El 9 de septiembre se cumplieron 25 años de la muerte de Carlos Castillo Peraza, mi padre. Su ausencia dejó un vacío enorme en la política mexicana, pero su pensamiento y su obra siguen vivos, inspirando a quienes creemos que la democracia debe ser siempre una construcción ética, gradual y humana. Su voz, fue la de un intelectual comprometido que entendió como pocos el momento que se vivía tanto en México como en el mundo, y que la política debía consolidarse como un espacio para la verdad probable.
Castillo Peraza fue un hombre de ideas, pero también de acción. Supo combinar la filosofía con la praxis, la doctrina con la estrategia, la historia con la coyuntura. Siguió tras las huellas de quienes llamaron “humanismo político” a esa filosofía que en otros horizontes llamaban “humanismo cristiano” y de otras muchas formas, no como una tercera vía ni una síntesis pragmática: como una exigencia ética que interpela a todas las corrientes ideológicas, y que muchas veces incomoda por su fidelidad a principios no negociables. No se dejó capturar por bloques, porque su fidelidad no fue al poder, sino a la verdad. Por eso también, muchas veces, fue una voz incómoda, pero necesaria.
Su formación filosófica, su memoria perdurable, su ironía lúcida, su cultura universal y su capacidad intelectual son algunas de sus cualidades que hoy casi no se ven en política. Un cuarto de siglo después de su partida vale la pena recordar algunas de sus principales aportaciones a la democracia mexicana:
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- Gradualismo. Fue de los pocos mexicanos que entendió que la democracia no se haría después de una guerra civil o después de una especie de juicio o persecución. Defendió que la transición democrática debía construirse paso a paso, fundando y respetando las instituciones.
- Reivindicó la política como servicio: sostuvo que el poder no era un fin, sino un medio para mejorar la vida de las personas, lejos del pragmatismo sin valores.
- Fue el último gran ideólogo del PAN: dio coherencia doctrinal a un partido que, en los noventa, se debatía entre la identidad histórica y la posibilidad de gobernar. Fue el último ideólogo porque fue el primer pensador panista que pudo explicar que ganar no estaba peleado con el bien, y que la mejor oposición no era la más escandalosa, sino la que demostraba en los hechos que estaba lista para ser el mejor gobierno.
- Impulsó la formación de cuadros políticos: como maestro y dirigente, formó generaciones de jóvenes que después serían protagonistas de la alternancia. Felipe Calderón, Germán Martínez y muchos otros somos ejemplo de ello.
- Consolidó al PAN como opción de gobierno: bajo su presidencia nacional (1993-1996) el partido ganó estados clave como Jalisco y Guanajuato, y se preparó para la alternancia del 2000.
- Junto con don Luis H. Álvarez lograron la victoria cultural. Momento de la historia de México cuando los conceptos que el PAN llevaba cinco décadas defendiendo (democracia, padrón electoral transparente, división de poderes, derechos humanos, etc.) se volvieron universales.
- Defendió la importancia del diálogo y la pluralidad: fue interlocutor con adversarios políticos en tiempos en los que la oposición era más una isla que una oposición.
- Ejerció una oposición ética: como candidato y como dirigente, mostró que se puede competir sin renunciar a la congruencia ni al respeto al adversario. Nunca ganó una elección en la calle pero fue candidato varias veces y enalteció el debate y la política sin promesas demagógicas o animadversiones baratas.
- Enriqueció la cultura política mexicana: con sus escritos, conferencias y discursos, dejó un legado intelectual que trasciende a su partido y nutre a todo el pensamiento democrático.
- Su pensamiento es totalmente vigente y se puede consultar en las compilaciones y libros que se han editado post-mortem. En la fundación que dirijo se pueden descargar 10 de sus libros de forma gratuita. https://frph.info/2338-2/
- Fue referente internacional: su pensamiento humanista y democrático trascendió fronteras, siendo citado en espacios académicos y políticos fuera de México. Hace apenas unas semanas se presentó un libro en Argentina sobre pensadores humanistas de todo el mundo en donde me solicitaron un capítulo sobre Castillo Peraza. Se puede descargar gratis: https://www.redporlaverdadylalibertad.org/2025/08/28/pensadores-humanistas-del-siglo-xix-y-xx-para-el-siglo-xxi/
A 25 años de su muerte, recordamos a Carlos Castillo Peraza no sólo como un dirigente partidista, sino como un pensador y un humanista cuya huella volverá a ser el camino para regresar a la democracia mexicana.
