Un fan cementero pierde la vida en el estacionamiento del Estadio México 68 de Ciudad Universitaria y existen testimonios y periciales de que fue estrangulado por personal de seguridad.
Inverosímiles resultan las primeras investigaciones al respecto por lo difícil de comprender que quien debe auxiliar es quien genera y, en este caso, hasta ocasiona un peligro de muerte.
Terror de la vida real
Esta Columna Fan Pro número 15 en La Silla Rota se cierra el jueves 30 de octubre de 2025, cuatro días después de que Rodrigo Mondragón, fan declarado del Cruz Azul, murió víctima de asfixia causada por estrangulamiento.
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Esto le ocurrió tras ser sometido por personal de seguridad del también llamado Estadio Olímpico Universitario, según reveló la necropsia realizada por el Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses, en la que además se analiza una fractura de cráneo.
El episodio ocurrió en el estacionamiento del recinto, después del partido entre Cruz Azul y Rayados, y vuelve a colocar al futbol mexicano en el centro de una crisis que evidencia ineficacia y peligro.
No es un caso aislado. En menos de un trimestre, tres aficionados han perdido la vida en circunstancias similares relacionadas con partidos de la Liga BBVA MX.
El 15 de agosto, una mujer fue asesinada durante una riña con disparos en las inmediaciones del Estadio Cuauhtémoc en Puebla. Esa misma semana hubo trifulcas campales en los graderíos del ‘Volcán’ y del Akron que arrojaron decenas de heridos. El 24 de octubre, un joven de 18 años murió apuñalado tras la serenata previa al Clásico Tapatío en Guadalajara.
El patrón que la industria se niega a reconocer
Si el hecho pareciera insólito con lo mencionado, el ‘show’ de los deslindes de las entidades deportivas son para ‘coleccionar’.
La Liga BBVA MX aseguró en sus respectivos canales digitales que en el operativo de seguridad del partido “no se comunicó ningún incidente”, pese a que desplegó mil 600 elementos de la Policía Auxiliar, 189 de seguridad UNAM, 900 de seguridad privada y 60 de protección civil universitaria.
Esta narrativa, que minimiza los hechos, es recurrente en una industria que sistemáticamente descarta su responsabilidad y declara que son “hechos aislados que nada tienen que ver con el futbol”, como recopiló la entrega 4 de esta columna: muchos directivos la siembran desde ‘su cancha’.
Para los irresponsables que toman decisiones, un estacionamiento no es parte del estadio. Así de absurdo. Sin embargo, a nivel mercadológico, la experiencia del fan cuenta desde el momento en que accede al escenario deportivo, no solo cuando llega a su butaca.
Se trata de un campo virgen de protocolos de seguridad que protejan la integridad del aficionado, la urgencia de legislaciones que garanticen su bienestar y, sobre todo, la evidencia de una industria mezquina que mercantiliza la pasión mientras abandona al consumidor final.
Tras los funestos acontecimientos en lo que va de este Apertura 2025 la Liga BBVA MX ha mencionado que se reforzarán protocolos del Fan ID para evitar las tragedias. Hasta el cierre de esta edición no se informaban los ajustes precisos que tendrá el mecanismo de identificación de asistentes a los foros futboleros de Primera División.
Un historial de violencia e impunidad
La muerte de Rodrigo Mondragón se suma a un historial alarmante de tragedias en estadios mexicanos. Entre 2024 y 2025, al menos cuatro aficionados han fallecido en "actividades deportivas" de la Liga MX.
En julio de 2024, un seguidor de los Xolos de Tijuana murió por disparos en las afueras del Estadio Caliente. En enero de 2024, una aficionada falleció atropellada en el Estadio TSM de Torreón.
El antecedente más grave permanece en la memoria colectiva: la tragedia del Estadio Corregidora el 5 de marzo de 2022, cuando aficionados de Querétaro y Atlas protagonizaron un motín violento. Aunque las autoridades reportaron oficialmente 26 lesionados, testigos y medios cuestionaron la versión gubernamental que negaba muertes. La brutalidad de las imágenes difundidas contradecía el discurso oficial.
El fracaso del Fan ID y la simulación de la seguridad
Tras la vergüenza ocurrida en Querétaro, los federativos decidieron ‘esconder la tierra bajo la alfombra’ para no hacer mucho ruido e implementar el Fan ID, un sistema de identificación biométrica operado por la empresa Incode.
Más de 3.7 millones de aficionados se han registrado, según datos de 2025. Sin embargo, la aplicación del sistema es irregular: en estadios como el Azteca, el Jalisco o el Olímpico Universitario, el Fan ID simplemente ni se requiere en muchos casos. Así que todo queda en una ‘pantallita ID’.
