Desde enfermedades respiratorias hasta cáncer y muerte, la elevada contaminación que se vive desde hace años en Monterrey provoca estragos severos en la población, donde más del 70 por ciento de los días del año presentan altos índices contaminantes, coinciden ambientalistas y médicos especialistas.
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Además, lejos de enfrentar la raíz del problema, se afronta una política de depredación y destrucción de los ecosistemas de Nuevo León. Estas decisiones han sido revertidas por la fuerza y presión de los grupos ecologistas, afirma el ambientalista Guillermo Martínez Berlanga.
Sin embargo, las repercusiones son fatales, como explica el doctor Uriel Chavarría Martínez, especialista en neumología y medicina crítica. Detalla que la contaminación emitida por las industrias, incluida la refinería de Pemex, y los vehículos automotores producen cáncer, al grado de que se han encontrado partículas de 2.5 micras de contaminantes en el cerebro de cadáveres sometidos a autopsia.
El también profesor de la Facultad de Medicina y del Hospital Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León, así como coordinador médico del programa de trasplante pulmonar del hospital Christus Muguerza, puntualiza que los efectos de la contaminación agravan las enfermedades respiratorias.
El especialista, consejero del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire, define seis grandes grupos de contaminantes con alto impacto en la salud de las personas. Principalmente, menciona las partículas suspendidas en el aire, como las PM10, las más grandes, y las de 2.5 micras, responsables de la bruma que cubre el área metropolitana de Monterrey.
“Estas partículas, al ser más pequeñas, tienen la posibilidad de pasar a la sangre. Recordemos que los pulmones oxigenan la sangre a través del paso del oxígeno desde los alveolos, que son los sacos finales a donde llega el aire hacia los capilares pulmonares”, explica.
“Al llegar a la sangre, se distribuyen por todo el cuerpo y, con el paso de los años, ocasionan problemas en el cerebro, como enfermedad cerebral vascular embólica, o incluso Alzheimer y Parkinson. Aunque estos últimos requieren una exposición prolongada, también provocan cáncer en diferentes partes del cuerpo, enfermedades cardiovasculares agudas y complicaciones materno-infantiles, ya que las partículas pasan al feto durante el embarazo”, detalla.
Por su parte, el doctor Rodolfo Sandoval, maestro investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León, exige atender con urgencia el problema que afecta la salud. De lo contrario, advierte, será demasiado tarde, pues las repercusiones también impactarán en las áreas laboral, educativa y económica de la entidad.
Sandoval destaca que el aire de Monterrey contiene una alta concentración de partículas finas suspendidas, conocidas como PM 2.5, que provienen de la industria del petróleo y la petroquímica, y entran fácilmente en las vías respiratorias.
El investigador alerta sobre los principales síntomas derivados de la contaminación, que afectan principalmente a las vías respiratorias de niños y adultos mayores, especialmente aquellos con condiciones preexistentes como diabetes, hipertensión, enfermedades pulmonares, asma y arritmias alérgicas. Entre los síntomas se incluyen dolor de garganta, dificultad para respirar y ardor ocular. El ecologista Martínez Berlanga señala que el gobierno estatal ha centrado sus críticas en la refinería de Pemex, acusándola de ser altamente contaminante. Sin embargo, advierte que no es la única responsable, pues hay 70 empresas más que emiten altos niveles de contaminantes.
“Si se centran solo en la refinería, les faltarán 70 empresas más altamente contaminantes, como lo señala un estudio del Instituto Nacional de Ecología. Este clasifica a la zona metropolitana de Monterrey como de alto riesgo ambiental, con emisores como cementeras, acereras y pedreras que llegan a emitir más de mil 800 toneladas métricas de contaminantes”, precisa.
Desmontes
Zuleyma Rincón, integrante del movimiento “Un río en el río”, relata que hace un año Conagua y la Secretaría de Movilidad del gobierno estatal pretendieron remover toda la vegetación del río Santa Catarina en tres municipios, bajo el argumento de un presunto riesgo inminente de inundación y señalando a los árboles como causa del problema.
“Levantamos la mano, cuestionamos, y a partir de ahí emprendimos acciones para detener el desmonte. Logramos cuatro amparos que nos otorgaron la suspensión definitiva del Poder Judicial”, explica.
Además, se consiguió que se declarara el río Santa Catarina como área natural, pero el gobierno estatal aún no lo ha oficializado. Por ello, el Congreso local exhortó al gobernador Samuel García a realizar la declaratoria y destinar presupuesto para el estudio técnico que lo justifique.
Guillermo Martínez Berlanga refuerza la postura de Rincón y denuncia la depredación en zonas boscosas por parte de las autoridades. Agrega que hace falta plantar más de un millón de árboles en la zona metropolitana y recuperar 20 mil hectáreas de áreas verdes.
Meses terribles por venir
Martínez Berlanga advierte que los meses de diciembre a marzo serán críticos debido a la inversión térmica derivada del clima frío. “Vienen cuatro meses de terror con inversiones térmicas gravísimas y aún no se actúa. Si esto se toma a la ligera, habrá más derrames cerebrales, infartos, niños con cáncer y pacientes con graves problemas respiratorios. Lo peor está por venir”, menciona.
La inversión térmica ocurre cuando, durante las noches de invierno, el suelo se enfría más rápido que el aire, quedando una capa de aire frío atrapada bajo una capa de aire caliente que le impide moverse. “En esta situación, las capas de aire no se mezclan y la contaminación se queda estancada, concentrándose sobre la población que queda más expuesta a respirarla”, explica.
De acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Medio Ambiente, en los últimos nueve años más del 70 por ciento de los días del año han presentado altas concentraciones de contaminantes.
Llamadas al 911
La secretaria de Salud estatal, Alma Rosa Marroquín, confirma que han recibido llamadas de emergencia relacionadas con problemas respiratorios, pero se muestra cautelosa al atribuirlas exclusivamente a la contaminación.
“Las consultas por emergencias respiratorias suelen coincidir con las infecciones virales en los niños durante esta temporada. No podemos determinar exclusivamente que sean causadas por la contaminación. Sin embargo, sí hay un incremento respecto a años anteriores”, detalla.