Hay platillos que, aunque parezcan simples, esconden historias que los hacen inolvidables. Los nachos son uno de ellos: ese crujiente combinado de tortillas y queso que despierta sonrisas en el cine, en reuniones familiares o en tardes de antojo.
Lo que muchos desconocen es que detrás de su sabor existe un relato de ingenio y casualidad, que comenzó hace más de siete décadas en una pequeña ciudad fronteriza de México y que hoy se ha convertido en un ícono de la gastronomía popular, festeja su día el 6 de noviembre.
Día Nacional Nachos: los nachos nacieron en México: historia, mejores versiones y dónde probar
Su origen se remonta a 1943, en Piedras Negras, Coahuila, justo frente a la frontera con Estados Unidos. En aquel entonces, Ignacio Anaya —mejor conocido como Nacho— trabajaba como chef en un restaurante llamado El Moderno.
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Una tarde, poco antes del cierre, un grupo de esposas de militares estadounidenses llegó al lugar buscando algo de comer. Sin muchos ingredientes a su disposición, Anaya improvisó con lo que tenía a la mano: tortillas de maíz cortadas y fritas, cubiertas con queso fundido y rodajas de chile jalapeño.
El resultado fue tan sencillo como delicioso. Las visitantes quedaron encantadas con la creación y, al preguntar el nombre del platillo, Anaya respondió con humildad: “Son los especiales de Nacho”. Con el tiempo, esa frase se acortó simplemente a nachos, y así nació uno de los bocadillos más representativos de la cocina popular mexicana.
Hoy, los nachos han trascendido fronteras y se presentan en múltiples versiones: con carne, frijoles, guacamole, pico de gallo o incluso ingredientes gourmet. Sin importar la receta, mantienen viva la esencia de su origen: la creatividad mexicana ante la sencillez de los ingredientes.
Los nachos más destacados de la CDMX
Pocas botanas son tan democráticas como los nachos. Su mezcla de textura crujiente, sabores intensos y combinaciones infinitas los vuelve un placer recurrente en cualquier mesa. En la Ciudad de México, varios espacios han elevado esta sencilla receta al rango de especialidad. Aquí reunimos algunos de los lugares donde esta preparación alcanza sus mejores versiones.
Taco Game: sabor y nostalgia en un mismo combo
En el corazón de la Roma Sur, Taco Game combina el espíritu de los videojuegos clásicos con una propuesta gastronómica divertida. Sus nachos, preparados con totopos elaborados en casa, frijoles con chorizo y una generosa capa de queso fundido, son el acompañamiento ideal para pasar la tarde entre partidas de Mario Kart, Smash Bros o Mortal Kombat.
Nayarit 27, Roma Sur
Lunes a domingo, de 12:00 a 00:00
$98
Pinche Bar: botanas con alma texana
El nuevo espacio de Pinche Gringo Warehouse rinde homenaje al antojo estadounidense con una carta irresistible. Aros de cebolla, fried pickles y boneless wings conviven con unos nachos que merecen mención especial: totopos bañados en frijoles BBQ, coronados con la proteína de tu elección (brisket, tocino, pork belly o costillas), salsa BBQ, quesos Monterrey y Cheddar gratinados, jitomate, jalapeño y cebollín. Una experiencia contundente, ideal para compartir —o no.
Lago Iseo 296, Anáhuac 1ra Sección
Martes a viernes 16:00–00:00, sábado 12:00–00:00, domingo 12:00–22:00
$185
Norteñito Steak: la frontera en cada bocado
En Norteñito Steak, los nachos se transforman en un homenaje al norte del país. Su “Bomba Norteña” combina carne sonorense, queso menonita, cheddar y crema agria, con la opción de añadir guacamole fresco. El resultado: una explosión de sabor que resume la esencia de la cocina del norte. Y si te quedas con hambre, sus quesadillas de harina y burritos son un acierto garantizado.
Heriberto Frías 573, Narvarte Poniente
Lunes a domingo, 12:00–22:00
$110
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La Bipo: tradición y antojo
La Bipo mantiene viva la esencia cantinera de Coyoacán con una carta que equilibra sabor y precio justo. Sus nachos con cochinita, frijoles y queso son un clásico imperdible. Además, su menú del día —a tan solo $90— y las promociones constantes lo vuelven una parada confiable para cualquier ocasión.
Malintzin 155, Del Carmen
Domingo a martes 12:00–00:00; miércoles a sábado 12:00–02:00
El Merendero: un viaje al pasado con sabor americano
Inspirado en las fuentes de sodas de los años 50, El Merendero ofrece un ambiente nostálgico donde los nachos también brillan. Los “Freddy My Love” combinan chili con carne, queso fundido, pico de gallo y guacamole, logrando un equilibrio perfecto entre el estilo clásico estadounidense y el toque casero mexicano.
Sucursales en Higuera 22 (La Concepción), Av. Tamaulipas 228 (Hipódromo Condesa) y Amores 1553 (Del Valle Sur)
Horarios variables según sucursal
LCM