Hay más ‘contras’: El perito informático Iván Díaz González advirtió que la plataforma “falta a los principios de integridad, disponibilidad y confiabilidad”. La información recabada puede ser transferida a terceros sin consentimiento del usuario. Además, el Instituto Nacional de Transparencia (INAI) impuso multas a la FMF por deficiencias en medidas de seguridad.
Con episodios como la muerte de Rodrigo Mondragón, queda claro: hay que resignarse a no tener un respaldo administrativo que ayude a prevenir estas desgracias.
La violencia como patrón estructural
La violencia en estadios no es exclusiva de México. En Argentina, más de 100 personas murieron en los últimos 20 años; 157 en Brasil entre 2009 y 2019, y 170 fallecieron en Colombia entre 2001 y 2019. El 21 de agosto de 2025, el partido entre Independiente y Universidad de Chile en Buenos Aires fue suspendido por violencia que dejó 22 heridos.
El sociólogo Diego Murze, autor del libro Futbol, violencia y Estado, explica que existe una idea de que los estadios son espacios donde es legítimo cometer actos de violencia, reseña La Jornada. Según Murze, hay una “lógica tribal que siempre primó en el futbol”.
Omisiones costosas
Jorge Moreno, magíster en Investigación en Psicología del Deporte por la Universidad Autónoma de Barcelona, señala que los factores psicosociales que inciden en la violencia incluyen familias disfuncionales, desempleo, falta de educación en valores y “poca tolerancia”.
Para combatir la violencia, desde la psicología deportiva se recomienda estimular comunicación adecuada desde los medios, involucrar a jugadores y dirigentes en la concientización, e imponer sanciones.
Estudios académicos identifican la “falta de preparación del evento y la carga emocional” como causas principales de violencia en estadios deportivos. La investigación destaca la falta de seguridad en la organización del evento; lugares no aptos donde las hinchadas deben estar separadas; mala dirección del evento deportivo; falta de educación y cultura por parte de los jugadores en sus mensajes públicos.
Lo que no se menciona es la omisión deliberada de los directivos al restarle importancia a estos hechos. Se trata de un error de gestión técnica y directiva al no analizar riesgos reputacionales por malas decisiones al respecto.
La inseguridad genera pérdidas
Cada incidente se traduce en sanciones deportivas, estadios vetados, partidos a puerta cerrada y pérdidas millonarias en boletaje, patrocinio y transmisión.
El costo también afecta a trabajadores eventuales que laboran en los partidos. El caso de Querétaro vs Atlas en 2022 demostró cómo la violencia se convierte en un factor que fragmenta la confianza de sponsors, ahuyenta a familias de los estadios y encarece los costos de seguridad.?
La presencia de violencia ha demostrado a nivel mundial reacciones tajantes de patrocinadores ligados al deporte. Sin embargo, tras la tragedia de Querétaro, de los seis patrocinadores principales de la Liga BBVA MX (BBVA, Voit, Caliente, Charly, Tecate y Konami), solamente BBVA y Voit emitieron comunicados, y ninguno rompió relaciones comerciales, como publica El Economista en su informe.
¿Cómo pierde la identidad deportiva cuando no garantiza la seguridad de los asistentes? La respuesta es clara: daños reputacionales que erosionan la confianza. Los clubes de futbol de élite tienen en su marca su activo más valioso, y cualquier vulnerabilidad puede generar crisis, como expone la académica Lina María Sandoval.
¿El Mundial 2026 en jaque?
A menos de dos años de la Copa del Mundo 2026, que México organizará junto con Estados Unidos y Canadá, la violencia en estadios pone en duda la capacidad del país para garantizar armonía. México será sede de 13 partidos, incluyendo el inaugural en el Estadio Azteca. Las sedes mexicanas son Azteca, BBVA en Monterrey y Akron en Guadalajara.?
La FIFA exige que las asociaciones anfitrionas cuenten con reglamentos comunes de seguridad y manuales por estadio.
El organismo indica que los estadios deben tener equipos de gestión de seguridad que consideren necesidades de aforo y magnitud del evento. Los complejos utilizarán equipo tecnológico especializado para garantizar seguridad, incluyendo cámaras con reconocimiento facial y sistemas de detección de fuego.
Lecciones del modelo inglés
Inglaterra transformó radicalmente la seguridad en sus estadios tras la Tragedia de Hillsborough en 1989, que dejó 96 muertos. El país implementó ocho estrategias clave.
1. Acabar con el problema desde su inicio: eliminar hechos de violencia en todos los colegios de Inglaterra.
2. Leyes duras: desde 1990 se prohibió de por vida el ingreso al estadio de hinchas violentos y se establecieron penas de cárcel efectivas.?
