Carolina García García se levanta para caminar hasta el pódium ubicado en el primer piso del Palacio de Bellas Ares, en donde se realiza la entrega de los premios Grandes Maestros de las Artesanías. Pero la directora de Fonart, Emma Yanes Rizo, detiene a Carolina y pide que mejor le lleven el micrófono hasta su lugar para evitar que camine. Asi sucede: La artesana Carolina García lee desde su lugar un breve discurso tras haber ganado el Galardón Nacional, el máximo premio que otorga México.
"Hoy vengo con humildad y alegría a compartir este logro que no es solo mío, sino de mis raíces que me representan", dice Carolina con una emoción que se convierte en un nudo en la garganta en la frase final. "Y agradezco que les guste mi obra a pesar de mi enfermedad".
Carolina García es una artesana nacida hace 78 años en Olinalá, Guerrero, pueblo prehispánico en el que aprendió la técnica de laqueado, es decir, la impermeabilización y decoración de objetos de madera o corteza vegetal del árbol de lináloe. Es, por cierto, una técnica con denominación de origen.
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Con el paso del tiempo, Carolina se especializó en bateas de gran formato que llegan a medir hasta un metro de diámetro. Pero desde 2016, la producción de la artesana comenzó a ser cada vez más lenta y complicada: le detectaron cáncer y desde entonces ha pasado por varios tratamientos médicos que la han debilitado.
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La mención de su enfermedad dentro de su discurso de aceptación es importante para ella porque le da significado a los ocho años en los que ha luchado contra el cáncer. Después de la ceremonia de premiación, Carolina Gacía junto con otros 22 artesanos, expone la batea galardonada en una de las salas del Palacio de Bellas Artes y se toma unos minutos para platicar sobre su vida dedicada a las artesanías, su enfermedad y el legado que espera que su hijo pueda continuar.
-¿Cuánto tiempo de trabajo invirtió en esta batea?
-Me llevó varios meses porque la hice por partes. La verdad es que cada día me cuesta más trabajo por mi edad trabajar en estas piezas de gran formato.
-¿Qué representa el Galardón Nacional para su vida y su trayectoria como artesana?
-Yo soy de Olinalá, Guerrero y en cada una de mis artesanías busco siempre conservar y preservar las tradiciones y costumbres que nos identifican a nivel nacional e internacional, así como animar a los jóvenes a no dejar perder el trabajo que a lo largo de la historia nos da identidad. Yo me siento orgullosa por el premio porque a pesar a mi grande edad alcancé a ganar el premio
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-¿Recuerda el momento en que decidió dedicarse a la artesanía?
-Yo empecé desde los 10 años, cuando mi mamá me comenzó a enseñar la artesanía. Mi papá no era de Olinalá, él venía de Chilapa y ya falleció. Pero cuando él llegó a Olinalá, con el paso del tiempo comenzó a hacer artesanía y nos ayudaba.
-¿Alguno de sus hijos ha seguido esta tradición familiar?
-Sí, mi hijo es al que yo le enseñé y es también el que acompaña porque yo estaba mala, estaba enferma. Él es el que siempre me acompaña y hoy vino conmigo
La última obra de Carolina García
La batea con la que ganó el Galardón Nacional está decorada en rojo y negro. Carolina García explica que el primer color lo trabaja con grana cochinilla mientras que el negro se hace con carbón.
"Después dejamos secarla y se empieza a rayar para plasmar todo el decorado".
La pieza es excepcional no solo por el premio, también porque es la última que hace Carolina. Ella misma explica que a sus 78 años y a consecuencia de las secuelas del cáncer, siente que ya no tiene el ánimo ni la fuerza para realizar otra batea de estas dimensiones.
-¿El trabajo artesanal le ayuda a sobrellevar su enfermedad?
-Pues sí, porque el doctor me dijo que tengo que hacer mi vida normal; tengo que seguir trabajando, seguir adelante.
-¿Y la enfermedad ya está superada?
-Ya, Dios quiera que ya... me siento un poquito mejor
-¿Y cuál será su siguiente artesanía?
-No sé, porque ya me siento grande, cansada... porque desde los diez años empecé a trabajar y ya me cansé y seguir trabajando, no, no sé. Tal vez pueda hacer otro pero más pequeño. De este tamaño ya fue el último porque ya estoy grande y se deterioraron mis huesos con el cáncer y la batea me lastima porque tengo que ponérmela aquí (señala su regazo)... así que tal vez de piezas grandes sea la última.
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¿Dónde se pueden ver las artesanías premiadas?
En México no existe un censo actualizado de artesanos, según lo reconoció el propio Fonart en 2022, cuando hizo un diagnóstico de la situación de este sector después de la pandemia por Covid.
"Todos los estados cuentan con un padrón de personas artesanas pero reconocen que no están actualizados debido a que esta población varía mucho y no se cuenta con mecanismos de registro formales", dice el documento.
Pero para efectos prácticos, el INEGI calcula que hay unos 12 millones de artesanos en México, aunque solamente 1 millón de ellos puede afirmar que vive enteramente de la venta de artesanías. Carolina García pertenece a ese pequeño universo en el que, además, el 70% es de mujeres.
En su conjunto, la venta de artesanías representa el 0.6% del Producto Interno Bruto, de acuerdo con la medición del Sistema de Cuentas Nacionales de México de INEGI.
Este 20024 es la primera vez que los trabajos premiados por Fonart se exponen en la sala José Clemente Orozco, del Palacio de Bellas Artes, de modo que las 23 obras ganadoras, la cual podrá visitarse hasta el 15 de septiembre de 2024, de martes a domingo en un horario de 10:00 a 18:00.
Los ganadores provenien de 12 entidades del país: Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y Zacatecas, representantes de los pueblos nahua, mixteco y zapoteco.
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