Hay muchas casas embrujadas en la CDMX. Algunas son muy conocidas por los eventos sobrenaturales que sucedieron dentro, mientras que otros pasan desapercibidos y únicamente es a través del relato oral, como la gente puede conocer su macabra historia. Algunas reales y otras ficticias, estos sitios paranormales se han quedado en la memoria de la gente, esperando a que fuerzas del más allá regresen.
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Pero, detrás de todas estas, existe una casa que destaca por su tétrica historia, y la inquietante sensación que uno tiene cuando entra al lugar, donde las cuatro paredes esconden a tres supuestas almas que, por diferentes motivos, ya no pueden tener su descanso eterno.
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¿Qué sucedió dentro de la casa La Moira?
Ubicada en la colonia San Miguel Chapultepec, este lugar ha llamado la atención de turistas nacionales y extranjeros, amantes de las casas embrujadas y supervivientes de sucesos extra normales. Existen varias leyendas alrededor de la casa La Moira. Sin embargo, una en particular llama la atención por su trágico destino.
Una de las historias más conocidas y espeluznantes asociadas con La Moira es la de un niño llamado Marco, que a la tierna edad de ocho años ingresó a esta casa abandonada y vivió una experiencia que lo traumatizaría de por vida.
De acuerdo con el relato oral, Marco escuchó varias voces extrañas que provenían de la casa, lo que lo impulsó a explorar más a fondo. Con audacia, se atrevió a ascender las escaleras e ingresó a uno de los cuartos, donde vio una asombrosa presencia: un individuo suspendido del techo.
Este evento lo traumó de por vida, llevándolo incluso a tener una obsesión con La Moira, por lo que regresó 10 años después, donde fue encontrado ahorcado en el mismo lugar donde encontró la terrible escena de su niñez.
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Los tres espíritus que habitan en La Moira
Antonio Zamudio, creador de la Agencia Mexicana para la Investigación Paranormal, sostiene que tres espíritus residen en La Moira, entre ellos el de Marco. A pesar de que algunos individuos cuestionan esta declaración, la vivienda proyecta una intensa energía negativa.
El dueño de la vivienda decidió corroborar esta información; para esto, impulsó una acción artística donde varios artistas expresaron sus emociones en las paredes. La gran mayoría de ellos pintaron emociones negativas, incluso ideas sobre la muerte.
Así luce actualmente La Moira
En su momento, La Moira fue utilizada para llevar a cabo sesiones espiritistas, donde algunos de los participantes sufrían posesiones demoníacas. De igual manera, existía la posibilidad de entrar gracias a varios recorridos nocturnos que se hacían; sin embargo, debido a la presencia de seres de ultratumba, esto fue muy riesgoso para los turistas.
Actualmente, La Moira fue pintada completamente de negro, resaltando de las demás y hace apenas unos años, dejó de ser una galería pública, para nuevamente convertirse en una residencia privada; sin embargo, los tres espíritus viven ahí, esperando el día en que puedan ser liberados y desatar su maldad en la tierra.
La Moira se encuentra ubicada en José Vasconcelos número 125, San Miguel Chapultepec (entre el metro Chapultepec y Juanacatlán).