En 2023, el 12.5% de las muertes totales en México se debieron a algún tipo de cáncer. El 4 de febrero, Día Mundial contra el Cáncer, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo el llamado “Unidos por lo único”, y coloca a las personas y sus historias en el centro de la conversación. El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), analizó el gasto público destinado a esta enfermedad y se suma así al llamado internacional para reducir las desigualdades y cerrar las brechas de atención existentes en esta enfermedad.
La estructura del presupuesto no cuenta con una clasificación por enfermedad, por lo que los resultados de la investigación del CIEP son relevantes. Dado que el sistema de salud está fragmentado y cuenta con diferentes subsistemas, los hallazgos se dividen para población con y sin seguridad social.
Tanto IMSS como ISSSTE reconocen que el cáncer es una de las enfermedades de mayor impacto financiero. En el IMSS, el gasto destinado a cáncer de mama, cáncer cervicouterino y cáncer de próstata equivale al 4.5% del gasto del Seguro de Enfermedades. Mientras que, en el ISSSTE, el gasto para todos los tipos de cáncer representa el 9.1% del Seguro de Salud.
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En el IMSS destaca que, de 2022 a 2023, el gasto destinado a cáncer cayó 29.1%, al pasar de 8 mil 452.1 mdp en 2022 a 5 mil 990 mdp, siendo cáncer de mama, cervicouterino y de próstata los más afectados con disminuciones del 33%, 62.5% y 35.2%. Cabe mencionar que, de acuerdo con la institución, para esos mismos años, el número de pacientes atendidos también disminuyó, al pasar de 121 mil 023 a 107 mil 700 en el mismo período, debido a una mejora en el Registro Institucional de Cáncer.
Por otro lado, el ISSSTE es la única institución donde el gasto en cáncer ha incrementado, además de que la atención de estos padecimientos es el principal gasto del instituto, con un total de 7 mil 428 mdp en 2023 y un aumento de 8% en el número de pacientes atendidos. El propio ISSSTE estima que el gasto para esta enfermedad podría duplicarse en 2040.
En cuanto a la atención para personas sin seguridad social, los pacientes con cáncer también son uno de los principales gastos. De 2016 a 2020, el gasto fue equivalente a entre el 27%-39% del total del Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi). Sin embargo, en 2021 se registró una cuarta parte del número de casos atendidos en 2016. Por otra parte, para 2025, el presupuesto del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) tendría un recorte del 19.4% respecto al monto ejercido en 2023 y con el que se estima que se mantendría la brecha de atención en la que 2 de cada 10 personas que solicitan atención no la reciben. Finalmente, el gasto para atención de cáncer en la mujer en la Secretaría de Salud (SSA), de 2017 a 2023, se redujo a la mitad pues pasó de 1 mil 329.3 mdp en 2017 a 629.1 mdp. Los mayores recortes se observaron en cáncer de mama y cervicouterino con 75.4 % y 71.7 % respectivamente.
Aunque la población sin seguridad social presenta el mayor reto de financiamiento dado el limitado espacio fiscal en las finanzas públicas, y la reducción de 67.2% en el saldo disponible del Fonsabi, las instituciones de seguridad social no están exentas de la discusión de financiamiento. El IMSS estima que tendría que incrementar su cuota de equilibrio en 34% para hacer frente al incremento en los gastos para atención a la salud.
Asimismo, la propia OMS proyecta un aumento del 73.6% en el número de casos nuevos en México para 2045. Ante este panorama, se requiere incrementar la inversión no solo para el tratamiento de esta enfermedad, sino también para intervenciones de prevención y detección temprana que ayuden a contener el crecimiento estimado de casos nuevos.
La investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) puede consultarse en https://ciep.mx/Yx4K
*Judith Senyacen Méndez Méndez
Directora adjunta de investigación y especialista en salud y finanzas públicas
Doctora en Políticas Públicas por la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey. Obtuvo una maestría en Administración con especialización en Finanzas Corporativas y es licenciada en Economía por la misma institución. Ha cursado estudios de Evaluación Social y Económica de Proyectos en el ITAM, Model for Evaluation of Financing Options de la International Atomic Energy Agency (IAEA) y de Economía de la Salud en el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). Tiene experiencia en evaluaciones socioeconómicas de proyectos públicos. Su ensayo titulado "Hacia un sistema sostenible de salud" fue reconocido por la Facultad de Medicina de la UNAM y por Funsalud como una propuesta innovadora para mejorar el Sistema de Salud en México. Se incorporó al CIEP en julio 2016 como Coordinadora de las investigaciones de salud y de finanzas públicas. Le interesa contribuir a un México donde la salud sea un igualador social y no un perpetuador de inequidades.