Las cafeterías se han convertido en uno de los lugares más importantes en la Ciudad de México. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se calcula que hay más de 9 mil negocios de este tipo en la capital mexicana; de hecho, se volvió uno de los locales favoritos en emprender después de la pandemia global por el COVID-19.
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Las hay de todo tipo, desde aquellas minimalistas (donde solo encuentras lo esencial a la vista), las temáticas (sobre películas, series, mascotas o música) hasta las grandes cadenas, cuya taza de café puede costar más de $100 pesos y en muchos casos solo te venden una "experiencia".
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Sin embargo, aquellas que siguen vigentes y que tuvieron un segundo respiro han sido las cafeterías de antaño, donde el tiempo no ha pasado, el café y su preparación siguen siendo la misma desde hace varias décadas y conservan el sabor que las ha caracterizado desde su inauguración.
Algunas de estás cafeterías se encuentran escondidas, otras intentan sobrevivir a los grandes cambios que hay, pero siguen estando en el corazón de varios chilangos que han tenido una historia dentro de ese lugar.
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¿Cuál es la historia de la cafetería más antigua de la Ciudad de México?
Uno de estos espacios dedicados al café y que se considera como la cafetería más antigua de la Ciudad de México es Café Equis, establecimiento que en su fachada contiene la leyenda "La Casa del Café". Su historia, al igual que la de muchos emprendimientos, nace a partir de un sueño de un joven o una pareja que hacen todo lo posible por salir adelante.
Café Equis abrió sus puertas en 1920 en la calle de Corregidora. Mantuvo un diseño, una esencia y un estilo diferente al que se le conoce actualmente. Solo duró 10 años, hasta que lo compraron cinco hermanos españoles, encabezados por don Gaspar González, quienes lo movieron a la calle de Roldán. Ahí comenzó la verdadera historia.
Son pocos los lugares en el Centro Histórico que han sido testigos de los grandes cambios en el país: terremotos, movimientos sociales, marchas, inundaciones, conflictos políticos y que se han mantenido vigentes. Uno de ellos es esta cafetería.
Pareciera que a lo largo de sus cuatro paredes, el tiempo se detuvo. Café Equis carece de mesas y sillas donde sentarse, de vasos marcados con nombres y de una conexión Wi-Fi; sin embargo, logran compensarlo con una experiencia diferente, donde el café elaborado es 100% mexicano y con diversas variedades.
Eso sí, la finalidad de este espacio jamás fue para el consumo de una sola persona. El propósito es y sigue siendo el mismo: vender grandes cantidades de café de varias partes del país a la industria restaurantera y hotelera en México.
Los precios tampoco son caros; una taza de café original puede costarte entre $20 a $30 pesos. Igual puedes disfrutar de un delicioso chocolate calentito, un té de manzanilla, hasta incluso un atole, dependiendo de tus gustos.
Actualmente el dueño es Carlos González, uno de los hijos de Gaspar, quien en diversas entrevistas señala que antes de la creación de la Central de Abastos y debido a la cercanía con La Merced, Café Equis se volvió un sitio obligado para trabajadores, turistas y jóvenes, quienes iban a disfrutar de la bebida y la decoración del lugar, misma que sigue intacta desde hace más de 50 años.
La cafetería Café Equis se encuentra en la calle Roldán 16 del Centro Histórico de la Ciudad de México. Abren de lunes a sábado en distintos horarios y únicamente cierran los domingos.