La Casa de Toño, el lugar donde se come pozole y antojitos mexicanos en Ciudad de México y que ha tenido un posicionamiento de boca en boca muy fuerte, lo que ha derivado en que prácticamente todo habitante de la gran capital del país haya pisado por lo menos una vez algún establecimiento de la cadena de comida.
El restaurante pozolero ha sido un éxito total, que muchos se preguntan quién es el magnate de este concepto de restaurante, famoso por apresurar a comensales, ver correr a meseros todo el tiempo, o quién está detrás del éxito de La Casa de Toño.
Pero La Casa de Toño ha tenido gran éxito sin invertir publicidad para hacerse llegar de comensales, y en cualquier sucursal podemos ver largas filas para tener una mesa, por lo que algunos establecimientos tienen ya servicio las 24 horas del día los 365 días de la semana.
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Sin embargo, una de las quejas principales de comensales en La Casa de Toño es su sistema de “halcones”. Los meseros y jefes de meseros constantemente supervisan las mesas para recoger platos, hacer pedidos y literalmente andar corriendo, todo para meter presión e implementar de manera sutil el concepto “comes y te vas”.
Este establecimiento encierra buena parte de su historia y la de su fundador, Marco Antonio Campos quien con tan sólo 18 años emprendió su propio negocio.
En 1979, "Toño" decidió que no seguiría con su carrera universitaria y prefirió emprender un negocio de garnachas en la colonia Clavería, en Azcapotzalco.
Toño comenzó con la ayuda de una señora y su hijo, ella era la encargada de hacer los guisados con las mismas recetas que se siguen ofreciendo.
¿CUÁL ES LA PRIMERA SUCURSAL?
Con el paso del tiempo, sus padres se dieron cuenta del empeño que ponía en el negocio y los buenos resultados que este daba, por lo que le permitieron instalarse en el garaje de su casa en la calle de Floresta, donde hoy se encuentra la sucursal más visitada.
De acuerdo con la historia del lugar, el negocio también creció con las recetas de su mamá y poco a poco cobró fama entre los vecinos del barrio que iban a 'la casa de Toño' por unos antojitos y un pozole.
Con el paso del tiempo y debido a éxito que el negocio cobró entre los vecinos, Toño tuvo que contratar más personal y expandirse por lo que compró las casas de a lado.
A pesar de la fortuna que Toño logró amasar con su negocio, los empleados del lugar aseguran que siempre está al pendiente de todas las sucursales y regresa a Floresta para visitar a sus vecinos.
Actualmente, la Casa de Toño cuenta con 58 sucursales del restaurante distribuidas en la Ciudad de México, donde se sirve desayunos, comidas, postres y se ofrece servicio a domicilio.
¿Y LA PRIMERA SUCURSAL DE LA EXPANSIÓN?
La primera sucursal que abrió además de la de la calle Floresta, en Clavería, fue la de la calle Sabino, en Santa María la Rivera, sucursal que fue muy popular; sin embargo, ya está cerrada.
Cuenta la leyenda de que abrió un 15 de septiembre, y el lugar estaba desangelado. Fue la única vez que no hubo fila
Apenas la semana pasada, un mensaje en la pared de uno de los establecimientos llamó la atención:
“Yo prefiero llegar mi casa cansado de trabajar, que llegar a mi casa cansado de buscar trabajo”
Según usuarios de redes sociales, el mensaje polémico amenaza a los empleados de la cadena de restaurantes “La Casa de Toño”; lo que ha sido traducido como la manera de “motivar” a los trabajadores de la empresa.