de las identidades colectivas. No representan únicamente un equipo; encarnan el territorio, la historia y el futuro, expone en exclusiva para la elaboración de esta columna el Doctor Andrés Fábregas Puig, antropólogo chiapaneco con especialidad en etnohistoria.

Cuando se viste la verde, el fan mexicano no se viste como seguidor de un club competitivo. Lo hace como portador de una narrativa mayor, agrega.

“La gente se aglutina alrededor de un símbolo que se convierte en un imán poderoso. Las camisetas, como las gorras y hasta las pinturas en la cara son símbolos de pertenencia muy grandes.”

“Si yo uso la misma camiseta de los jugadores, me identifico  con un símbolo que va más allá del deporte, me identifico con una manera de vivir y una visión del mundo que comparto con otros. La gente no va a los estadios solamente a gritar, sino a reafirmarse como comunidades de identidad real, concreta, alrededor del futbol”, expresa.

La Selección Mexicana es reconocida como una de las selecciones patrocinadas por Adidas que genera mayores volúmenes de ventas a nivel mundial y no por su desempeño deportivo, sino por su capacidad de activación emocional, como analiza Darren Heitner para Forbes.

Entre ‘pieles’ deportivas te veas

A nivel competitivo de mercado, Adidas vive su momento de máxima expansión en el futbol internacional. Según datos de GlobalData, citados por Reuters, esta marca ganó terreno en 2025 con un incremento de 10 puntos básicos, alcanzando 1.9 por ciento de participación global en textiles deportivos.

Nike sufre un retroceso de 30 puntos básicos hasta 2.6 por ciento, mientras que las acciones de Adidas han subido 53 por ciento en el último año.

En el Mundial 2026 específicamente, Adidas vestirá a ocho selecciones clasificadas:  Arabia Saudita, Argelia, Argentina, Colombia, Japón, Qatar y Sudáfrica, además de la anfitriona México.

Entre tanto, Nike equipará a siete: Australia, Brasil, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Inglaterra y Uruguay), y Puma a otras siete: Costa de Marfil, Egipto, Ghana, Marruecos, Paraguay, Nueva Zelanda y Senegal

Otras marcas se reparten hasta el momento el resto de participantes: 7Saber, Uzbekistán; Kappa, Túnez; Kelme, Jordania; Majid, Irán; Marathon, Ecuador; y Tempo, Cabo Verde.

El precio como acto político

El precio de $3,199 pesos mexicanos para la versión de lujo, de jugador, del uniforme 2026 no es accidental. Representa 55 por ciento más que hace cinco años. En un país donde el poder adquisitivo promedio del aficionado mexicano se ha contraído consecutivamente desde 2020.

Este modelo de negocio es sofisticado. Adidas no persigue a los vendedores piratas con la intensidad que podría. La piratería absorbe demanda que, de otro modo, presionaría a la baja sobre el precio de venta. El mercado informal actúa como colchón de demanda, permitiendo a la marca teutona mantener precios elevados en el segmento oficial.

México será anfitrión del Mundial 2026 por tercera ocasión en su historia (previamente 1970 y 1986) y se proyecta una derrama económica cercana a $3,000 millones de dólares, informó Mikel Arriola, actual presidente de la FMF.

En este contexto, la Selección Mexicana no es únicamente un equipo deportivo. Es un activo de política pública, diplomacia económica y narrativa nacional. El uniforme 2026 activa precisamente esta dimensión: al regresar al verde con simbolismo azteca, México recupera una narrativa de continuidad histórica que trasciende la presente administración.

La nostalgia de 1998, empaquetada por Adidas en 2025, no es accidente. Es estrategia. Y funciona precisamente porque el Tri es regularmente un mal producto que vende bien: la contradicción es exactamente lo que la hace rentable.

Héctor Quispe

@HectorQuispe