Un fuerte dispositivo de seguridad, integrado por más de 100 elementos de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, el Ejército y la Guardia Nacional, se ha desplegado en Oxchuc, único municipio en Chiapas que se gobierna por usos y costumbres, para garantizar elecciones pacíficas el domingo 23 de febrero.
Esta comunidad tzeltal, localizada en los Altos de Chiapas, lleva diez años de conflictos políticos generados por los grupos que se disputan el poder municipal y el control de los recursos federales (en especial el Ramo 33), lo que ha provocado violentos enfrentamientos armados y constantes bloqueos en la carretera San Cristóbal–Palenque, una vía fundamental en el proyecto turístico de Chiapas.
La última elección por el sistema de partidos políticos fue en 2015, cuando María Gloria Sánchez Gómez, relevó por segunda vez en la presidencia municipal a su esposo, Norberto Sántiz López, tras un conflicto que se recrudeció un mes antes de la elección de 2015, cuando María Gloria renunció a la candidatura del PRI y se postuló por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
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Tras expulsar a los partidos políticos, en enero de 2019, Oxchuc logró ser el primer municipio indígena de Chiapas en elegir a sus autoridades bajo el sistema de usos y costumbres, pero el único y último cabildo electo estuvo encabezado por Alfredo Sántiz Gómez y terminó en un zafarrancho el 16 de diciembre de 2021, cuando sus opositores, según el reporte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), tomaron el edificio de la presidencia municipal, portando armas de fuego, palos y piedras.
Derivado de ese escenario de violencia, el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas declaró inconcluso el siguiente proceso electoral y el Congreso del Estado nombró un concejo municipal que la población rechazó, por lo que el 28 de febrero de 2022 se designó un segundo concejo municipal encabezado por Luis Sántiz Gómez.
Oxchuc fue el primer municipio indígena de Chiapas donde tomó fuerza la difusión del protestantismo con la llegada del Instituto Lingüístico de Verano (ILV) a la comunidad de El Corralito en 1942 y la formación de profesores bilingües por el Instituto Nacional Indigenista (INI) entre 1943 y 1952, que culminó con un levantamiento en 1962 que expulsó a los mestizos de la cabecera municipal.
A partir de ese momento, los maestros indígenas bilingües tomaron el poder; uno de ellos fue el padre de Norberto Sántiz, dos veces alcalde (2002–2004 y 2012–2015), que compartió el poder caciquil con su esposa, María Gloria Sánchez Gómez, que también ocupó la alcaldía en los períodos 2005–2007 y 20015–2018.
En el pasado reciente, Oxchuc ha sido considerado un “foco rojo” por los conflictos que, por lo menos en tres ocasiones, han impedido realizar elecciones. Los enfrentamientos se derivan de la lucha por el control de los recursos federales, según mostró el análisis hecho por Bruno Sevilla, José Roberto López Sántiz y Perla Vargas, investigadores de la Universidad Autónoma de Chiapas.
Ante el peligro de que la sucesión en el ayuntamiento provocará un nuevo enfrentamiento, la Asamblea General de Oxchuc firmó en diciembre de 2024 un pacto de paz y solicitó el apoyo de la Secretaría de Seguridad del Pueblo (SSP) y del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) para garantizar que la renovación de las autoridades comunitarias se realice en “un ambiente de paz, respeto y libre participación”.
Los comicios en este municipio indígena estratégico se realizarán bajo un esquema dual, sin precedentes, que contempla dos formatos de elección, en dos fechas distintas: el 23 de febrero se elegirá a la persona que ocupará la presidencia municipal a través de boletas electorales y urnas; posteriormente, el 26 de febrero, en Asamblea General Única, se elegirá a mano alzada a las personas que ocuparán los cargos de sindicaturas y regidurías. Mientras llega la fecha esperada, los Pakales patrullan las calles de la cabecera municipal.