VERACRUZ, VER. - Una galería de fotos en Facebook se ha compartido con frecuencia desde la semana pasada en grupos de la ciudad de Veracruz. La protagonista es doña Lupita, una querida vendedora de naranjas, muy conocida en la zona centro de la ciudad, en donde vende el cítrico, pese a su avanzada edad y problemas de salud. Usuarios en redes invitan a otras personas a que compren su producto.
A pesar de sus más de 80 años y algunos problemas de salud, Lupita llega puntualmente con su carrito cargado de naranjas peladas y se acomoda enfrente de la catedral, "Nuestra señora de la Asunción", ubicada en la calle Mario Molina de la colonia Centro, en la Ciudad de Veracruz, en donde ya es conocida por clientes y transeúntes, que la describen como una persona amable y tierna.
Con el dinero de la venta de las naranjas con chile, que por un extra de 3 pesos puedes acompañar con chilito en polvo, Lupita costea algunos de sus gastos. Esto conmovió a una clienta, quien decidió compartir en su perfil de Facebook, una galería de fotos del trabajo de Lupita, y de esta manera, invitar a quienes se encuentren cerca de la calle Independencia, a comprar de las naranjas de Lupita.
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El post tiene más de 8 mil reacciones y continúa compartiéndose entre grupos de Facebook del puerto de Veracruz.
"A ver flota, a ella todos la conocemos", comenta un usuario.
Lupita y sus pesares
Esta no es la primera vez que Lupita se hace viral en redes sociales, en realidad, es una persona muy conocida y cada cierto tiempo su historia vuelve a ser tendencia en redes sociales, pues con sus más de 84 años continúa trabajando con amabilidad, incluso a pesar de sus enfermedades.
Ella padece epilepsia y en ocasiones ha sufrido ataques cuando está vendiendo, esto ha ocasionado que caiga al piso y resulte lastimada.
En diciembre del año pasado, en vísperas de año nuevo, Lupita tuvo que ser trasladada al Hospital de Alta Especialidad de Veracruz (HAEV) debido a que sufrió una lesión en la pierna, provocada por una úlcera que apareció por el descontrol de la diabetes que padece.
Justamente en esa ocasión Lupita fue atendida, gracias a una persona que notó su ausencia y preguntó por su paradero hasta dar con ella. Tristemente la encontró en su casa con una lesión en la pierna, pero gracias a la intervención de un cliente, Lupita pudo ser atendida.
mb