Este fin de semana, dimos inicio a un ejercicio fundamental para el presente y el futuro de la Ciudad de México: los Foros y Diálogos Territoriales para la Construcción de una Ciudad Habitable y Asequible con Identidad y Arraigo Local. Desde el Parque España, en la colonia Condesa, comenzó una ruta de diálogo que tiene un solo propósito: escuchar y construir con las y los vecinos soluciones reales frente al fenómeno de la gentrificación.
Tal como lo ha planteado la Jefa de Gobierno Clara Brugada, este gobierno cree firmemente en que las respuestas a los grandes retos urbanos no pueden imponerse desde arriba; deben debatirse, enriquecerse y definirse junto a quienes habitan y defienden sus colonias todos los días. Este primer foro es apenas el inicio de una serie de encuentros públicos que recorrerán zonas con fuerte presión inmobiliaria, para dar espacio a las voces que suelen ser silenciadas por el mercado.
Vecinas y vecinos compartieron testimonios valientes sobre el aumento en los precios de la vivienda, el impacto de las plataformas de renta temporal y las dificultades para seguir habitando sus propios barrios. Hablaron con claridad, con argumentos y con esperanza, ejerciendo su derecho a opinar, a disentir, a participar. Porque la ciudad no se entiende sin su gente, sin su tejido comunitario ni su memoria colectiva.
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Desde la Secretaría de Gobierno, presentamos los 14 puntos que integran el Bando Uno, una propuesta impulsada por la Jefa de Gobierno Clara Brugada, abierta al debate público y pensada para proteger el derecho a la ciudad. Entre las medidas destacan acciones legales para evitar aumentos desproporcionados en las rentas, la creación de un organismo que vigile las relaciones entre arrendadores e inquilinos, y políticas integrales para fortalecer el arraigo y evitar el desplazamiento forzado.
Más allá de los puntos técnicos, lo que está en juego es el tipo de ciudad que queremos construir. Una donde el desarrollo no implique exclusión, donde las mejoras urbanas no expulsen a quienes las han hecho posibles. Una ciudad que crezca con justicia, donde quepamos todas y todos. Esa es la apuesta: una ciudad habitable, asequible y con identidad.
Por su parte, el secretario de Vivienda, Inti Muñoz, subrayó que la lucha por el derecho a la vivienda está en los cimientos de la ciudad democrática. Recordó que esta ciudad no puede entenderse sin el esfuerzo ciudadano de la lucha vecinal, sin la solidaridad que levantó a la capital tras el sismo de 1985. Y señaló algo fundamental: “De otras luchas ciudadanas hemos aprendido que debatiendo, discutiendo, en el diálogo público, en el foro abierto, ejerciendo las libertades democráticas, es como no solo hemos construido y transformado nuestra ciudad, hemos transformado al país”.
El Gobierno capitalino, dijo, tiene absoluta claridad de que en el centro de la tarea de hacer ciudad está combatir las causas y los efectos de la gentrificación. “La gentrificación es dañina para el tejido social, es dañina para la economía y para la tarea de construir una ciudad con prosperidad compartida”, añadió. Reiteró también que el actual gobierno ha hecho de la vivienda una prioridad, aumentando el presupuesto destinado a este rubro, porque está convencido de que las causas de la gentrificación pueden y deben enfrentarse desde la política pública, la participación ciudadana y el fortalecimiento del carácter democrático de nuestra ciudad.
Los foros que vienen serán un espacio de aprendizaje mutuo. Especialistas, autoridades, comerciantes, colectivos, inquilinos, arrendadores, juventudes, personas mayores: todas las voces cuentan. Porque el gobierno de la transformación no impone; escucha, dialoga y construye con el pueblo.
La gentrificación no es un fenómeno inevitable. Se puede enfrentar con política pública, con voluntad y, sobre todo, con participación ciudadana. Y esa participación ya empezó a sentirse con fuerza. En la Ciudad de México, gobernamos con la gente y para la gente. Esa es nuestra convicción y nuestro compromiso.
Este foro fue una muestra clara de que cuando la ciudadanía se organiza y el gobierno abre espacios reales de diálogo, se puede avanzar hacia soluciones colectivas, con rostro humano y arraigo territorial. Así lo seguiremos haciendo, barrio por barrio, colonia por colonia.
Porque si algo tenemos claro es que esta ciudad no se vende: se defiende, se habita y se transforma con su gente.
