La demanda de cuidados es una realidad que debe ser atendida. Con una población que envejece de manera acelerada y un contexto socioeconómico en el que prevalecen las desigualdades, México enfrenta desafíos para garantizar el bienestar de los más vulnerables. Por ello, resulta urgente y necesaria la implementación de un Sistema Nacional de Cuidados, para garantizar los derechos de quienes requieren cuidados.
El cuidado es una actividad humana que, si bien, se hace más evidente en algunas etapas de la vida como la infancia y la adultez, está presente en todo el ciclo vital de las personas. Sin embargo, a pesar de su importancia hoy en día continúa siendo invisibilizado, realizándose de manera informal, generalmente dentro del seno familiar y, por ende, sin retribución económica.
De acuerdo con resultados de la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) 2022 del INEGI, el 6.6% de los padres se encarga de cuidar a personas de entre 6 y 17 años. Esta cifra, aumenta significativamente con las tareas que realizan las madres, pues el 81.7% cumplen con esta tarea. En tanto que, el 6.3% de las abuelas apoyan con el cuidado de los menores.
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Dichas cifras reafirman que, en su mayoría, quienes realizan estas tareas de cuidado son las mujeres, mismas que, a su vez, realizan otras actividades, lo que las hace quedar en una situación de pobreza y marginación. Por la exclusión laboral de las mujeres, actualmente México ocupa el lugar 145 en una lista de 179 países por su baja tasa de participación laboral de las mujeres, por eso estamos obligados a darle justicia a las mujeres mexicanas y garantizar como derecho los cuidados a cargo del Estado –que ha violentado a las mujeres sistemática e históricamente– para que entonces las tareas del cuidado dejen de tener rostro de mujer. Implementar un sistema de cuidados tendría un impacto positivo en la economía del país y serviría para incorporar al mercado laboral a millones de mujeres que hoy no tienen una alternativa en las tareas de cuidado dentro de sus familias y hogares. Así como la creación de empleos formales en el sector de los cuidados reconociendo que esas tareas deben ser remuneradas.
La implementación de un sistema nacional de cuidados no solo es una política pública necesaria, sino un acto de justicia social para las mujeres que históricamente han llevado las tareas del cuidado en los hogares de nuestro país.
Un Sistema Nacional de Cuidados en México sería una oportunidad histórica para garantizar el derecho al cuidado mediante políticas públicas a las personas que requieren y brindan esta provisión de servicios.