REFORMA ELECTORAL

La batalla electoral que viene

Morena busca controlar el sistema electoral mexicano, el oficialismo ya tiene mayoría en el Congreso y ahora va por el INE y la representación proporcional. | Ivonne Ortega

Escrito en OPINIÓN el

Asentado en el poder presidencial y la mayoría de las gubernaturas, con el control de los poderes Legislativo y Judicial, e incluso del aparato electoral, a Morena y sus aliados les ha gustado tanto el poder, que ahora quieren tenerlo por completo, desde su origen. Van por el sistema electoral mexicano.

Ya desde la presente Legislatura del Congreso de la Unión ocurrió una discusión cuando Morena y sus aliados se hicieron con una mayoría calificada que no corresponde a lo que los votantes les dieron, una operación donde estuvo involucrado el propio INE.

Aún así, les faltaban apenas unos votos en el Senado para tener el control total de lo que a legislación se refiere. Y el oficialismo se fue de cacería para cooptar a legisladores del extinto PRD y uno del PRI, que engrosaron las filas oficialistas y les dieron una mayoría calificada aún más artificial.

Aquella fecha aciaga estuvo marcada también por la privación temporal de la libertad de un legislador de MC, a quien presionaron con encarcelar a su padre…

Con ese tipo de artilugios, los integrantes del oficialismo juegan ahora a destruir todo lo construido en materia de democracia, con tal de permanecer en el poder.

Por lo pronto, su mira está ahora puesta en el control del órgano electoral, la distribución del recurso público y, sobre todo, la representación proporcional, un concepto instituido en nuestro sistema electoral desde 1977, con la reforma que abrió las puertas del Poder Legislativo a grupos, sobre todo de izquierda, que permanecían en la clandestinidad.

Gracias a ese y otros instrumentos electorales, poco a poco, la izquierda mexicana entró a los puestos de decisión, utilizando muchas veces la figura plurinominal, y a partir de ahí pudieron fijar postura en las Cámaras legislativas, obtener espacios de difusión y posicionarse entre el electorado.

Hoy, la izquierda mexicana (es un decir) en el poder, pretende cerrar de plano cualquier posibilidad de que haya voces diferentes en los espacios legislativos, quieren clausurar para siempre esas rendijas por donde, lo saben bien, pueden penetrar las voces distintas en las cámaras legislativas y de ahí, conquistar posiciones.

¿De qué tamaño es el miedo de un régimen que poco a poco ha ido cerrando todo espacio de oposición y forman narrativas diametralmente opuestas a lo que tanto pregonaron desde fuera del poder, pero ahora que ya están en los cargos pretenden hacer hasta lo imposible para no salir de ellos?

La batalla electoral que viene no se librará solo en las urnas: se dará sobre todo en la conciencia nacional, donde con toda seguridad emprenderán una asonada de publicidad para aterrorizar a la ciudadanía con tal de obtener lo que se pretende: volver a la época de la presidencia imperial, pero ahora de color guinda.

En efecto, lo que se busca es que Morena (ahora ya incluso sin sus aliados) se perpetúe en el poder, y si para eso es necesario cortar márgenes de pluralidad a nuestra democracia, para eso está su mayoría artificial, faltaba más.

Vamos por una batalla más, ahora desde los espacios de difusión con los que contamos, para que México y sus instituciones, sus espacios políticos, sean el reflejo de una sociedad plural, no un solo órgano estático y obediente del régimen.

Morena y el dinero público

Hablando de la poco fiabilidad del régimen, en diez años y a la fecha van más de 30 mil millones de pesos que Morena ha recibido de financiamiento público, incluyendo el dinero que prometió que destinarían a los damnificados de los sismos de 2017 y que nunca lo hicieron, sino que utilizaron el dinero para otros fines, presumiblemente electorales.

El partido más caro del mundo, ahora quiere, desde el poder, empezar a dar lecciones de moralidad y de humildad, cuando sus dirigentes han sido señalados no solo por engrosar su billetera sino también por hacer del poder público un instrumento para sus negocios personales.

Ivonne Ortega

@IvonneOP