"EL MAYO” NEGOCIA CON EU

¿Qué hay detrás del acuerdo de “El Mayo” con EU?

¿Qué significa para la pelea entre facciones en Sinaloa que “El Mayo” Zambada haga un acuerdo con fiscales de Estados Unidos? | César Gutiérrez Priego

Escrito en OPINIÓN el

Si las noticias dicen que “El Mayo” Zambada quiere un acuerdo con fiscales de Estados Unidos, vale la pena preguntarnos qué significa eso para la pelea entre facciones en Sinaloa.

En ese juego hay dos grupos: “los Chapitos” y “los Mayos” que buscan controlar rutas clave. La cooperación con la justicia podría ser un arma muy poderosa, igual o más que la violencia.

La idea detrás de estos acuerdos suele apoyarse en tres cosas: información, protección y menos castigo. Que alguien coopere para entregar nombres, dónde va el dinero y cómo funciona la red puede ayudar a deshacer estructuras grandes. A cambio, esa persona podría obtener beneficios legales o una salida condicionada.

Despejar el camino para sus operaciones, podría parecer que la jugada busca quitar obstáculos a distancia, ayudar a que sus rutas queden menos expuestas a ataques de rivales y, así, fortalecer a su facción. Pero esa promesa de apoyo podría hacer que otras personas queden expuestas ante procesos y sentencias.

Debilitar a rivales desde dentro: entregar información sobre antiguos aliados puede romper lealtades, provocar traiciones y hacer creer a algunos que están traicionando a otros. Eso podría desestabilizar coaliciones que parecían sólidas y acelerar peleas internas.

Ganar tiempo, un acuerdo podría darles oportunidad para reorganizar redes, recuperar recursos y sostener una facción sin la presión inmediata de juicios. Serviría como un paraguas temporal para planear el siguiente movimiento.

Pero hay un costo para la sociedad y para la idea de justicia. Si la gente ve que cooperar con la justicia ayuda a un grupo criminal, puede parecer injusto y dañar la confianza en el sistema judicial. La seguridad de una región debe centrarse en las personas, no en proteger a un bando.

En la historia reciente, estas alianzas no son una solución mágica. Pueden deshilachar redes y debilitar crímenes, pero también crean nuevos conflictos y dilemas éticos que afectan a las comunidades.

La pregunta clave no es solo “¿qué gana cada lado?”, sino “qué ganamos como sociedad si aceptamos que la cooperación entre la justicia y el crimen forma parte de la estrategia de poder?”. Sobre todo, ¿qué tipo de justicia queremos para las comunidades que viven la violencia?

La historia de “los Chapitos” y “El Mayo” nos muestra que la violencia cambia cuando el Estado ofrece “rutas de salida” a cambio de información. Si la guerra continúa, lo importante es pensar a quién protege la justicia y qué futuro de convivencia queremos para todos.

Por último, el secuestro de “El Mayo” en manos de uno de los hijos de “El Chapo” Guzmán, en coordinación con agencias de inteligencia norteamericanas, ha sido la principal causa por la que el poderoso cártel del Pacifico a quien conocemos como Cártel de Sinaloa esté en una guerra, misma que ha causado la muerte de miles de mexicanos. Esta acción ha dejado además al grupo criminal que en algún momento fue considerado como el más grande y poderoso del mundo, sumido en la violencia, desconfianza y repudio de sus propios miembros, que no confían ni siquiera entre ellos.

César Gutiérrez 

@cesargutipri