Es imposible hablar de lugares importantes en la Ciudad de México sin mencionar la alcaldía Coyoacán, un sitio con bastante historia que data desde la época prehispánica y que, tras la conquista española, se volvió el primer centro de gobierno de la Nueva España. Su traza colonial aún puede ser vista en sus plazas, calles y edificios históricos.
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Durante gran parte de su historia, Coyoacán se consolidó como un pueblo artesanal con conventos, iglesias y haciendas, provocando que sea un sitio de interés no solamente para mexicanos, sino también para miles de visitantes extranjeros que se asombran por su oferta gastronómica y arquitectónica.
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Para el siglo XX, Coyoacán se integró a la capital, conservando su esencia tradicional. Fue lugar de figuras importantes como Diego Rivera, Frida Kahlo y León Trotsky, además de ser la cuna de una de las cafeterías más importantes de la Ciudad de México. Aquí te contamos su historia.
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¿Cuál es la historia detrás de la cafetería emblemática de Coyoacán?
Se trata del Café El Jarocho, un ícono de Coyoacán, que fue fundado en 1953 por Gil Romero y Bertha Paredes. Originalmente, este establecimiento era una tienda en la calle Aguayo, donde se vendían desde semillas hasta frutas traídas de Veracruz; sin embargo, con el pasar de los años, se trasladaron a la esquina de Cuauhtémoc e Ignacio Allende, inaugurando la primera cafetería.
En sus comienzos, Café El Jarocho ofrecía una variedad de café, preparados de manera artesanal debido a la ausencia de cafeteras industriales. Poco a poco y gracias a la demanda creciente, esto provocó que el matrimonio adquiriera una cafetera industrial, ampliando su menú y vendiendo desde café de olla hasta expresos y capuchinos. Además, incorporaron donas, panqués y tortas, destacando la de pierna adobada con chiles chipotles, receta de Bertha Paredes.
El éxito de este negocio provocó que el local se volviera un punto de encuentro entre habitantes de Coyoacán y visitantes, siendo a su vez testigo de innumerables momentos históricos como el movimiento estudiantil de 1968, así como la presencia de personalidades, como ocurrió con los hermanos Valdés (Germán, Ramón y Manuel), quienes contribuyeron a la fama y la consolidación de este lugar como referente cultural de la zona.
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A lo largo de las décadas, la cafetería ha mantenido su esencia, logrando adaptarse a las necesidades de sus clientes. Gracias a su popularidad y su sabor, fue como actualmente cuentan con más de diez sucursales en la Ciudad de México; la gran mayoría están ubicadas en Coyoacán. A pesar de la competencia, sigue siendo un favorito entre los amantes del café, vendiendo más de 4,500 bebidas cada fin de semana.
El café que se sirve en este establecimiento proviene de plantaciones en las montañas del norte de Veracruz, asegurando la calidad y frescura del producto. El aroma característico del grano tostado se ha convertido en una parte esencial de la identidad de Coyoacán, atrayendo a turistas y residentes por igual.
Además de su oferta de bebidas, Café El Jarocho ha sido acreedor de varios reconocimientos importantes, como ocurrió en 2006, cuando recibió el Bizz Award en Nueva York y la Estrella de Oro al Mérito Empresarial por la Worldwide Marketing Organization en Holanda, destacando su compromiso con la calidad y el servicio al cliente.
Hoy en día, visitar Café El Jarocho es una tradición para quienes pasean por las calles empedradas de Coyoacán. Su ambiente acogedor y la calidez de su servicio continúan siendo un atractivo para aquellos que buscan disfrutar de un buen café en un entorno lleno de historia y cultura.