MEDIO ORIENTE

Labores de paz pero a conveniencia y a la medida

El Medio Oriente sigue incendiado y será mucho más difícil detener ahí el conflicto armado pues tiene muchas más implicaciones que la guerra de Ucrania que también tiene lo suyo. | Ismael Jiménez

Escrito en OPINIÓN el

Los focos y la atención global, se han centrando en las últimas semanas en la “necesidad” de llegar a un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, intereses loables si la visión es no prolongar una guerra que se pudo evitar pero que nadie intentó hacerlo. Ahora Trump, se erige como un hombre de buena fe que se preocupa por la paz mundial.

Pero, qué se cuenta sobre la persistente guerra en la franja de Gaza. Para la mayoría de los medios, pasaron desapercibidas las declaraciones de Netanyahu a penas hace un mes en las que aseguraba que ya no daría tregua y arrasarían con la zona de Palestina en el hoy llamado estado de Israel

El asunto no es que lo dijera, actuó y hoy los muertos y desplazados en la franja de Gaza se siguen multiplicando sin que haya una voz internacional que condene y haga frente al genocidio que está aconteciendo en Palestina. Más allá de eso, el señor de la Paz, o sea Trump, arengo a los judíos para convertir la franja de Gaza en una zona de resorts. Una especie de declaratoria colonialista camuflada con aires de “desarrollo y paz”.

El Medio Oriente sigue incendiado y será mucho más difícil detener ahí el conflicto armado pues tiene muchas más implicaciones que la guerra de Ucrania que también tiene lo suyo. A estas alturas, Yemen está completamente involucrado en la guerra contra Israel por los ataques a Palestina y aunque pareciera que Hamás, Hezbolá y los Hutíes entre grupos islámicos han perdido fuerza, lo cierto es que se siguen preparando para lo que puede ser una guerra más prolongada.

La caída del gobierno de Bashar al Assad el pasado 27 de noviembre, se leyó como una victoria de Israel y de Occidente pues tener el control total de los altos del Golán era un de los objetivos de Netanyahu, ahora, con el “nuevo” gobierno sirio, tanto Turquía como Israel, no tendrán impedimento para avanzar a los territorios que estaban en disputa desde hace décadas con Siria.

El asunto es que, de este lado, de lo poco que se informó, amén de señalar la caída del dictador de Siria, fue que Ahmed al Sharaa hoy nuevo presidente de ese país, ha liderado desde hace años al grupo de Al Qaeda, ese que los Estados Unidos combatieron y con quienes han vuelto a hacer alianza para cortar la influencia que tenía Irán junto Bashar al Assad para suministrar armas a Hezbolá que combate a Israel en su guerra expansionista.

Ahmed al Sharaa, mejor conocido dentro de Al Qaeda como Abu Mohammed al Jolani, fue catalogado como terrorista por diversas instituciones internacionales incluida la ONU por sus múltiples crímenes de guerra y el grupo militar Hayat Tahrir al Sham, con que derrocó a Al Assad, fue catalogado como organización terrorista por los Estados Unidos, Reino Unido y otras naciones desde 2015.

Existen registros que revelan que con la llegada de Ahmed al Sharaa al “nuevo” gobierno de Siria, ordenó matanzas entre los milicianos que no se unieran a su régimen de gobierno. El actual presidente de Siria, además, ha estado mandando repetidos mensajes a Irán, país al que acusa de haber provocado la crisis política de ese país en los últimos 25 años.

La caída de Bashar al Assad no sólo significó un golpe a la oligarquía siria, la influencia de Irán en la zona es evidente como un eje de resistencia al expansionismo israelí que muy pocos gobiernos fuera de la zona, se han atrevido a condenar. Este hecho fue un triunfo para Israel y para Estados Unidos en el mundo árabe, pues no sólo eliminó el obstáculo que significó el gobierno de al Assad, también fue un golpe a la resistencia iraní y a la presencia rusa en la zona pues la base naval que posee en el puerto de Tartús, aún está en riesgo de perderla, por ello la importancia de ceder un poco en las negociaciones de paz con Ucrania y privilegiar su posición en Crimea.

Mientras al norte, Turquía que parecía haberse mantenido recientemente al margen de los conflictos en Siria, así como de las agresiones de Israel a los palestinos en Gaza y de la misma guerra en Ucrania, ahora ha tomado posición para convertirse en un dique impasable para la salida de todos los refugiados palestinos o árabes que quisieran abandonar las zonas de conflicto.

La reciente visita de Trump a Arabia Saudí no es casualidad pues su acercamiento es para asegurarse que ese gobierno continúe de su lado mientras el mundo árabe se reagrupa luego del golpe en Siria.

Está claro, Estados Unidos no ha quitado la vista de Oriente Medio y no es sólo por su petróleo o su gas, también poseen una buena cuota de las llamadas tierras raras que podrían convertirse en una reserva cuando exista escasez de esos minerales. La zona sigue siendo importante para Occidente, Oriente y Asia, pues buena parte de la nueva ruta de la seda, proyecto chino que ya fue detenido, pasaba por varios de estos países, en cambio, Israel y Estados Unidos, pretenden construir su propia ruta que les permita controlar el flujo comercial y militar de la zona, así, desde 2019 el gobierno de Netanyahu lanzó el proyecto del Cinturón y la Ruta (BRI) el cual pretende ser la versión occidental de la ruta de la seda China.

 

Ismael Jiménez 

@ijm14