VERACRUZ, VER.- Hablar con Rafael Aguirre Boss es como dar un recorrido al Veracruz de los años 1970, cuando el tranvía aún recorría las calles del centro que eran adornadas con marquesinas y anuncios brillantes. En solo dos horas de plática una historia que es aderezada con recuerdos, música disco y anécdotas que se quedaron marcadas entre los jarochos que acudían cada noche a la discoteca Perro Salado.
En la comodidad de su hogar, en la Unidad Habitacional Los Volcanes, Rafael no solo guarda el recuerdo en fotos y el equipo de sonido que luce como intacto desde el primer día que Perro Salado abrió sus puertas al público el 11 de enero de 1977, también atesora con cariño una época donde los discos de vinilo y casetes dominaban la industria musical al ritmo de I will survive de Gloria Gaynor o Stayin' Alive del grupo Bee Gees.
“Perro Salado no fue la primera disco en Veracruz, la primera que se abre se llamó El Cerebro, esa discoteca se abre artesanalmente con unas latas, se les abre la tapa y se meten luces de colores. Porque aquí no había esa tecnología de luces. Jorge Malpica, empresario y periodista, tuvo la visión de traer la primera discoteca ya establecida con equipo profesional de Estados Unidos”, cuenta.
Esa discoteca se llamó Perro Salado y estuvo vigente entre la población jarocha y turistas durante una década, su cierre fue en el año 1987. Rafael fue DJ durante todo el tiempo, ahí conoció historias de amor que se crearon en la pista de baile, artistas de talla internacional que llegaron a bailar al lugar, fue testigo del cambio de generación y vestimenta de la época.
“Había un estilo de vestirse y calzarse diferente. En ese entonces había las boutiques, los estilistas de moda. Era un Veracruz donde usábamos pantalones acampanados, llegamos a usar zuecos, llegamos a usar unos huaraches con la plataforma atrás y se empezaron a usar unas mochilas que las llamábamos papus, que eran las clásicas mariconeras”.
Todos esos recuerdos se quedaron en la memoria del hombre de 67 años que a través de fotos y alguno que otro vídeo vuelve a revivir, cada que el tiempo y sus ocupaciones como maestro le dan tregua.
Una década que marcó a jarochos
Abrir una discoteca en la década de 1970 en Veracruz no fue nada fácil, admite Rafael. Para que el dueño, Jorge Malpica, pudiera tener este espacio tuvo que conseguir en otros países el equipo de sonido, mezcladoras y la tecnología en luces, porque en aquellos años no se encontraban en el estado y en algunos casos ni en el país.
“Aquí en México y Veracruz no nos llegaban los discos hasta dos años después de que salían en Estados Unidos, hoy ves un estreno y es inmediato. Los discos no llegaban aquí, antes los dueños de estos lugares se tenían que suscribir a una compañía de Estados Unidos que se llamaba Motown de Diana Ross que es la que descubre a Michael Jackson y los Jackson Five, todo para que te mandaran los discos”, narra.
Todos los adolescentes de esa época en Veracruz y municipios aledaños acudían a sitio a bailar, el lugar con capacidad de 600 personas llegó a reunir en periodos de vacaciones hasta 800 asistentes. Su éxito fue tal que acudieron artista como Gloria Gaynor y los integrantes de la banda Timbiriche.
Durante esos 10 años también se formó un ballet que se llamó Something Special, el cual fue a concursar al programa Fiebre del 2, de la empresa Televisa, que consistía en un concurso de baile de música disco y era conducido por Fito Girón. Los integrantes veracruzanos ganaron el primer lugar en la categoría varonil.
También hubo tardeadas donde los jóvenes estudiantes de preparatoria y universidades podían organizar para obtener dinero y así pagar sus graduaciones y viajes, el lugar cobraba una comisión por utilizar sus instalaciones.
Del mismo modo, hubo un espacio culturar, ya que se presentaban obras de teatro por las tardes, en ese horario asistían a ver El Show de Terror de Rocky, Vaselina y lanzamientos de grupos musicales locales.
“Ahí hubo muchas personas que se conocieron, que se casaron. Que se enamoraron, se pelearon y se separaron. Hicieron vidas diferentes se casaron con otras personas y hace 21 años que hago los reencuentros, se vuelven a ver. Se dan cuenta de que están divorciados y se vuelven a juntar”, agrega Rafael.
Los reencuentros del Perro Salado
El 2002 fue la época en la que Rafael decidió realizar los reencuentros para recordar las noches de gloria de la disco Perro Salado. La idea era sencilla: alquilar un lugar para recibir a los amantes de la música disco y que convivieron en Perro Salado, para vivir durante unas horas de nuevo su época de adolescencia.
Rafael buscó a las personas que participaron en el ballet de Perro Salado, localizarlos no fue fácil, pues en esa época las redes sociales apenas comenzaban y no había tantas facilidades de encontrar a las personas que en aquel momento ya vivían en otros estados del país.
“Fue gratificante el volver a ver a la misma gente, porque Veracruz creció. Hay gente que se fue de Veracruz a Estados Unidos, diferentes partes del país y de la República Mexicana”, cuenta.
El 28 de diciembre de ese año se llevó a cabo el primer reencuentro, ya que muchos escogían esa época para visitar el estado y sus familias. Los reencuentros atrajeron a personas que vivían en otros países y que volvían a ver a sus viejos amigos.
En una ocasión logró reunir a 1,000 personas que disfrutaron la música disco. Rafael afirma que realizar cada año estos eventos es desgastante, pues se tiene que ver la logística del lugar, los lugares donde van a estar sentados cada uno de los asistentes y tener en cuenta los detalles que puedan surgir, ya que muchas de las personas son adultos mayores que requieren de atenciones especiales.
“En ese momento que están en la fiesta se les olvida que tienen 60 años, que les duele las rodillas, que tienen problemas de salud. Ese momento es una regresión mental, donde regresas a la época en la que tú no te pasaba ni te dolía nada”, agrega.
Los reencuentros de Perro Salado logran reunir cada año a familias completas, porque también acuden las parejas con sus hijos y nietos a revivir la época de la música disco y los años de juventud que quedaron en el recuerdo de un lugar que permanecerá en el justo de los jarochos.