En los últimos años, México ha incrementado el uso de bonos sostenibles como parte de su estrategia de financiamiento público. Este instrumento, que incluye bonos verdes, sociales, azules y soberanos sostenibles, permiten canalizar recursos hacia proyectos que generan beneficios ambientales y sociales, con condiciones financieras más favorables que la deuda tradicional. Su auge responde tanto a una creciente demanda de los mercados por instrumentos alineados con criterios ambientales, sociales y de gobernanza, como al compromiso del país con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Entre 2015 y 2024, el sector público mexicano emitió más de 678 mil millones de pesos en bonos sostenibles, que representaría para 2025, el 1.8% del Producto Interno Bruto. De ese total, el 55.6?% fue emitido por el Gobierno Federal a través de bonos soberanos sostenibles, seguido por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Bancomext, Banobras, NAFIN y FIRA. El año con mayor volumen de emisiones fue 2022, y recientemente se incorporó el primer bono azul, orientado a actividades pesqueras sostenibles.
Si bien estos instrumentos han canalizado recursos hacia programas y proyectos con objetivos sociales y ambientales definidos, una parte importante de los recursos, particularmente de los bonos soberanos sostenibles, se ha destinado a programas de gasto corriente. Tal es el caso de las Becas para el Bienestar Benito Juárez y el programa Sembrando Vida, que en conjunto concentraron el 19.2?% del total emitido bajo este esquema en 2023. Esta tendencia se ha mantenido desde 2021 y continúa para 2024.
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Aunque estos programas se vinculan con los ODS 2 Hambre Cero y 4 Educación de Calidad, su naturaleza como transferencias directas plantea desafíos en términos de sostenibilidad fiscal. El marco normativo, específicamente la Ley General de Deuda Pública, establece que los financiamientos deben destinarse preferentemente a inversión productiva. Por ello, el uso de bonos para gasto corriente puede debilitar su justificación como instrumentos de transformación estructural.
En contraste, los bonos verdes y sustentables emitidos por instituciones como la CFE, Banobras y Bancomext han mostrado un mayor alineamiento con proyectos de infraestructura y eficiencia energética. Por ejemplo, la CFE ha canalizado casi 90% de sus recursos de bonos verdes a generación con fuentes renovables, mientras que Bancomext y NAFIN han financiado proyectos sociales, energéticos y de apoyo a MiPyMEs con impactos documentados.
Por otra parte, las emisiones de bonos ODS ofrecieron tasas más bajas que otros instrumentos de deuda federal, lo cual representa un beneficio para las finanzas públicas. Sin embargo, el reto continúa siendo asegurar que los recursos realmente contribuyan a inversiones con impacto de largo plazo. Para ello, se requiere mayor alineación entre el objetivo del financiamiento sostenible, el marco legal vigente y la planeación presupuestaria.
En suma, los bonos sostenibles representan una innovación en el financiamiento público. No obstante, su efectividad dependerá de su capacidad para trascender el discurso y convertirse en un instrumento estratégico de transformación económica, social y ambiental.
Para conocer más sobre este tema, te invitamos a consultar el documento Bonos sostenibles en México. Nuevos objetivos y financiamiento público en www.ciep.mx
César Augusto Rivera de Jesús*
Economista por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), con Especialidad en Economía Ambiental y Ecológica por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se desempeñó como voluntario en “ICLEI Gobiernos Locales por la Sustentabilidad” donde colaboró en las revisiones de los Planes de Acción Climática Municipal; analista de tarifas de suministro eléctrico y precios de combustibles en la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD); y enlace de control y seguimiento de anteproyectos regulatorios en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). Además, cuenta con una publicación en la revista “El semestre de las Especializaciones ” de la UNAM sobre la Capitalización de las externalidades causadas por los rellenos sanitarios en el precio de las casas.
Actualmente es investigador en el CIEP en temas de transición energética y medio ambiente. Interesado y apasionado por los temas relacionados con economía, la transición energética y el medio ambiente.
