En solo cinco años se disparó el acoso escolar al doble. Es inminente proteger a los estudiantes que luchan por cumplir sus sueños. Alzar la voz por las infancias y hacer valer sus garantías individuales.
El bullying flagela lo más vulnerable de la sociedad, incluso logra frenar sueños con tristes tasas de suicidio.
No te olvidamos Fátima. Una menor de Iztapalapa que lucha por conseguir caminar de nuevo. Este no puede ser solo un caso pasajero que se diluya en el mar de injusticias a las que nos enfrentamos a diario.
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Es momento de preguntarnos qué entorno estamos creando para que esto suceda. Y cómo construir espacios seguros, donde el respeto sea la norma y no la excepción.
Con el firme propósito de erradicar el acoso escolar y proteger la seguridad de todas y todos los estudiantes, presenté una iniciativa para tipificar el delito de acoso escolar en el Código Penal.
La propuesta busca establecer sanciones ejemplares contra quienes perpetúan la violencia sistemática en el ámbito escolar.
Si queremos soluciones reales, no basta con castigar; es urgente prevenir, educar y cambiar las conciencias de las infancias.
La rehabilitación psicológica para quienes ejercen la violencia es un paso, pero debe ir acompañada de un sistema de intervención temprana, de programas de apoyo a las víctimas y de un compromiso firme de las autoridades con la salud mental.
El acoso escolar es un problema social que no se erradica con castigos simbólicos, sino con cambios estructurales, por lo cual la propuesta incluye sancionar hasta con 10 años de inhabilitación a funcionarios omisos.
No podemos permitir que el miedo siga siendo compañero de clase. Cada caso de acoso escolar es una historia de dolor que no debe repetirse. No basta con indignarnos, necesitamos un compromiso real para transformar las escuelas en espacios de respeto y seguridad.
La educación debe ser el escudo contra la violencia, la prevención, nuestra mayor estrategia y la empatía, la base de una sociedad más justa. Porque la infancia no puede esperar y la indiferencia también es una forma de violencia.