Decir que los medios de comunicación están en crisis es una obviedad. Incluso un acto de optimismo porque presupone que el estado actual es sólo temporal, una mala racha, una transición y no el estado definitivo de las cosas.
Lo cierto es que desde el arribo del mundo digital muchos medios la han pasado muy mal. Primero, cuando tuvieron que migrar de sus plataformas -radio, televisión, impresos- hacia el mundo punto com. Un espacio en el que algunos triunfaron pero otros no sobrevivieron a las eternas discusiones sobre modelos de negocio, muros de pago, etc.
Luego llegaron las redes sociales que siempre tuvieron una relación amor-odio con los medios tradicionales. Por un lado, prometían llevar audiencias a sus sitios, por el otro se alimentaban de su contenido sin tener que pagar por ello. Y en esa dinámica llevamos un par de décadas, con altas y bajas. (Más las segundas que las primeras).
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Hasta que los hábitos de consumo en las redes cambiaron y llegamos al tiempo en que difícilmente salimos de una red para ir a visitar algo fuera de esa realidad. Si estamos en X, rara vez vamos a los sitios a leer o profundizar en la información; de Tik tok e Instagram es muy sencillo quedarse y los medios no tuvieron otra opción que adaptarse y generar contenido para esas plataformas. Aprendieron a jugar de visitante, ya no de local.
Pues bien, ahora viene una nueva temporada y promete ser (todavía) más desafiante. Es la era de la IA en la que se perfila finalmente la debacle de las visitas y por tanto de la publicidad en los sitios. El cambio ya no viene desde las redes sino desde el poderoso Google; que esta vez ya no jugará más como el distribuidor del juego. El tipo que te decía dónde podías encontrar el contenido relevante, es ahora el protagonista que tiene todas las respuestas.
Por eso desde hace algún tiempo cuando vamos a Google ya no hacemos click en ningún lado. Nuestras preguntas son atendidas en segundos por la IA, y ya no es necesario hacer nada más. Google no es más un intermediario, es un solucionador.
De ahí la caída de los clicks y la bajada en el tráfico de muchos sitios. Por compartir un par de datos, un estudio del Pew Research revela que cuando aparece un “AI summary” en Google, la probabilidad de que el usuario haga click en un resultado tradicional baja de 15% a 8% (casi a la mitad). Si hablamos de contenido informativo, la caída llega ser del 34 por ciento.
Y se va a poner peor. Como es evidente el futuro de la IA está en que nos “aclientemos” con algún agente ya sea de OpenIA, Grok, Gemini y de ahí no salgamos. Que esa Inteligencia nos diga desde qué ropa ponernos, el clima, alguna receta, nos dé terapia, y por supuesto, nos resuelva cualquier duda sobre la actualidad informativa.
De tal suerte que no vayas a ningún otro lado a informarte sino que atiendas tus necesidades ahí. Si esto avanza en ese sentido es muy mala noticia para las empresas de medios. Y también, aunque no se vea así, para sus usuarios. La razón es que esas plataformas naturalmente tendrán sesgos y lo peor es que no sabremos bien a bien ni de dónde vendrá la información de la que se alimenten.
Es verdad que algunas empresas de medios, como The New York Times y el Washington Post ya están trabajando para generar sus propias IA o para ser los proveedores de esas plataformas con información de calidad, pero eso solo repite el fenómeno en que unos cuántos jugadores pueden entrar a competir como han hecho con los cambios anteriores.
Quizá me equivoque y el consumo vaya hacia otro lado pero si miramos el camino que hemos seguido en las últimas décadas creo que es posible imaginar hacia dónde va: plataformas cada vez más demandantes (adictivas) que resuelvan todo y nos retengan el mayor tiempo posible ahí.
Veremos si los medios logran sobrevivir una vez más a este nuevo desafío.