BOXEO

El güerito de Tepito: una infancia en el ring

Juan Pérez, conocido como "El Güerito de Tepito", es un joven boxeador de 14 años que ha encontrado en el deporte una forma de trascender las dificultades de su barrio. | Fernanda Isabel Lara Manríquez*

Escrito en OPINIÓN el

“Yo soy el hijo del barrio, ahí todos me saludan en los puestos, me invitan a comer, me invitan muchas cosas” señala en entrevista Juan Pérez, mejor conocido por su nombre pugilístico como “El Güerito de Tepito”. Históricamente el barrio de Tepito, uno de los barrios más antiguos de la Ciudad de México, con origen prehispánico y dedicado al comercio y ambulantaje desde larga data, ha sido asociado con la peligrosidad, la delincuencia y el narcotráfico. 

Sin embargo, hay otro elemento fundamental del barrio de Tepito, el cual construye infancias, relaciones sociales de cohesión, y un orgullo local. Es el boxeo y la cultura que, como deporte, ha construido en los barrios de México el elemento que se toma como una posibilidad de trascender la frontera de la marginalidad, la desigualdad y en muchos casos la desesperanza. Tepito ha dado a México varios boxeadores destacados; por ejemplo, Raúl “Ratón” Macías, Carlos “Cañas” Zárate, Rubén Olivares, “Kid Azteca” y “Huitlacoche” Medel.

Las entrevistas y el trabajo de campo dan cuenta de lo frecuente que las niñas y niños más destacados del boxeo de Ciudad de México y Zona Metropolitana en la actualidad sean oriundos de barrios históricamente marginados y de pueblos originarios urbanos. En varios de estos espacios las drogas, la delincuencia organizada y, en general, las malas compañías asedian a nuestras infancias desde muy temprana edad. En contraste el boxeo representa un ancla hacia un futuro prometedor sin dejar de pertenecer al barrio, pero sin dejar absorberse por la conflictividad que caracteriza sus relaciones sociales y sus relaciones familiares conflictivas, que, por cierto, tampoco son endémicas de un espacio social o incluso de una clasificación social. 

Con tan sólo 14 años de edad, Juan Pérez “el güerito de Tepito” ha peleado en 74 ocasiones, de las cuales ha ganado 71, estos combates los ha realizado aproximadamente en 4 años, lo que da un promedio de entre 18 y 19 peleas anuales, además de todos los sparrings que, para mejorar su preparación, lleva a cabo todos los días sábados. Esta investigación realizada entre febrero y junio de 2024 identificó un promedio de 20 peleas en toda la carrera de boxeadores y boxeadoras infantiles de entre 12 y 14 años de edad, lo que da un promedio de 4 peleas anuales. Por lo que el ritmo y dedicación al boxeo por parte de Juan Pérez supera por mucho el promedio de su grupo etario.

Incluso superó las cifras de la carrera amateur de Silvia “La Chiva Loca” Silva, boxeadora del pueblo originario urbano Santa Cruz Meyehualco, Iztapalapa. “La Chiva” peleó un promedio de 17 peleas anuales durante su carrera amateur, alcanzando aproximadamente 180 peleas hasta alcanzar su debut profesional.

La rutina y disciplina que las niñas y los niños adquieren a través del boxeo mantiene sus cuerpos y sus mentes orientados al triunfo pugilístico lo cual, a su vez, les aleja de esos peligros que los acechan desde los barrios que habitan. Conforme al testimonio de Juan Pérez “casi no tengo amigos porque yo me levanto a las 5, corro, entreno, regreso a mi casa, me baño, me cambio y para la escuela, regreso hasta las 8 de la noche, me duermo y otra vez lo mismo, ya me acostumbré a trabajar duro”. 

El boxeo es para “el hijo del barrio” toda su vida, es un estilo de vida porque, aunque no esté entrenando, sus ratos libres también están rodeados del “arte de golpear sin ser golpeado”: no hay fin de semana en que se pierda “los sábados de box”, días en los cuáles analiza y observa detalladamente la técnica, estrategias y combinaciones de las boxeadoras y los boxeadores más destacados en la actualidad. Según refiere sus boxeadores favoritos son Saúl “El Canelo” Álvarez y Jackie “La Princesa Azteca” Nava.

Por otro lado, investigaciones sociológicas previas como la de Loïc Wacquant en Entre las cuerdas: cuadernos de un aprendiz de boxeador, investigación que gira en torno a la cultura del boxeo, concluyen que el boxeo es un deporte por, para y desde los hombres como un ejercicio de masculinidad. No obstante, al tomar otras elecciones metodológicas como lo es el género y la edad de los entrevistados, los resultados cambian considerablemente.

Por ello, las entrevistas con niñas y con niños boxeadores, en este caso, con uno de los más prominentes boxeadores infantiles mexicanos, permite conocer lo que otros sociólogos (por ejemplo, Manuel Danneman) han reconocido como el micromundo de los y las infantes. En este caso se trata del micromundo pugilístico de los infantes, trama de relaciones que terminan por otorgarle otros significados y símbolos al boxeo mucho más sublimes que el de la masculinidad/virilidad.

Para las niñas y para las mujeres el boxeo se traduce en más autoconfianza, en seguridad, una autoestima basada en la fuerza siendo seres históricamente asociadas a la debilidad, ser niña boxeadora significa poder reivindicar la famosa frase “Fight like a girl” desde la fuerza y no desde la debilidad. Para Keyla Villegas, boxeadora con 13 años de edad y nacida en el estigmatizado Barrio Buenos Aires en la alcaldía Cuauhtémoc, el boxeo representa la seguridad de estar alejada de las drogas. Este significado del boxeo se replica para otros niños entrevistados y nacidos en otros barrios como Ecatepec, y la colonia Quetzalcóatl en Iztapalapa.

Además, el boxeo se configura en una esperanza para las infancias, es una esperanza que permite seguir perteneciendo al barrio, a la comunidad, pero destacándose de sus pares, es la posibilidad de un futuro con mucho dinero si se llega a disputar un campeonato mundial; es saber defenderse en el barrio, pero, sobre todo, es el reconocimiento del barrio porque no cualquiera se sube al ring y menos, siendo menor de 14 años. 

Fernanda Isabel Lara Manríquez*
Licenciada en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Maestra en Estudios Regionales y Candidata a Doctora en Estudios del Desarrollo. Problemas y Perspectivas Latinoamericanas por el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. Sus líneas de investigación son historia oral, cultura del boxeo, pueblos originarios, pueblos originarios urbanos, culturas del agua y autonomías políticas indígenas.

 

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