En un país como el nuestro con profundos contextos de desigualdad estructural y discriminación sistemática, las acciones afirmativas no solo son un mecanismo necesario, sino que se han convertido en una herramienta necesaria para garantizar el acceso a los derechos políticos y electorales de diversos segmentos de la población.
Para la elección de 2018 el INE aprobó un Acuerdo por el que se implementaron las primeras acciones afirmativas con el objetivo de asegurar la participación de personas indígenas como candidatas a las diputaciones federales. Para la elección federal del año 2021, el INE, amplió las acciones afirmativas obligatorias para la postulación de candidaturas por parte de los partidos políticos a los espacios de representación proporcional y, tomando en cuenta diversas resoluciones emitidas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), acordó la implementación de acciones afirmativas para otros grupos en situación de vulnerabilidad, con el objetivo de garantizar una integración paritaria y más inclusiva para el Congreso de la Unión, asegurando la participación de personas indígenas, afromexicanas, con discapacidad, de la diversidad sexual y mexicanas y mexicanos residentes en el extranjero. El resultado fue la generación de 65 personas que obtuvieron una curul en la Cámara de Diputadas y Diputados.
Para la elección federal de 2024, el INE nuevamente aprobó los acuerdos respectivos para garantizar la participación de las personas identificadas en los Grupos en Situación de Discriminación (GSD): personas indígenas, afromexicanas, con discapacidad, de la diversidad sexual y mexicanas y mexicanos residentes en el extranjero, haciéndolas ahora obligatorias también para la integración del Senado de la República.
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No obstante, este esfuerzo institucional que ha tenido como objetivo visibilizar a todos los segmentos de nuestra población y garantizar sus derechos políticos y electorales, el INE ha enfrentado, además de las resistencias partidistas, dos grandes retos: la limitada cobertura mediática y la tibia conversación en redes sociales.
De acuerdo con Estudio del INE “Acciones Afirmativas, participación político-electoral de los Grupos de Situación de Discriminación durante el Proceso Electoral Concurrente 2023-2024: un análisis de la cobertura en medios de comunicación convencionales y de la conversación en la red social X”, se revela que solo el 4.8?% de las 348 personas candidatas postuladas mediante acciones afirmativas fueron retomadas como fuentes por los medios de comunicación convencionales. Es decir, los medios invisibilizaron a estos GSD.
El estudio también evidencia que las narrativas que son predominantes en los medios y redes sociales siguen estancadas en estereotipos y prejuicios en contra de los GSD. Las personas afromexicanas, por ejemplo, son las menos mencionadas en estos dos rubros mediáticos, lo cual ratifica una tendencia histórica a su exclusión.
Por su parte, las juventudes indígenas y afromexicanas prácticamente no aparecen en el espectro de la cobertura noticiosa, lo que revela un sesgo estructural con el que opera en prácticamente todo el sistema informativo de nuestro país.
Sin embargo, el estudio refleja que existe una amplia aceptación de la ciudadanía hacia la representación política de los GSD. De acuerdo con datos registrados en el “Reporte ejecutivo de resultados, Segunda Encuesta de 2023”, publicado por el TEPJF, el 82% de la población respalda la participación de personas indígenas y 81% la de personas con discapacidad. No obstante, estos niveles de aprobación social no se traducen en una atención mediática equivalente ni en espacios reales de interlocución pública a pesar de que los medios de comunicación cumplen una función fundamental ante la población y nodal en un sistema democrático.
Lo que hacen los medios, entonces, es priorizar las voces tradicionales en sus coberturas invisibilizando a los GSD; contribuyen a potenciar a las personas que no se encuentran en los segmentos de la población a los que se dirigen las acciones afirmativas, y discriminan a estos grupos dañando los principios constitucionales relacionados con la no discriminación y los derechos igualitarios para todas las personas.
Nuestra democracia justamente se basa en los derechos de las personas y si las autoridades electorales, jurisdiccionales o adminsitrativas como el INE, buscan que toda la población tenga representatividad política, estos estudios demuestran que los medios van en sentido contrario y lo que requerimos es que visibilicen a estas personas para combatir la discriminación y garantizar la igualdad de sus derechos de todas las personas..
Las acciones afirmativas no deben ser vistas como un privilegio. Son una medida de justicia que busca corregir siglos de exclusión que han sufrido históricamente estos segmentos de la población. Invisibilizarlas o trivializarlas equivale a negarles su sentido histórico y su vocación transformadora.
El INE seguirá impulsando acciones afirmativas, potenciando los derechos políticos y electorales de todas las personas y fortaleciendo nuestro sistema democrático. Toca ahora el turno de los medios de comunicación.
