PERIODISMO

¿Adiós al periodismo?

Quizá después de todo -la IA- el periodismo pueda sobrevivir, aunque el sector termine por ser todavía mucho más pequeño; habrá que seguir en el empeño aunque todo parezca jugar en contra. | Mario Campos

Escrito en OPINIÓN el

¿Qué obtienes si reúnes a dos o más periodistas? Una terapia de grupo. No es un chiste sino una anécdota. Hace algunos años tuve oportunidad de asistir a eventos en Brasil y Argentina, en los que Google convocaba a periodistas de toda Iberoamérica para hablar de la profesión y su futuro.

El resultado eran mesas en las que se discutía sobre la pertinencia de los muros de pago, organización de foros, maquila de contenido para empresas, desarrollo de contenido premium, etc., soluciones que buscaban compensar la pérdida de ingresos que desde hace un par de décadas ha experimentado el sector. Si bien una parte del debate era interesante, era también deprimente.

No me imagino un encuentro de doctores en los que los temas fueran qué otros negocios podrían poner para poder seguir ejerciendo la medicina.

La explicación de la crisis parece compleja pero en el fondo es muy simple. La llegada de jugadores digitales -sobre todo Google y luego las empresas de redes sociales- provocaron una sacudida de la que el sector no se pudo reponer. Primero, porque con su modelo de captura de la atención migraron las audiencias. Las televisiones y las radio perdieron ante las pantallas de los celulares.

A la migración de las audiencias siguieron, como es natural, la salida de los anunciantes. Los grandes presupuestos publicitarios migraron hacia las redes sociales, y con ello los que antes eran portaviones en los que cabían grandes redacciones con salarios dignos, se volvieron pequeñas embarcaciones que luchan para sobrevivir.

Por si eso fuera poco, de un tiempo para acá la industria experimenta una tercera migración, sin duda muy dolorosa. La disminución del poder derivada de la pérdida de influencia en la clase política. Los gobernantes del mundo hoy saben que un titular negativo apenas les enrarece el ambiente por unas horas, y ya es casi inexistente la crisis reputacional que pueda tirar a un gobierno, pues los escándalos duran horas, y una nota matará a la siguiente frente a audiencias que están fragmentadas, capturadas por el siguiente tren del mame de las redes sociales.

Y se va a poner peor. Entre otras cosas, porque la llegada de las IA está provocando que dejemos de usar buscadores -en el sentido de ser un sitio que te dice dónde ir a buscar información- para migrar ahora a sitios que son solucionadores. Ya no queremos que una plataforma nos diga dónde está lo que buscamos, queremos que nos lo dé, y además resumido, y de inmediato.

Por eso hoy ya no vamos a Google sino al chat GPT; por eso ya no queremos ir a las noticias, sino queremos que nos las cuente Grok. Por esto hasta el mismísimo Google ahora nos dice lo que queremos saber desde su Inteligencia Artificial. ¿El resultado? Las “búsquedas” ya no arrojan ligas a los otros sitios. Si en el 2022 56% de las búsquedas no derivaban tráfico a ninguna página de noticias, en el 2025 esa cifra supera ya el 69?%. O sea, 7 de cada 10 búsquedas se quedan en el mismo lugar.

¿Qué pasará con los medios que siguen alimentando esas IA pero que no reciben tráfico y por ende no tiene visitas ni publicidad? No se ve fácil la cosa.

Pero no todo son malas noticias. Corrijo, no son malas noticias para todos. En el último mes, El País publicó entrevistas con los editores de dos medios en Estados Unidos que no solo se han sostenido sino que han crecido en suscriptores e ingresos. Es el caso de dos revistas -sí, leyeron bien, revistas como Wired y The Atlantic - que han tenido muy buenos resultados.

¿La fórmula? En el fondo la misma de siempre: generar contenido relevante para comunidades específicas que están encontrando en esos medios información de calidad, con la que sienten un compromiso suficiente para entregarles parte de su atención y su dinero.

Quizá después de todo el periodismo pueda sobrevivir, aunque el sector termine por ser todavía mucho más pequeño; habrá que seguir en el empeño aunque todo parezca jugar en contra. Total, ya lo platicaremos en la próxima terapia de grupo. 

Mario Campos

@mariocampos