De acuerdo con la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (CODICS), el 2023 se convirtió en un año importante para el sector agrícola, con un impacto negativo en la producción nacional del maíz, uno de los granos más importantes en la producción nacional y abasto alimentario.
Y es que México podría seguir los pasos de China como gran importador de maíz debido al déficit alimentario que los problemas ecológicos han causado al campo; entre enero y noviembre las importaciones de granos y oleaginosas alcanzaron un volumen de 37.4 millones de toneladas, lo que representa un crecimiento anual de cerca del 8.8 por ciento.
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De acuerdo con lo reportado por la Agencia EFE, el secretario General de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), Álvaro López Ríos, consideró que el campo mexicano ha sido “duramente” impactado por diferentes fenómenos que lo han llevado a alcanzar un récord de casi 40.000 millones de dólares en importaciones de maíz.
“Pero el más grave es la ausencia de protección y de programas que contribuyan a fomentar la producción y la productividad en un sector que es vital para la generación de alimentos del país”, enfatizó el líder agrícola.
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Se desploma producción nacional de maíz
Álvaro López Ríos, secretario General de la UNTA, advirtió que este fin de año representará para México un desafío más grande de lo esperado, ya que se tendrán que fijar acciones que contrarresten el derrumbe en la producción del maíz y apoyen a los pequeños productores, pues, sin importar quién gane las elecciones de junio próximo, en la agenda de 2024 deberán existir rectificaciones en política de desarrollo rural.
“Es muy grave que habiendo ofrecido que se trabajaría en lograr autosuficiencia y soberanía alimentaria, hoy seamos un país más dependiente, porque casi todo lo importamos”, argumentó Álvaro López Ríos.
De acuerdo con lo informado por la organización agrícola, actualmente el 56 por ciento de lo que se consume en México es importado, lo que contraviene con los criterios internacionales que dictan a los países a producir, cuando menos, el 75 por ciento de lo que consumen.
Para el representante de los trabajadores del campo, algunos de los factores que pudieron influir al negativo resultado del año se deben a la falta de atención oficial, y la escasez de fertilizantes que, por la guerra entre Rusia y Ucrania, dispararon sus precios y los costos de insumos en el sector, esto sin contar la oleada de "desaliento" y "reclamo" de los campesinos ante los recortes presupuestarios que hizo el Gobierno federal, así como la eliminación de apoyos previos al mandato de Andrés Manuel López Obrador.
“Yo espero que el próximo Gobierno tome medidas, restituya programas o cree nuevos programas que nos permitan que un sector castigado y sacrificado como el campo se pueda recuperar en su producción y en su economía”, concluyó.
Recordemos que el 70 por ciento del territorio mexicano ha padecido las consecuencias de la crisis climática mundial, con sequías severas en algunas regiones del país que no esperan cesar en los próximos meses.