Desde hace varios años se ha denunciado la existencia de tortillerías que venden productos de baja calidad y que podrían representar un peligro para la población, además de que desestabilizan la situación del mercado debido a precios muy por debajo del promedio, lo cual termina llevando a la quiebra a aquellas tortillerías que sí están reguladas.
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Este tipo de tortillerías han sido señaladas por el Consejo Nacional de la Tortilla como “tortillerías piratas”, nombre dado a toda tortilla fabricada en establecimientos sin vigilancia del gobierno, y que incumplen con la normativa vigente sobre la producción de este tipo de productos del maíz.
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La “tortillerías piratas” toman ventaja de las tortillerías reguladas al incurrir en ilícitos como: no pagar impuestos, robar luz y/o comprar gas robado, entre algunos otros, lo que les permite reducir el costo de producción, acusa el organismo.
Además, las tortillerías tradicionales, las que fabrican tortillas a partir de maíz nixtamalizado se enfrentan a otro problema, el duopolio compuesto por Maseca y Minsa, quienes controlan la producción de harinas de maíz en el país, y como consecuencia, les permite tener un control sobre el precio de las tortillas.
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Así, ante este panorama, la utilización de harinas en lugar de maíz nixtamalizado, el no pagar impuestos, ni respetar estándares de calidad de higiene y producción, así como el acceso a recursos como luz, agua y gas de procedencia ilícita o cuestionable, permiten a las “tortillerías piratas” tener un auge significativo en el país.
Según el Consejo Nacional de la Tortilla, más del 60% de las tortillerías del país son tortillerías piratas o informales, por lo que hacen un llamado a las autoridades a atender el problema, así como a los consumidores a prestar mayor atención a la calidad del producto que ingieren y que podría tener repercusiones negativas en su salud.
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¿Por qué proliferan las tortillas piratas?
La proliferación de las tortillas piratas, aquellas fabricadas con harinas en lugar de maíz nixtamalizado se debe principalmente a que ante el aumento del precio de las tortillas tradicionales, las cuales cuestan en promedio entre 20 y 30 pesos dependiendo el estado del país, se abre un nuevo nicho de mercado, el de las tortillas baratas.
Dichas tortillas pueden llegar a venderse hasta en 15 pesos, lo que las hace atractivas para la población, la cual, privilegia el precio sobre la calidad.
Al respecto, el Consejo Nacional de la Tortilla informó de los 4 factores que afectan al sector de la tortilla en el país.
1.- Aumento del precio del kilo de tortillas entre 2018 y 2024
El organismo señala que durante este sexenio, el precio de la tortilla se incrementó en un 60%, pasando de 14.3 pesos en promedio a nivel nacional en 2018 a 23.05 pesos en 2024, llegando incluso a 30 pesos en algunas regiones del norte del país.
2.- Aumento de los precios en la cadena de insumos
Recalcan que el aumento del precio de las tortillas se debe a que el precio de los insumos para su fabricación, así como otros utilizados para su comercialización no han parado de incrementarse, impactando negativamente al sector.
Entre los productos utilizados en las tortillerías que no han parado de subir de precio está: el papel grado alimenticio, el gas, la luz, y los lubricantes y refacciones para las maquinas tortilleras, entre algunos otros.
Además, el costo del flete del maíz, los salarios de los empleados y los gastos en salud también han aumentado.
3.- Inflación
Contrario a la realidad, en la que el maíz, específicamente las tortillas, son un alimento consumido por la mayoría de la población en México, en el desayuno, comida y cena, consumiendo entre 6 y 9 tortillas al día por persona, estas no están incluidas dentro de la canasta alimenticia básica.
Esta situación hace que se queden fuera de los Paquetes contra la Inflación y la Carestía del Gobierno Federal, es decir, no reciben apoyos que les ayuden a ofrecer precios más competitivos. Contrario a las tortillerías tradicionales de maíz nixtamalizado, las fábricas de harinas, sin están incluidas en los Paquetes contra la Inflación y la Carestía.
Además, la prohibición del maíz transgénico, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, responsabiliza a las pequeñas tortillerías del uso de este tipo de productos en lugar de a las grandes corporaciones (Maseca y Minsa), siendo que estás no reportan el origen de la materia prima utilizada.
4. Inseguridad
El 30% de las tortillerías del país se ven obligadas a pagar el llamado “derecho de piso” a los extorsionadores del crimen organizado, y las que no, deben destinar recursos para contratar sistemas de seguridad privados. Esto ante la falta de efectividad de las autoridades para garantizar la seguridad de los trabajadores formales.
Esto hace que las tortillerías que cumplen con las regulaciones del Gobierno y que pagan impuestos sucumban en un mercado dominado por “tortillerías piratas” que al pasar por alto todo lo anterior, aun teniendo que sufrir la inseguridad del país, pueden ofrecer precios más bajos y con mejores ganancias.
VGB