3. Comando especial: se formó un grupo que se infiltró en barras bravas e identificó a más de 5 mil hinchas peligrosos.
4. Guardias privados: cada equipo creó sus propios grupos de seguridad y se instalaron cámaras con circuito cerrado.
5. Asientos para todos: se hizo obligatorio que todas las tribunas tuvieran asientos individuales.
6. Bonos: el gobierno otorgó créditos a clubes que cumplieron con las normas.
7. Cultura de seguridad: las sanciones se cumplen de manera efectiva; quienes reciben prohibiciones deben presentarse en comisarías durante los partidos.
8. Separación clubes-ultras: los presidentes no toleran violencia, creando un ambiente donde la seguridad es prioritaria.
Chris Whalley, director de Seguridad en Estadios de la Asociación de Futbol de Inglaterra, afirmó que “toda persona declarada culpable de un delito relacionado con el futbol debe recibir de tribunales una orden de prohibición de ingreso a los estadios, por un mínimo de tres años”, publica La Tercera en un artículo.
¿Qué dice la ley en México?
El Reglamento de Seguridad para Partidos Oficiales de la FMF indica que los estadios deben cumplir con normas establecidas por FIFA y el Consejo Interno de Seguridad. El artículo 11 obliga a todos los clubes a establecer un programa de Seguridad y Protección Civil, contando con tecnología en materia de video con cobertura en todas las zonas internas y externas.
Sin embargo, no existe legislación específica que tipifique la violencia en estadios como delito grave a nivel federal. La Liga BBVA MX y la FMF emitieron comunicados en los que expresan su búsqueda de que las autoridades puedan calificar la violencia en los estadios como un delito grave. Esta omisión legislativa es una de las principales fallas culturales al respecto.
Voces desde el derecho deportivo
El derecho deportivo en México se regula mediante la Ley General de Cultura Física y Deporte, reglamentos de federaciones y normativa internacional. Sin embargo, especialistas advierten que la seguridad en espectáculos deportivos es uno de los temas que debe abordar esta rama del derecho.
La Ley para Prevenir la Violencia en los Estadios de la Ciudad de México establece que se debe contratar "al menos 1 elemento de seguridad pública que pertenezca a la policía complementaria por cada 25 aficionados". Pero la muerte de Rodrigo Mondragón demuestra que la cantidad de elementos no garantiza su correcta actuación ni capacitación.
Soluciones que otros países implementan
Alemania implementó durante la pandemia un protocolo de 55 hojas para la Bundesliga. El sistema alemán incluye: división de estadios en tres zonas con máximo 300 personas por partido, temperatura menor a 38 grados para ingresar, desinfección de balones y uso obligatorio de mascarillas para cuerpo técnico.espn+1
España cuenta con el Informe Taylor adaptado, que incluye instalación de cámaras, obligatoriedad del público sentado, mejora en accesos y eliminación de alambrados.
Argentina intentó implementar el modelo inglés en 2009, pero fracasó. El especialista Otto Adang explicó: “Es impracticable. Las barras tienen pases de jugadores, manejan merchandising en las calles, estacionamientos, venta de drogas y tienen vínculos con el poder político”.
Recomendaciones urgentes
1. Tipificar la violencia en estadios como delito grave a nivel federal, con penas mínimas de 5 años de prisión.
2. Ampliar la definición legal de "estadio" para incluir estacionamientos, accesos y un perímetro de 500 metros.
3. Crear una Comisión Nacional de Seguridad en Estadios independiente de la FMF y la Liga MX.
4. Implementar certificación obligatoria para personal de seguridad privada en estadios, con capacitación en derechos humanos.
5. Prohibir grupos de choque y barras con vínculos a actividades ilícitas, siguiendo el modelo inglés.
6. Establecer sanciones económicas ejemplares a clubes cuyos elementos de seguridad violen derechos humanos.
7. Crear un Registro Nacional de Incidentes transparente y de acceso público.
La pregunta que nadie responde
¿Le importa a la FIFA la integridad del fan? ¿Es un buen negocio que los aficionados pierdan la vida al asistir a los estadios? ¿Qué representa para México que existan estos delitos a unos meses del Mundial 2026?
Rodrigo Mondragón, el joven de Chivas y la mujer de Puebla, entre otras víctimas, no son meras estadísticas. Son personas que salieron de sus casas con la ilusión de vivir su pasión y nunca regresaron. Mientras la industria del futbol siga priorizando ganancias sobre vidas, seguirá la cifra de muertes.
La pregunta final es incómoda pero necesaria: ¿Quién protege al fan? Porque hasta ahora, nadie ha dado una respuesta eficaz. #Urge
