Cd. Victoria, Tamaulipas.- El gobernador Américo Villarreal Anaya señaló que el Plan Estatal de Desarrollo está construido desde una perspectiva ideológica humanista para poner el gobierno al servicio del pueblo; para alcanzar un progreso económico inclusivo y sostenible; y para que todo esto se exprese en una política social para el bienestar. Insistió en que es una propuesta viva, flexible, plural, desde un gobierno distinto, más amigable, que facilite su interacción con la ciudadanía; y al mismo tiempo, convoque a una sociedad más colaborativa y más participativa.
Villarreal Anaya hizo la presentación del Planta Estatal de Desarrollo 2023 2028 y señaló que la transformación de Tamaulipas será posible con una sociedad participativa y colaborativa. Durante su exposición ante representantes de la sociedad civil el Jefe del Ejecutivo señaló que la corrupción ha sido el mayor daño causado a Tamaulipas es por ello que desde su Gobierno habrá una lucha frontal y decisiva en contra de esta.
El Plan Estatal de Desarrollo es el resultado de 18 foros populares en los cuales se recibieron más de 17 mil propuestas de parte de los ciudadanos es por ello se encuentra sustentado en el respeto a los derechos humanos, en la participación ciudadana, el desarrollo sostenible, así como combate a la corrupción como un eje transversal de estricta aplicación.
Te podría interesar
“La corrupción -todos los sabemos- es lo que más daño le ha hecho al país y a Tamaulipas. Debilita la capacidad del Estado y desvía los propósitos para los que fue concebido”, mencionó. La corrupción es, además, la fuente de mayor desconfianza hacia a las autoridades.
Te podría interesar
Es un cáncer que ha deteriorado la imagen de la política y la función pública, y ha desvirtuado su verdadera naturaleza como algo noble, cuando se pone -genuinamente- al servicio de los demás, puntualizó. Planteó que los ejes sobre los cuales se sustenta el Plan Estatal de Desarrollo son: El Gobierno al Servicio del Pueblo, un gobierno honesto, austero, eficiente; y sobre todo accesible a las y los ciudadanos.
Hizo hincapié en que el Plan contempla abandonar el viejo modelo de pretender acabar con la violencia, con más violencia. Con represión y sembrando miedo a través de una práctica policial desvirtuada. Hoy nuestro documento rector, establece el promover la cultura de paz y seguridad. Alcanzar una coordinación efectiva entre corporaciones y dependencias de los tres órdenes de gobierno.
Fortalecer el equipamiento y la profesionalización en materia de seguridad pública
Por otra parte, Villarreal Anaya hizo referencia al progreso económico inclusivo y sostenible afirmando que Tamaulipas es una entidad que se distingue en el entorno nacional, por la diversidad de sus regiones, por la presencia abundante de recursos naturales, y por haber conseguido un desarrollado económico -a lo largo de su historia- con ventajas comparativas en todos en distintas ramas y actividades productivas.
“Esa diversidad nos ha colocado frente a grandes oportunidades. Oportunidades que se consolidan en sectores como el energético. En los servicios logísticos y el comercio internacional. En el potencial de la actividad turística”. Así como por el flujo creciente de inversión en obras estratégicas de infraestructura; y por supuesto por nuestra presencia en un sector primario con alternativas en pesca y campo, que destacan por su gran arraigo en la entidad.
Sobre política social, el Gobernador de Tamaulipas aseveró que el Plan Estatal de Desarrollo, es el compromiso de instaurar un Nuevo Pacto Social, que imprima fuerza y señale la dirección adecuada a la transformación que demanda Tamaulipas. Se trata de llegar a un gran acuerdo para recuperar el espíritu de un Estado social de Bienestar, que se ponga verdaderamente al servicio del pueblo; coloque en el centro de sus acciones a las personas y cumpla sus obligaciones:
Otorgando una educación de calidad.
Servicios de salud con acceso universal; y fomente el disfrute del deporte, el arte y la cultura como bienes fundamentales… y como expresión de una identidad que se aprecia más, al contribuir al progreso espiritual, social. Por razones de justicia, nuestra política social aspira a que nadie se quede atrás, y todos -sin importar condición, edad o lugar en donde se encuentren- puedan desarrollar al máximo sus capacidades humanas, vivir con dignidad y construir su propia felicidad.
En ese contexto, es mandato el atender de manera preferente a quienes han sido históricamente marginados. “Para mí, eso implica una obligación moral irrenunciable”, sostuvo. Y añadió: “Porque es en la desigualdad y en la realidad que enfrentan los más pobres, donde tenemos el mayor desafío como personas, como gobierno y como sociedad”. "Porque es indiscutible que la pobreza limita capacidades. La pobreza deshumaniza. No se expresa solamente en carencias materiales; sino en desaliento y desesperanza. Quienes la padecen enfrentan dificultades casi imposibles de superar, sin ayuda institucional y sin la solidaridad de sus semejantes. La pobreza, la coexistencia de una carencia sobre otra, también conduce a privaciones e injusticias mayores”.
DJC