Nadie puede negar que López Obrador lejos de ser presidente o de gobernar, convirtió el cargo en una especie de “reality show” en donde lo primordial era la campaña permanente y sumar aliados. Seguridad, economía, posición internacional, salud, educación y muchos más, pasaron a ser temas secundarios. Si bien no crecimos y los resultados fueron negativos, Claudia Sheinbaum ganó con un buen margen de diferencia (cosa que no pasó en el Congreso) y ahora tiene en sus manos una bomba de tiempo que no sabemos cuándo y porqué va a estallar.
Empezó con la ley contra el nepotismo, o bueno, se notó públicamente la división con dicha ley, pero eso es la punta de un iceberg que empieza a emerger y no creo que ni ellos sepan dónde terminarán o hasta donde llegan los problemas de fondo. Algunos comentarios al respecto:
- La ley contra el nepotismo demostró que el PVEM no jalaría con cualquier cosa, al menos no con algo que le haga daño en sus planes a corto y mediano plazo, y aunque aprobaron la ley la mandaron lejos, para que no aplique en este sexenio. Además, el tema no sólo generó división con el partido aliado, también empezó a sentirse un problema dentro del mismo Morena.
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- La fotografía más humillante de la presidenta se la regalaron los líderes de su propio partido en el extraño evento del Zócalo en donde ni hubo nacionalismo ni resultados. Lo que trascendió fue que le dieron la espalda a Sheinbaum… En lo personal no lo consideraba un problema más allá de un descuido, pero después de ver la serie de fotos del evento creo que no fue así; y como pudo ser un desaire natural, también pudo ser que alguien, quizás desde un rancho en el sur, le estaba recordando quién manda en Morena.
- Con la propuesta de modificación a la ley del ISSSTE despertó la CNTE que con López Obrador había logrado tumbar la reforma educativa del Pacto por México (quitar evaluación, plazas para ellos, etc) pero no se quedó ahí… Claudia retiró la iniciativa (argumentando que se estaba malentendiendo ¿?¿?) y ahora están pidiendo que les den (regresen) más prestaciones de retiro y sueldos más altos… a ver en qué acaba, pero creo que son aliados que ya no quieren mantener el pacto con Morena.
- El tema de Teuchitlán, Jalisco está despertando otra división, una división profunda entre la realidad y los publicistas. Mientras los segundos insisten que no hay nada, que no existió y que es un montaje, García Harfuch (quien al menos está intentando dar resultados) ya detuvo a más de 50 personas involucradas en el tema… sino era un rancho de exterminio y de entrenamiento, sería interesante saber por qué hay tantos detenidos por lo que ahí se hacía.
- Cuauhtémoc Blanco es otra manzana de discordia. La aparente división se da entre las diputadas de Morena que lo quieren desaforar por la presunta violación de su media hermana, y quienes lo quieren proteger… pero el problema es mucho más profundo que eso. Blanco no sólo está acusado por temas de violencia de género o violación. En La Jornada Morelos el lunes se publicó un extenso reportaje de toda la corrupción, amenazas e ilegalidades en las que está metido, desde el contrato con el que se acredita que cobró millones para ser candidato, hasta las recientes acusaciones… La Jornada es el periódico de Morena (basta ver cuánto le dan para “publicidad”) y si Morena estuviera firme en defender al futbolista no lo atacaría en su propio pasquín… Además, es la actual gobernadora de Morena quien también lo está acusando de desvío de recursos y otras cosas… ¿Será el primer sacrificado (pez grande) del sistema?... Por cierto, Blanco en el 2018 fue el único candidato de Morena que tuvo más votos que López Obrador… interesante brete.
- Para colmo de males, la presidenta de Morena inició una campaña con el objetivo de afiliar a 10 millones de personas a su partido… esa sería la mejor forma de desaparecer al partido por completo, un partido por definición es una parte y si por algo quiere convertirse en un todo pues dejaría de ser partido… Quiero ver que intenten darles participación o espacio a 10 millones de afiliados si ni siquiera están pudiendo ordenar a los que tienen hoy.
Claudia Sheinbaum tiene problemas en casa y los tiene porque no puede definir, decidir y trabajar con quienes no la reconocen como la presidenta. Irónicamente los que somos opositores no tenemos problema en reconocer que ella está al frente porque ganó, pero los suyos no la ven así y si no pone dura la mano nunca la verán así.