Las fracciones de lo que hasta hace poco se consideraba uno de los cárteles más poderosos de México han entablado múltiples negociaciones con un objetivo primordial: sobrevivir. La guerra interna que actualmente presenciamos ha dejado más de 700 muertos y un número indeterminado de desaparecidos.
Este conflicto es el más grande que el grupo criminal ha experimentado desde su fractura con los Beltrán Leyva y también representa un esfuerzo por evadir las acciones de las fuerzas de seguridad y justicia, tanto en México como en Estados Unidos.
Ismael “El Mayo” Zambada, cercano a los 80 años y considerado el capo más importante de todos los tiempos, enfrenta la posibilidad de ser condenado a muerte debido a las múltiples acusaciones en su contra en distintos distritos judiciales de Estados Unidos, en especial en Nueva York. Zambada alega que fue trasladado ilegalmente tras ser supuestamente secuestrado por uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y posteriormente entregado a las autoridades estadounidenses.
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Hasta el momento, el Departamento de Justicia y las agencias responsables de su detención no han emitido ningún pronunciamiento al respecto. Esto podría deberse a que, si logra demostrar que su captura y entrega fueron ilegales, podría apelar a tratados internacionales como la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares o el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, lo que le otorgaría una pequeña ventaja legal. Además, aunque la pena de muerte es legal en casos federales en Estados Unidos, el estado de Nueva York abolió esta condena en 2004, lo que podría jugar a su favor en la Corte Federal del Distrito Este de Brooklyn.
Otra posible negociación en curso es la de un acuerdo de culpabilidad entre Zambada y el gobierno estadounidense a cambio de salvar su vida. Se especula con que, como parte de este pacto, podría revelar acuerdos que comprometería a figuras cercanas al poder, aunque se desconoce desde qué periodo y a quiénes involucra. Tampoco está claro a qué se refiere con el “colapso” que menciona en su carta.
Más allá del ruido político que rodea al abogado de Zambada —quien, según se dice, es militante de Morena—, su defensa y la misiva en la que parece lanzar un ultimátum al gobierno mexicano, la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum ha sido jurídicamente correcta. El apoyo del Gobierno de México al capo responde a un estricto apego al derecho. Independientemente de las razones detrás de las imputaciones en su contra, Zambada, como ciudadano, tiene derecho a asistencia legal, y el Estado tiene la obligación de garantizarla.
Mientras tanto, la guerra en Sinaloa continúa como retaliación por la entrega de El Mayo a las autoridades estadounidenses, presuntamente orquestada por los hijos de El Chapo Guzmán. El gobierno mexicano ha intensificado sus operativos, y hace apenas unos días estuvo a punto de capturar a Iván Archivaldo Guzmán, actual líder de la Chapiza. Ahora, Archivaldo debe moverse con cautela para evitar ser arrestado por las fuerzas federales, asesinado por la Mayiza o traicionado por su círculo cercano.
Tanto la Chapiza como la Mayiza también deben negociar con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que se mantiene a la expectativa de aprovechar el desenlace de este conflicto. A su vez, tendrán que medirse con Aureliano “El Guano” Guzmán, líder de la facción de los Guanos, quien podría tomar el control de los remanentes de la guerra y forjar alianzas con el bando vencedor.
Otro actor clave en este entramado es Ovidio Guzmán, quien, como probable colaborador del gobierno estadounidense, podría estar proporcionando información crucial sobre rutas de tráfico, laboratorios, métodos operativos, aliados y enemigos. Sus datos podrían facilitar tanto las acciones legales como las operaciones tácticas de las agencias estadounidenses para el desmantelamiento de estas organizaciones, ahora designadas como grupos terroristas.
¿Qué negocia Ovidio? Lo más probable es que busque ingresar a un programa de testigos protegidos, obtener una nueva identidad y reducir significativamente su condena. También podría estar gestionando beneficios para su hermano, El Güero Guzmán, y, sobre todo, mejores condiciones para su padre, Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien permanece en condiciones extremadamente adversas dentro del sistema penitenciario de Estados Unidos.
MONEDA AL AIRE: Hoy, la reconfiguración del Cártel de Sinaloa está en entredicho. Su supervivencia y capacidad de resiliencia dependen únicamente de su habilidad para negociar con sus enemigos.
Como advertimos hace algunas semanas, el interés de los estadounidenses en la guerra de Ucrania está cada vez más ligado a la posibilidad de acceder a su abastecimiento de minerales críticos, algo a lo que Zelenski por fin ha aceptado. Al mismo tiempo, en las cercanías del Polo Norte, Estados Unidos busca estabilidad con Rusia para evitar que esta obstaculice el paso por el estrecho de Bering, y poder aperturar acuerdos con empresas occidentales recordemos que el estrecho es una ruta clave para el traslado de minerales que también serán extraídos de esas latitudes.