Entre tantos problemas que acontecen de este lado del mundo, los conflictos armados prevalecientes parecen cobrar una importancia secundaria; sin embargo, no es cosa menor. El presidente Volodímir Zelenski de Ucrania parece estar en una de las encrucijadas más grandes desde antes de los inicios de la guerra, y es que el gobierno del presidente Donald Trump ha iniciado una ruta de negociación con el Kremlin que llevaría a su fin la guerra entre Estados Unidos, con su proxy Ucrania, y Rusia.
En los hechos, la negociación que mantiene Trump con Zelenski está en la explotación de sus minerales críticos, administración y enajenación a un muy bajo costo por apoyo para la guerra. Recordemos que desde hace ya un tiempo, Estados Unidos tiene una fuerte crisis de suministro de cerca de cincuenta elementos fundamentales para su defensa y desarrollo de capacidades armamentistas, satelitales, de inteligencia y, por supuesto, de tecnología.
Estados Unidos sabe del liderazgo chino y entiende que se encuentran ya con fuertes vulnerabilidades en su cadena de suministro, relacionadas con estas commodities. Para tener un poco de contexto, China representa el 63% de la minería de estos minerales en el mundo y tiene la mayor cantidad de reservas con 44 millones de toneladas métricas a partir de 2022. Estados Unidos ocupa el sexto lugar con 2,3 millones de toneladas métricas; por ejemplo, en 2019, China procesaba el 65% del cobalto del mundo.
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Los imanes de cobalto sumerios son una tecnología muy crítica. Se utiliza en tecnología militar, como bombas inteligentes, aviones y misiles guiados de precisión. China domina ese sector, donde incluso ha intensificado sus esfuerzos para captar toda la cadena de valor de estos minerales. Tiene participaciones de capital o es propietario de activos de cobalto en la República Democrática del Congo, Papúa Nueva Guinea y Zambia y más de 50 proyectos energéticos en marcha en al menos 15 países de América Latina, entre ellos Argentina, Brasil, Bolivia y Perú.
La guerra comercial que sigue vigente ha hecho que las presiones americanas sean respondidas por los asiáticos. De manera contundente, los chinos han restringido las exportaciones de galio y germanio. (China produce el 98% del galio y el 68% del germanio del mundo). Ambos se utilizan en semiconductores, paneles solares, fibras ópticas, LED y sensores de inferencia.
Han restringido las exportaciones de grafito. (China produce el 65% del grafito del mundo). El 80% de los ánodos de baterías de automóviles utiliza grafito, el mismo que también es necesario en baterías, obviamente, en pilas de combustible y en reactores nucleares. Ha sido lo mismo para las exportaciones de antimonio que se utiliza en semiconductores, sistemas de armas y almacenamiento de energía; son golpes precisos que incluso han llevado al presidente Trump a considerar la compra de Groenlandia, por ejemplo.
Estas son algunas de las motivaciones del Gobierno americano para condicionar el apoyo para el presidente Zelenski, que hoy está duramente debilitado políticamente, sin interlocución, vamos, ni siquiera se puede sentar en la mesa para negociar la paz, en un encuentro que se ha publicitado discretamente y que sostendrían Donald Trump y Vladímir Putin.
Zelenski terminó peleando una guerra que primero no era de él y segundo que le fue impuesta, donde él puso los muertos. Lleva dos años gestándose en su tierra, la impulsaron los que hoy probablemente le darán la espalda, y al final su apoyo le es condicionado. Perdió territorio, hundió su economía, destruyó su país, y todo por una invitación para integrarse a la OTAN en donde, si Washington cumple la promesa que lleva rondando desde Trump 1.0, Estados Unidos saldrá de la OTAN. Habría que preguntarle a Zelenski, ¿entonces?
Moneda al aire: Estados Unidos incluso comienza a distanciarse de Europa. En un incendiario y muy criticado discurso en la Cumbre de la Seguridad en Alemania por parte del vicepresidente JD Vance, EU abraza la ultraderecha y pone una sana distancia con la Comunidad Europea. Recordemos que Alemania fue uno de los países que más resistieron apoyar al Gobierno de Biden.