VERACRUZ, VER. - Las redes sociales, sus compañeros de trabajo y de escuela se convirtieron para Zurisadday Solís en una oportunidad de poder emprender un nuevo negocio. La venta de postres que compra en la tienda mayorista Costco fue una de las opciones más sencillas para tener dinero extra y así pagar su universidad.
En el 2022 inició con la venta de postres, ahora admite tener incertidumbre debido a las nuevas restricciones que la empresa puso en algunos estados del país, donde limita la compra de estos productos en 5 unidades o en algunos casos hasta 2 por persona afiliada a la tienda.
En redes sociales se hizo viral algunas fotografías que usuarios de esta tienda tomaron y donde les impiden comprar una cantidad mayor de pasteles. En el caso de la ciudad de Veracruz, Zuri desconoce si también aplicaron la misma medida, pero no duda que pronto lo hagan, pues señala que desde hace varios años la compra se encontraba limitada, esto en el caso de la única sucursal que se ubica en Boca del Río.
Te podría interesar
“Yo siento que la estrategia de Costco es incrementar sus membresías. Porque hay una señora que va a comprar y compra como 20 pasteles y tiene como 5 membresías. Entonces, a ella no le hacen ningún tipo de trabas, porque está presentando sus 5 membresías y si quieren disminuir la parte de la reventa de pasteles, no importaría que tuvieras 5 membresías, solo te ibas a llevar cinco unidades”, sostiene.
Te podría interesar
Zuri cuenta con una membresía donde paga 350 pesos anual, ya que su tarjeta es adicional, pues la adquirió junto con su familia, quienes también están afiliados a esta tienda; no obstante, si quisiera adquirir otra le costaría entre 700 pesos.
Un trabajo que le ayuda a pagar sus estudios
Zuri, de 33 años, estudia la licenciatura en Derecho en una escuela privada donde las mensualidades son costosas, a pesar de que cuenta con un trabajo como auxiliar administrativo en una empresa de reparaciones de vehículos en Tierra Blanca, decidió emprender la venta de postres como una opción más para ganar dinero extra y ocuparlo en pagar sus estudios.
Primero comenzó a vender a sus vecinos en el puerto de Veracruz, donde tiene su casa, después por redes sociales donde también encontró un importante sector de personas que le compran, posteriormente a sus compañeros de trabajo y escuela.
“Primero solo vendía los sábados, después los domingos y ya después al lugar donde trabajo empecé a llevar y también se empezaron a vender y fue una buena idea”, sostiene.
Al inicio invirtió 1,000 pesos en la compra de 5 pasteles, cada rebanada la daba en 35 o 40 pesos dependiendo el postre, el que más se vendió fue el pay de limón y frambuesa. Zuri asegura que desde que decidió entrar a este negocio nunca se queda con la mercancía, incluso, hay personas que le hacen pedidos para apartarlos.
Son alrededor de 100 pesos que ella gana por pastel, ese dinero lo invierte en pagar las cosas que pueda necesitar en la escuela y deja 1,000 pesos para invertir de nuevo y comprar más. De esta manera solo utiliza el sueldo de su trabajo para otros gastos del hogar.
“Tengo un sobrecito donde voy ahorrando todo lo que gano, cuando hago mi corte, se podría decir así, sacó los mil pesos que tengo como base y lo que me queda lo guardo para poder pagar mi escuela”.
Un dulce emprendimiento que hacen miles de personas
En la ciudad de Veracruz es normal ver en estacionamientos de supermercados, parques, iglesias o algún lugar público a personas que venden los pasteles por rebanadas, en especial mujeres, conocidas como nenis, quienes ven en este trabajo un ingreso extra.
Se le denomina nenis a las mujeres emprendedoras y comerciantes que a través de redes sociales ofrecen y venden sus productos. La mayoría son jóvenes que no tienen una fuente de empleo formal.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) hay 5.2 millones de mujeres que emprenden en el país y 82 por ciento de las emprendedoras se encuentran en la informalidad.
Las mujeres emprendedoras generan un promedio de 9.5 millones de pesos a México al día en ventas, según datos del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Zuri, va cada ocho días a comprar los pasteles, pues aprovecha sus días de descanso antes de entrar a la escuela para ir a surtirse de mercancía. En todo ese año que ha ido al lugar, se topó con varias personas que también realizan estas compras, incluso, muchas ya se conocen y esperan pacientes a que los postres salgan a exhibición.
“Hay gente que llega desde Alvarado a comprar pasteles y se dedican al 100 por ciento a eso y van muchos chavos que queremos pagar la escuela, mamás solteras que se dedican especialmente a eso. Sí va mucha gente”.
Algunas llevan varios años viviendo de este negocio, pues es su único ingreso. Mujeres de todas las edades se emplean en la informalidad de esta manera, por lo que consideran algo injusto que les limiten la compra del producto, ya que muchos sostienen a sus familias con este trabajo.
“Hay una señora que va ahí a comprar que tiene 70 años y con eso se mantiene y realmente es una entrada de la gente emprendedora. No lo veo como algo malo, porque al final de cuentas los postres los estás comprando”, dice.
Buscar otras estrategias para continuar con las ventas
Zuri indica que las restricciones en las compras en Costco no son recientes, pues desde hace algunos años limitan a sus clientes a comprar cierta cantidad de producto, por lo que algunos se ven en la necesidad de adquirir más membresías para seguir surtiéndose.
“Las restricciones ya estaba. Del pastel Matilda solo te podías llevar dos por membresía del chocoflan ya estaba limitado a dos unidades. Tiene como un año, yo siento que vino a explotar ahorita”.
Aunque no sabe si en el estado de Veracruz aplicarán más restricciones para adquirir los postres, señala que si lo hacen se verá en la necesidad de comprar otra membresía y llevar a una persona extra para poder adquirir los postres suficientes y continuar con sus ventas hasta que concluya su universidad.
mb