Como sabemos, la Ciudad de México se caracteriza entre muchas otras cosas por ser el epicentro de cientos de lugares en dónde se puede gozar de la exquisita gastronomía que ofrece no solo la CDMX sino el país entero; y uno de los platillos favoritos de los capitalino es el famoso pozole en cualquiera de sus diferentes presentaciones.
Para poder comer de este platillo mexicano existen muchos lugares en la CDMX pero uno de los más famosos dentro de la capital es la famosa Casa de Toño, este establecimiento es una cadena de restaurantes que se puede encontrar en diferentes partes de la ciudad y cuenta con alrededor de 55 sucursales en la CDMX y el Edomex.
Si bien este lugar es uno de los preferidos de los capitalinos para degustar un rico pozole, pocas personas conocen la historia de este famoso restaurante, el cual en palabras de los propios comensales, sirve uno de los mejores pozoles de la Ciudad de México. A continuación e compartimos un poco de su historia.
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Vale la pena mencionar que la historia de este famoso lugar comienza en la colonia Clavería, precisamente en la casa de un hombre llamado Antonio, sin embargo no comenzó vendiendo pozole, sino que en sus inicios era un puesto principalmente de quesadillas; sin embargo, hoy en día es la Casa de Toño se puede comer desde pozole hasta sopes, flautas e incluso carnitas.
¿Cómo comenzó la historia de La Casa de Toño?
En la década de los setentas un joven llamado Antonio Campos comenzó un negocio propio vendiendo antojitos mexicanos en la banqueta frente a la puerta de su domicilio. No obstante el joven poco a poco fue sumando a su menú recetas hasta que años después y con solo algunas mesas en su negocio comenzó a vender su hoy famoso pozole.
No obstante en un principio el negocio no se llamada La Casa de Toño, según algunos cronistas de la colonia Clavería, el negocio del joven llevaba el nombre de Las Dos Poblanas, ya que tanto su madre como su abuela eran originarias del estado de Puebla.
Sin embargo, al ser Toño el encargado de atender a los comensales, estos comenzaron a identificar el lugar con el nombre de Toño, y fue entonces que las personas comenzaron a decir "vamos con Toño" y fue como nació el nombre de Casa de Toño.
Luego de que el éxito comenzó a llegar a su negocio gracias al sazón tan peculiar de su pozole, Antonio adaptó como restaurante los dos pisos de su casa, luego optó por comprar las dos casa de al lado y expandirse.
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Vale la pena señalar que fue hasta el año de 2007 que el sabor de su pozole fue llegando a otras partes de la CDMX llegando incluso hasta el Estado de México, sin embargo del dueño poco se sabe en la actualidad ya que a decir de sus empleados solamente en pocas ocasiones de le puede ver en Clavería comiendo en su restaurante.
AJA